17|La promesa

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«Es complicado amar sin pretender ser egoístas».

♡♡♡

Elizabeth:

—Tienes cara de recién follada —Suelta Natalia sin tapujos y siento demasiada vergüenza, Nicholas apenas acaba de salir de la habitación.

—Shhhh, calla Natalia que te va a escuchar.

—Me importa una mierda, calabaza. Acaso no me dijiste que no te demorabas —Remarca esto último —¿Qué coño haces con el rarito a esta hora entonces?

—Bueno, yo no tenía la intención de demorarme.

—Pero...

—Pero Nicholas estaba herido y necesita de mi ayuda...

—Al grano Liz.

—Ganaste la apuesta. ¿Contenta? ¿Era eso lo que querías escuchar?

—Lo sabía, era cuestión de tiempo.

—¿Eso es todo lo que vas a decir?

—Sí. Ahora cuéntame; y quiero detalles.

—Natalia, ni lo sueñes —digo en tono acusatorio.

—Yo te lo contaría si me lo montara con Erick.

—Información innecesaria, por Dios. En vez de hablar tanto por qué no piensas en cómo puedes follártelo —Reacciono al darme cuenta de mis palabras y sacudo la cabeza —Ay no, ya empiezo a hablar como tú.

—Soy una mala influencia, calabaza. Comienzas perdiendo la virginidad y terminas fumando tabaco en Joy's rodeada de motoristas sexys tatuados y...

—No nos parecemos tanto así que frena con esa emoción bruja.

—Aguafiestas —Suspira y continúa —Joder, estaba muy preocupada y con lo despistada que eres seguro te pilla un violador y ni te enteras. No vuelvas a irte sin avisarme; ¿entendiste?

—¡Qué sí bruja! Ahora ayúdame a pensar que ponerme para la noche.

Sin pensarlo dos veces ya estaba sacando ropa del armario y su rostro se iluminaba de felicidad, como si la que tuviera una cita con el nerd más sexy de la universidad fuese ella.

♡♡♡

Son las ocho menos diez minutos. Estoy más nerviosa que cuando llegué y tuve que enfrentar la cara de asesina con la que me observaba Natalia.

Llevo un vestido color rosa pastel que me llega hasta el tobillo y que se ajusta en la cintura, tiene un lazo en el pecho y una forma bastante favorecedora que lo realza. Por mucho que Nat insistió en que me lo quitara al final aposté por algo sencillo.

Es de Nicholas de quién estamos hablando, debo ser yo misma y me siento más cómoda así que con cualquier otra prenda, según mi amiga, más sexy. Siento que él es la única persona que no me juzgaría y con quién me siento protegida en cierto modo, es como si toda mi coraza, cuando estoy a su lado, no existiera. Puede derribar mis muros construidos a base de debilidades. Mi yo asustado se refugia en sus brazos y me aterra pensar en la posibilidad de caer de la nube.

Daba vueltas por la habitación y miraba el reloj, ya pasaron treinta minutos y sigue sin aparecer.

—Como sigas dando vueltas así me vas a marear y vomitaré encima de ese vestido, tenlo por seguro.

Decido obviar por completo el comentario insultante de Natalia hacia mi elección de vestuario y me centro en lo que verdaderamente importa.

—¿Y si le pasó algo? ¿O qué tal que ya se arrepintió de salir conmigo?

Voces del Otoño © [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora