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Tomas Campos

A diferencia de otros días, hoy me desperté relajado, hace mucho tiempo no me sentía de esa manera, creo que yo solo me ponía una carga que no me dejaba tranquiló.

Me giré hacía un lado encontrándome con un lugar totalmente vacío, miré de un lado al otro sin encontrar rastro de mi hijo o mi mujer.

Respiré hondo y me levanté, me acomodé el cabello a medida que caminaba hacía la planta baja; risas y pasos se escuchaban desde la cocina, caminé hasta ese lugar, me encontré a Lian y Ariana cocinando.

Los dos se detuvieron cuando sintieron mi presencia, y como si fuera una película; los dos se voltearon al mismo tiempo.

—¡PAPIIII!—la primera voz que se escuchó fue la de Lian, su pequeño cuerpo se movió hasta mi lugar y extendió sus brazos con una sonrisa. Lo cargué entré mis brazos.

—Hola mi amor—hablé y el se escondió en lo cuello, sonreí y subí mi mirada encontrándome con Ariana viendo con una sonrisa.

—Buenos días—dijo volviendo su vista a la cocina.

Caminé hacía ella y con la única mano que tenía libre; tomé su rostro y dejé un pico en sus labios.

—Buenos días—dije cuando me separé.

Ella sonrió.

—Quien te entiende, Campos—habló entre risas.

—Tranquilamente podría ser vos la que me entendiera—hablé y volví mi mirada a Lian que mira todo con atención desde su posición inicial, es decir, estaba escondido en mi cuello, pero tenía los ojos abiertos y puestos en lo que Ariana, y yo hacíamos. Cerró sus ojos rápidos cuando se encontró con mi mirada.

Miré a Ariana y los dos reímos ante la acción de Lian.

—¿Qué hacían?—pregunte sentándome en la barra con Lian en mis brazos.

—Hacíamos el desayuno, pa—habló Lian saliendo de su escondite. Guió su manos pequeñas hacía mi rostro y ya sabía perfectamente lo que iba hacer.

Tocó con sus dedos mis tatuajes, era muy fan de estos, siempre me lo decía.

—Cuando sea grande quiero tatuarme como vos—habló sin dejar de mirar.

—¿Qué te queres tatuar?—pregunte mientras sentía sus pequeños toques.

—Quiero tatuarme lo que tenes en las manos—habló y yo levanté mis manos tratando de descifrar de cual de todos hablaba.

—¿Cuál de todos?—pregunte.

—Este—quitó sus manos de mi cuello y las paso a mis manos, tocando el tatuaje que en conjuntó a mi otra mano formaba un "Bardero$", sonreí.

—¿Queres ser un Bardero?—pregunte con intriga ante su respuesta.

—Ya lo soy, pero para tener la marca—habló y algo dentro de mi se movió de forma positiva.

—¿Dónde te queres tatuar?—pregunto Ariana haciendo que los dos desviemos nuestra miradas hacía ella que nos miraba atentamente.

—Acá—apuntó sus dedos, en el mismo lugar donde yo lo tenía.

—Queres el mismo tatuaje de tu papá, en el mismo lugar y todo—habló Ariana y Lian asintió muchas veces con una sonrisa.

—Cuando cumplas 16 volvemos a hablar de eso—dije y el asintió, por más que lo quería, él sabía perfectamente que todo llevaba si tiempo.

—¿Queres más tatuajes?—pregunte y el asintió.

—Quiero tatuarme tu nombre—habló y ahí me derretí por completo, muchas personas se habían tatuado algo mío o algo que tenía que ver conmigo, pero que mi hijo esté decidido a hacerse algo que tenga que ver conmigo me hacía vulnerable completamente.

LittleGirl
13/09/22

Desde marzo no actualizaba esta fic JAJAJAJAJJAJAJAJAJ

𝐕𝐢𝐝𝐚 𝐩𝐚𝐭𝐞𝐫𝐧𝐚 | 𝐂.𝐑.𝐎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora