𝐕𝐢𝐝𝐚 𝐩𝐚𝐭𝐞𝐫𝐧𝐚 | 𝐂.𝐑.𝐎

20

Ariana Grace

—¿Entonces son o no?—preguntó Iara mientras acomodaba sus cosas.

—No se—respondí ella miró sería.

—Se estaban comiendo la boca y ahora no sabes—dijo y yo suspiré.

—Es que de eso no pasamos y no creo que nunca pasemos de eso—hablé y ella me miró negando.

—Activa y mira lo que pasa—habló.

—Me voy a ver muy encimosa y no me gusta—hablé y ella negó automáticamente.

—Tomas, amaría que vos seas la que active primero, el es tímido hablando en esa parte—respondió ella mientras me miraba.

—Voy a ver que hago—hablé sabiendo perfectamente que no iba hacer.

—Vas a ver que va a funcionar—dijo apuntándome y yo reí.

Creo que todos quieren apurar las cosas y no sé dan cuenta que hay un niño de por medio o tal vez soy yo la que esta lenta.

Tomas Campos

—No solo es ella y yo, Mauro de por medio esta Lian—hablé y el me interrumpió dando un giro extremadamente exagerado.

—Mentiroso de mierda—habló apuntándome, lo miré sin entender—Vos perfectamente sabes que Lian la quiere más a ella que vos—dijo mirándome y suspiré.

—No es solo eso—hablé y el rodó los ojos.

—¿Sabes que es lo que pasa?—preguntó y negué—Lo que pasa es que a vos te da miedo aceptar que estás enamorado de ella, te da miedo arruinar todo lo que llevan hasta el momento, te da miedo abrir como sos en realidad con ella, te da miedo el que ella sea un de tus debilidades, te da miedo ser débil ante alguien más—dijo y por dentro quería salir corriendo.

Tenía razón, me dan miedo tantas cosas, pero mi mayor miedo es volverme a enamorar de alguien.

—Es difícil—hablé—No quiero lastimarla ni que ella me lastime a mi—hablé.

—Tomas, deja de sobre pensar las cosas y solo hacelo, o tira una moneda y dependiendo de lo que te diga lo haces, yo siempre aplicó eso y si pasa algo malo la culpa la tuvo la monedita—habló y reí por lo bajo—es más—buscó en su bolsillo y saco una moneda—Cara van y hacen las cosas "lento", escudo vas y le comes la boca ahora—dijo y asentí ya resignándome a todo lo que pueda pasar.

Tiró la moneda y esta cayó en el sillón del living, los dos nos asomamos rápido.

—Escudo—habló riendo y bailando.

Suspiré.

Después de todo es culpa de la moneda, no?