𝐕𝐢𝐝𝐚 𝐩𝐚𝐭𝐞𝐫𝐧𝐚 | 𝐂.𝐑.𝐎

18

Ariana Grace

—Siento que estás haciéndote mucho la idea de ser la madrastra de ese niño—habló mi mamá—No confundas las cosas, no digo que este mal, está perfecto, pero su papá y vos aún no son nada oficial, puede que confundan también a Lian—Hice una mueca al entender lo que me quería decir.

—Sabes que siempre estoy de acuerdo con lo que decís ma, pero esta vez no comparto tu idea—dije y ella asintió aceptando que teníamos diferentes ideas—Lian, es un nene precioso y por más que Tomas y yo no seamos nada, Lian, se ha ganado cada pedazo de mi corazón, es tan perfecto con el simple hecho de existir, tampoco busco ser nada con Tomas, yo soy feliz con ver a Lian—hablé.

—Bueno, pero pueden confundirlo, Lian es pequeño y por más que sea muy inteligente para su edad todavía no comprende muchas cosas, una de esas es su parte materna, si por algún motivo vos y Tomas se pelean el que va a sufrir va a ser Lian, eso es lo que quiero que mires—sus palabras hacían que pensara bien todo.

Mi mamá tenía razón en una parte; Si Tomas y yo tenemos un roce, el que va sufrir va ser Lian.

Tomas Campos

—Pa—la voz de Lian hizo que mirara a un lado de la cama.

—¿Si?—pregunté dándole toda mi atención.

—Ariana, ¿Es mi mamá?—preguntó haciendo que yo tensé la mandíbula ante la pregunta a la cual no tenía una respuesta.

—Lian—traté de hablar, pero simplemente no tenía ni la más mínima idea de que decirle.

—¿Eh?—preguntó al ver como no hable.

—Ariana, es tu tía, ella no puede ser tu mamá si no somos pareja, Ariana y yo nunca vamos a ser pareja, rey, o tal vez si, pero sería dentro de mucho tiempo, ella es tu tía como Iara, ¿Está bien?—el solo asintió mirando al frente.

—¿Qué pasó con mi mamá?—preguntó de la nada haciendo que yo tragué saliva con fuerza.

—Lian, ¿Por qué esas preguntas?—pregunté y el me miró.

—Todos mis compañeros tienen mamá—habló y sus ojos se pusieron brillos—menos yo—su voz se hizo un hilo al decir esas dos palabras—Nadie me habla, solo Bruno y Amadeo, todos dicen que si no tengo mamá no me tienen que hablar—dijo mientras sus lágrimas se deslizaban por su mejillas.

—Rey—hablé mientras lo envolvía en mis brazos—No te tiene que importar lo que los demás dicen, Bruno y Amadeo son lo que siempre van a estar, el restó no te tiene que importar en lo absoluto, me tenes a mi, tu papá y somos una dupla inseparable—hablé mientras trataba de esconder el nudo en mi garganta.

Era un niño no le podía decir que su mamá lo abandonó porque no lo quería.