12

2.3K 141 15
                                    

Ariana Grace

Todo últimamente era muy creppy, de un momento a otro todos decían que era la madrastra de Lian y la novia/wacha de Tomas, nada que ver, pero era lo que se decía. Era incomodó, Tomas estaba empezando una relación con Candela.

Yo por otro lado soy feliz, Lian sigue igual que desde que lo conocí, y yo lo mimo como si se tratara de mi sobrino pequeño. Así lo miró.

—Lian, apúrate—la voz de Tomas me sacó de mis pensamientos, Candela estaba al lado del tatuado tomando su mano, estaban vestidos formalmente.

Fruncí el ceño, pero no hablé.

—No quiero ir—apareció Lian con lágrimas cayendo por sus mejillas, su nariz roja y un puchero en sus labios.
—¡Ariiiiiii!—dijo apenas me vió, caminó rápido en mi dirección, me abrazó y lloró más fuerte en mi pecho.

—Ey, ¿Qué pasa, mi amor?—pregunté suave.

—No quiero ir—respondió.

—¿Por qué, Li?—pregunté, el me hizo una seña para que acerqué mi oído a su boca, lo hice.

—Candela, no me cae bien y yo no le caigo bien a ella—murmuró, suspiré.

—Voy a convencer a tu papá de que te quedes conmigo, ¿Si?—murmuré y el asintió con una sonrisa pequeña.

—Lian se puede quedar conmigo—le dije Tomas quien negó automáticamente.

—Tiene que ir, Ari, es una cena familiar—dijo el—Va a ir tu abuela, Lian—trató de convencerlo, Lian me miró a mi buscando una escapatoria.

Lian se escondió más en mi pecho ignorando completamente a su papá.

Ahora estaba en una posición en la que no sabía que mierda hacer.

—¿Por qué no queres ir, Lian?—preguntó Tomas soltando la mano de Candela quien hizo un mueca de desagrado cuando Tomas se puso de rodillas al lado de su hijo.

—Candela, no me cae bien—dijo Lian en murmuró, pero yo, al estar cerca escuché.

—Ya hemos hablado de eso, Lian—pronunció Tomas firme, Lian hizo un puchero.

—Por ella me tratas mal—dijo Lian haciendo que Tomas se quedé en silencio, me miró buscando ayuda, miré a otro lado automáticamente.

—Si, Ariana, va ¿vos vas?—preguntó Tomas haciendo que yo lo volteé a ver automáticamente, le pegué con el pie haciendo que el me miré al divertido.

—¿Queres venir, Ari?—preguntó Lian—Si no hay espació sacamos a Candela—dijo reincorporándose.

Me quedé en silencio tratando saber que responder.

𝐕𝐢𝐝𝐚 𝐩𝐚𝐭𝐞𝐫𝐧𝐚 | 𝐂.𝐑.𝐎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora