No eres tu

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Cuando Harry despertó sintió que le faltaba el aire.
Necesitaba salir a trabajar. Tantos dias con pesadillas sobre Sebastian Simons lo habian vuelto paranoico.
Le habia dicho a Draco que cuidaría la Mansión Malfoy en lo que él y Ginny estaban lejos.
Harry tenía algo de temor por ellos; pues en sus sueños, veía a Draco con una Ginny muerta.
Cuando llegó al ministerio, se sorprendió de ver a Megan con alguien a quien no se esperaba Zabini; ese idiota de Zabini.
Harry sintió una punzada de celos.
–¡Megan!–dijo–.¿que haces aqui?
Ella lo saludó y luego dijo:
–Pues ahora trabajo aqui.
–Potter...¿como estas?–pregunto Zabini con su usual acentó raro.
Harry rodó los ojos.
–Vamos, ocupo ayuda ya que Draco no esta.
Megan asintió y al despedirse de Zabini siguió a Harry de cerca.
–¿Y? ¿Que vamos a hacer?
–Tu y yo buscaremos a Sebastian Simons–habló Harry.
Megan asintió.
–Ok, ¿por donde comenzamos?
–Er...¿tienes alguna fuente en el callejón Knocturn que nos pueda ser util?
Megan lo pensó por un momento.
–Creo que sí ¿quieres que le diga que investige?
–¡Si! Cualquier cosa que tenga que ver con él o actividad rara reciente ¿de acuerdo?
Megan asintió.
Harry se sentó y vio todos los reporter acumulados en su escritorio.
Megan iba a decir algo cuando Hermione entra.
–¡Harry!
–Hola–dijo el distraidamente.
–Que bueno que volviste. He acomodado tus reportes y los he revisado–dijo Hermone sonriente.
–Eh...¿gracias?
Hermione sonrió.
Megan se alejó silenciosamente, sospechando que la castaña al pensar que podia perder a Harry sus sentimientos por el habian regresado; sabia que Harry podia amarla a ella pero aun albergaba sentimientos por Hermione. Queria que Harry fuera feliz y lo mejor era que no se acordaba de nada.
Megan salió de la oficina con los ojos algo llorosos, pero se recupero e hizo lo que Harry le habia pedido. Como siempre.
Harry no pudo detenerla y Hermione se lo impidió.
–¿Ocupas algo? Estoy trabajando.
–¡Oh si! Claro.
–Hermione...debes irte–dijo Harry.
Hermione lo miró sin comprender.
–Harry...quiero hablar contigo...
–¡No! Ahora no. Tengo cosas muy importantes que hacer–soltó Harry.
Hermione se encogió de hombros.
–Debemos charlar.
–Hermione...
–¡Por favor Harry!–pidió Hermione.
Harry solo suspiró. Tenía trabajo, pero tal vez necesitaba hablar con Hermione; tal vez ella le diría cosas que no recordaba.
–Esta bien.
–Perfecto. En el Caldero Chorreante ¿esta bien?
–Ajá ¿ahora me puedes dejar trabajar?
Hermione asintió y salió.

Hermione esperaba pacientemente a Harry en el Caldero Chorreante y también a cierta persona que luego llegaria por ahí en unos cuantos instantes.
Se aseguro de estar en un lugar más privado.
No podia creer que ahora fuera ella quien estuviera detrás de él.
Harry ya la habia olvidado, pero no permitiría que su prometido le hiciera daño.
Sinceramente, ella no sabía lo que estaba haciendo.
Draco estaba casado y pronto se desharia de Ginny y de su esposo.
Estaba contenta de deshacerse de todos. Luego usaría un hechizo de memoria en Harry y se ocultarian viviendo como muggles para siempre porque la magia le habia arrebatado a sus padres.
Odiaba a los magos.
Ellos habian dejado que sus padres murieran.
Megan le habia robado el corazon de Harry.
Draco y Ginny no merecian ser felices.
Ella tenía que ser la unica que viviera feliz para siempre.
Cuando Harry llegó, Hermione se acomodó el cabello y la blusa.
–Harry...que bueno que has llegado.
Harry asintió.
–¿Querias hablar conmigo? Espero que sea algo importante.
Hermione se miró las manos.
De reojo vió que ya habia llegado su segundo objetivo.
Sonrió.
–Sí Harry.
–¿Y? Cuentame.
Hermione suspiró.
–Es sobre nosotros.
Harry quedó más que sorprendido.
¿Acaso se le habia olvidado lo que ella misma le dijo?
–¿Nosotros? ¿Qué? No entiendo.
Hermione suspiró.
–Harry...me he dado cuenta de todos mis errores–dijo ella–. Casi te pierdo para siempre y...
–Hermione tu misma me dijiste...
–¡Se lo que te dije Harry!–exclamó ella.
