ᴄʜᴀɴɢᴇ ʏᴏᴜʀ ᴅᴇsᴛɪɴʏ [𝑲𝒆𝒏 𝑹𝒚𝒖𝒈𝒖𝒋𝒊] {FINALIZADA}

8 - Rabia y Odio a través del espejo

— Morozov —Dijo esa misma joven que arruinó su cabello— que apellido más raro, pero eres Rusa así que para ti no lo es.

La nombrada volteo para verla a los ojos, con una mirada decaída y cansada, esperando que al menos sienta un poco de compasión y dejarla ir a su casa por hoy.
Pero con solo ver como sonreía y sus amigas se acercaban para rodearla, tocando ese cabello largo y rojo en el proceso, tan sucio por culpa de ellas.

— Que asco de cabello. Creo que un poco de ayuda no te vendría mal.

Saco un peine seguido por las otras, y la hicieron sentar en una banca que estaba cerca. Entre las tres intentaban peinar ese sucio cabello con plasticola, sabiendo que le causaban dolor a la joven. Arrancaban su cabello sin piedad mientras sonreían y una grababa.

Toda su vida mantenía el cabello largo, pues le gustaba y se sentía un poco linda... pero ahora, odiaba su cabello y quería arrancarlo ella misma, para que nadie lo toque.

— Tranquila, quedarás MUY linda~ —Comento la peli-negra peinando con más fuerza, seguido por una risa.

Listo... ya no aguantaba ese momento tan humillante, así que de la nada cerro los ojos y salió corriendo dejando desconcertadas a las tres jóvenes, quienes a los segundos rieron.

El sonido de los cortes se escuchaban tan placenteros y a la vez dolorosos. Cortaba y cortaba cada mechón rojo, dejando que caiga a su alrededor, mientras se veía en el gran espejo frente a ella, que permanecía contra la pared en el suelo.

Apretaba su mandíbula y miraba con dolor su reflejo, también con rabia. La luz de la luna iluminaba a través de su ventana, dejando ver su sombra cortando ese largo cabello con unas tijeras, mientras que a los segundos unos pequeños sollozos se comenzaron a escuchar, viniendo de ella.

El celular a su lado se iluminó dejando ver un mensaje del rubio, preguntando cómo está...

Pero no respondió, solo siguió con su propio castigo al ser una inútil que no hace nada bien, insultandose a sí misma en su mente.

Los mensajes seguían viniendo.

"‐ Oye ¿estás bien?

"- Emma dijo que te vio con unas chicas en el parque"

"- Dijo que tenías algo en el cabello y que ellas parecían peinarte de una manera muy brusca"

"- Se iba a acercar pero dijo que tú corriste de una manera rápida y parecías triste"

"‐ Responde, se que estas ahí. Cuando no estas conectada los mensajes no te llegan, pero se que estás ahi"

"- Por favor"

La tijera cayó al suelo mientras ella tapaba su rostro con ambas manos.