«No todos estamos preparados para confiar».
♡♡♡
Elizabeth:
—Te protegeré con mi vida Callen, no debes temer nunca mientras yo esté a tu lado porque soy capaz de recibir cada golpe por ti, con tal de que nunca se apague la luz de tus ojos.
Sus palabras arremeten como fuertes ráfagas de viento contra mi razón y aquí estoy, sintiéndome segura con la persona que me mintió y me hizo sentir como una tonta; sin embargo, no puedo escapar de su hipnótica mirada, ni siquiera de sus comentarios arrogantes que antes aborrecía porque así es Nicholas, un misterio tan perfecto que te envuelve de tal forma, que eres consciente de que te ahogas en él y, aun así, te quedas para conocer un final.
Su calor corporal es mi refugio, su abdomen, del cual me aferro con fuerza cada que acelera, es mi soporte. Lo miro por el retrovisor, está serio, algo lo atormenta lo sé.
No dejo de cuestionarme su aparición en el hospital psiquiátrico. Mi cabeza está echa un lío y en estos momentos, ninguna pieza del rompecabezas toma su lugar. Es como si el tablero lo girara a su favor cada vez que siento que estoy a punto de descubrir algo, de sentirme más cerca de él. Todo se vuelve nada, solo polvo ante mis ojos.
Desaparece cualquier rastro del verdadero Nicholas. En el fondo, no puedo estar cabreada por la mentira misma, todos tenemos motivos para mentir; sino, mi debate es interno porque aún después de conocer aquello que con tanta minuciosidad se empeña en ocultar, sigo esperando respuestas por su parte que claramente no tendré.
Recorremos Londres en silencio. La ciudad se vuelve bastante melancólica cuando las nubes bañan sus calles. Las luces comienzo a ver difuminadas conforme avanzamos y los autos se perdían de mi campo de visión.
Despeina su cabello mojado en un semáforo, haciéndome recordar que soy yo quien lleva su casco, que está manejando bajo la lluvia a unos 24 km/h. Mis vellos están de punta, solo cierro los ojos con fuerza, envuelvo mis puños en su pullover empapado como una pequeña niña asustadiza.
—¿Confías en mí? —Pregunta sin dejar de mirar la carretera, aumentado la velocidad.
—No.
Se detuvo abruptamente, aún seguía lloviendo, pero no con la misma intensidad de hace un rato. Me mira y noto cierta decepción en sus ojos dorados. Se baja de la moto y se dirige hacia el acantilado sin decir una palabra.
Lo sigo. Siento el peso de una palabra en mi pecho bloqueando mi respiración. Cada pisada temerosa, más insegura que la anterior.
En mi mente llueve un torrencial que no se compara con el que viven mis ojos, mientras batalla entre el correr a sus brazos o dejar que el orgullo gane por esta vez.
Me acerco hasta quedar de pie a su lado, sin decir ni una palabra, mirando hacia la nada, buscando; quizás un poco de cordura, más allá del acantilado. En cambio, el silencio me devora y yo rompo con sus cadenas.
—Deberíamos volver... —Realmente no estoy segura de si es lo que quiero en este instante, pero algo mejor que nada, seguir bajo la lluvia sin respuestas ya no tiene sentido para mí.
—Callen —Me interrumpe y al ver que no rebato continúa, aún con su visión perdida entre la noche —Una vez hablamos con las estrellas; ¿recuerdas? Pregúntale lo que quieras —Señala una estrella que escapa de las nubes, tan pequeña pero notoria en el inmenso cielo nocturno– y cierra los ojos.
—¿Qué es para ti la confianza? —Haciendo caso a sus palabras cerré mis ojos, hubo unos segundos, que parecían eternos, de completo silencio.
—Que me entregases el poder de destruirte.
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Voces del Otoño © [✓]
RomanceBilogía "Entre equinoccios" [Libro #1] ... Él esconde un secreto. Ella pone en riesgo su vida por descubrirlo. Enamorarse no es una alternativa; pero cuando el deseo es más fuerte, el pasado es devastador. ... Nicholas se encargó de construir una fa...