Harry suspiró. Intentó tranquilizarse para escuchar a Hermione. Ella le habia roto el corazón en mil pedazos. Habia pasado cinco años de su vida buscandola.
–No sabes cuanto me arrepiento. Te quiero Harry. Pensé que te perdería cuando estabas tan palido...no ver tus ojos es una tortura–dijo ella.
Harry rodó los ojos.
–Vamos Hermione ¿se te olvido que me dijiste que siguiera con mi vida? ¿Que te olvidara?
Hermione se mordió el labio.
–Si Harry...pero...no puedo. Se que tu tampoco puedes olvidarme.
–Hermione...
–¡Dame otra oportunidad Harry! Te lo pido–dijo ella tomandole la mano.
Harry quizo quitar la mano.
–Escucha yo no...–Harry no sabía como decirle la verdad sin herirla totalmente–...yo ya no siento lo mismo por ti.
–Harry...solo escucha ¿si?
Harry asintió. Aunque sabia que debía cortar la conversación.
–No quiero seguir con esto. Se que me has buscado por mucho tiempo y es lo más lindo que han hecho por mi. Te quiero a mi lado–dijo Hermione–. Te quiero Harry, te necesito.
Los ojos de Hermione se llenaron de lagrimas.
Harry suspiró. Miró sus manos juntas.
–Hermione...
–Te amo Harry.
Harry no supo que decir.
Hermione estaba sentada a su lado y lo miraba con los ojos brillantes.
–Lo nuestro ya no puede ser–dijo Harry.
Hermione se acercó a él.
–Tu te casarás pronto ¿lo olvidas?
Hermione estaba conciente de eso, pero amaba a Harry más que a nada en el mundo y si se casaba con Sebastian Simons era porque él le gustaba, pero no lo amaba y porque era un trato entre ellos para hacer sufrir a Harry.
Algo muy enredoso. Lo que Hermione no entendía era que estaba lastimando a Harry y que Sebastian lo iba a matar.
–No si estas conmigo–dijo ella.
Harry rodó los ojos.
–Hermione no podemos estar juntos–dijo Harry.
–Pero Harry...¡ya no puedo callar!–dijo ella mientras empezaba a llorar.
–¿De que hablas?
–No puedo creer que no lo recuerdes–dijo ella.
–¿Que cosa?
–Dijiste que me amabas.
–¿COMO? ¿Cuando dije eso?
Hermione suspiró.
–Antes de perder la memoria.
Harry dudaba que eso haya pasado.
–No, eso no pasó.
Hermione lo miró con los ojos abiertos.
–¿No?
–No, por que yo no...
Hermione le tomó la mano a Harry con fuerza y el la miró.
–Podemos estar juntos. Me he dado cuenta de mi error, te quiero, quiero estar contigo.
–Hermione....!
Harry estaba por levantarse, pero ella se lo impidió.
Lo tomó del cuello de la camisa y lo hacercó a ella.
Lo besó.
Sus labios chocaron y Hermione lo atrajo hacia ella con fuerza.
Harry se quedo sin saber que hacer.
Hermione lo tomo con fuerza y no estaba dispuesta a dejarlo ir.
Harry no le correspondió el beso, pero ella no podia apartarse de él. Habia olvidado el sabor de sus labios. Habia olvidado como se sentia besarlo.
Harry intentaba detenerla.
Pero Hermione solo se separó hasta que vió que su plan habia funcionado.
–¡Hermione ¿que te pasa...?!
Harry se levantó de un brinco y Hermione lo retuvo.
–Harry...por favor no te vayas.
–Escuchame, entre tu y yo no hay nada–dijo Harry.
Hermione lo miro.
–Pero...
Harry se fue corriendo antes de que ella dijera algo más.
Ya no importaba. Su plan estaba hecho.
Era tan predecible. Tan tonta. Pronto Hermione la vería estar helada como cadaver y no se lo perdería por nada.
El plan era muy confuso y sus tratos, igual de confusos. Pero al final, todo pasaría de acuerdo al plan y apenas comenzaba.

Harry no sabía lo que acababa de pasar, caminaba por las calles fe Londres olvidando a donde tenía que ir. Cuando pensó en lo que Hermione le había dicho, no creía que aquerlo fuera cierto. Hermione estaba algo extraña.
Harry no comprendía nada de aquello.
¿Que la amaba? Se lo hubiera creido antes, pero ya no. Ella misma se lo había dicho y a Harry se le había roto el corazón en mil pedazos.
Pensó en irse a Grimnauld Place en vez de la mansión Malfoy que el habia prometido cuidar.
Camino por un largo rato–empezó a llover como siempre en Londres–Harry se detuvo y caminó unas calles más arriba a donde vivía Megan.
Eran unos departamentos muggles con una arquitectura muy bonita de aspecto de palacio. Harry sabía que Megan estaría ahí, ella nunca salía de su casa; cuando llego, su cabello estaba mojado y sentía los ojos pesados.
Tocó, pero nadie abrió, hasta que la puerta de abrió.
Harry tenía las gafas algo mojadas, pero sabía que Megan había abierto la puerta.
–¿Qué haces aqui?–le soltó más enojada que lo normal.
Harry se sorprendió.
–Oye, vengo solo y sin armas.
Ella bufó.
–¿Por qué vienes mojado?
–Necesitaba pensar. ¿Me dejas entrar o me dejas aqui afuera?
Megan rodó los ojos.
–No tengo ganas de recibir visitas que se llamen Harry, asi que vete–dice ella. Harry notó que tenía los ojos algo llorosos–. ¿No tienes que cuidar la casa de Malfoy?
–¡Ese cementerio?! ¿Quién va a querer entrar? Solo piensalo, todos saben que ahí vivió Voldemort–dijo Harry.
Megan lo miró entrecerrando los ojos.
–Esta bien, pasa. Pero te irás después.
Harry asintió.
Esta vez, Megan no andaba de buen humor, mejor decidió no preguntar.
Ella mantenia todo en orden, no como él, pero esta ve. Todo estaba en desorden y algunas cosas estaban en la basura.
Harry no dijo nada. Algo la hizo enojar.
–Megan...
–Sin preguntas, Potter–le lanzó con el mismo tono que usaba cuando estaba molesta con él.
–Ya–Harry se sentó y observó el fuego de la chimenea–. ¿Sabes quién es el muggle de Hermione?
–¿Qué? ¿Por qué debería saberlo?
Harry suspiró.
–Fui a hablar con ella hoy, hace rato...
–¡Oh! Te deprimiste y estabas vagando en la lluvia ¿verdad?
Harry negó.
–No me deprimi.
–Parece.
–¡Que no me deprimi!
Megan rodó los ojos.
–¿Y? No me importa con quién de case–dijo Megan.
Harry suspiró.
–Lo sé, pero...¿acaso te dijo como se llamaba...?
–Tal vez lo inventó para darte celos...¡la verdad no me interesa!–dijo ella fríamente.
Harry suspiro.
–Esta bien.
Megan miró sus manos.
–¿Y? ¿Que te dijo?
Harry suspiró.
–Me dijo que cuando me dieron ese hechizo...yo le habia dicho que la amaba–dijo Harry.
Megan se mostró sorprendida por un instante, pero luego volvió a su compostura normal.
–¿Eso te dijo?–Harry asintió–. ¿Y tu le creiste? Como siempre ¿verdad?
Harry negó.
–No lo creo...yo no...bueno, ella me dijo que no me queria...¿por qué yo le diría que la amaba?
Megan suspiró.
–Tal vez lo hiciste–dijo ella sin mirar a Harry a los ojos.
Harry se inclinó y colocó los brazos en las rodillas.
–¿Tu sabes que pasó?
Megan levantó la vista y observó a Harry. Sí, ella sabía exactamente lo que había pasado. Hermione estaba mintiendo ¿para qué?
Pero Megan, había visto como Harry le devolvía el beso. Tal vez, ellos siempre debieron estar juntos.
–No, no de qué paso–mintió y Harry lo supo.
Él suspiró, si ella no le iba a decir, tenía que buscar respuestas en otra parte. En si memoria.
Ese hechizo no podia estar evitando sus recuerdos si él lo evitaba.
Cuando llegara a Grimnauld Place, actuaría de inmediato.
–De acuerdo–dijo Harry y se levantó.
Megan solo se quedo en su sillón sin moverse–. Ten cuidado, no hemos atrapado a Simons.
Megan asintió.
Harry empezó a irse, pero sabía que no debía hacerlo. Megan tenía algo, algo que impedía que él mismo se calmara.
–Megan,
Ella no lo miró.
–¿Por qué no me dices que te pasa?
Ella no dijo nada, solo suspiró y miró a Harry antes de bajar la mirada y decir:
–No creo que sea de importancia.
Harry iba a añadir algo, pero pensó que solo arruinaría todo y abrió la puerta. Salió y bajo por las escaleras y pasillos. Luego se encontró de nuevo en las calles.
Desapareció y volvió a estar en Grimauld Place. La mansión Malfoy se cuidaría sola.
Cuando llegó, Harry sacó su varita.
No podia estar asi. Tenía que recuperar todos sus recuerdos.
Asi que apuntó a su cabeza con la varita.
Intentó varios hechizos, se desmayo y golpeó la cabeza contra el suelo al caer, pero al final, estos resultaron y Kreacher lo ayudo a recomponerse.
Hermione mentia.
Megan no le dijo la verdad.
Pero Hermione no tenía porque mentirle ¿que es lo que estaba ocultando? ¿Por qué?
Ahora él usaría sus propios planes.
Estaba arto de que jugaran con él y Hermione era la que lo hacia, su forma de actuar no era normal y Harry pronto descubriria sus secretos.

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