Harry estaba en la mansión Malfoy, al ver la sonrisa de su mejor amigo, su día se alegró por completo.
Estaban celebrando que el pequeño Scorpius estaba en su casa.
Megan estaba feliz y cargaba al bebe de Ginny con una sonrisa. La señora Weasley murmuraba que sus hijos habían sido muy gordos de pequeños y Narcissa Malfoy acomodaba los regalos del bebé Malfoy.
–Scorpius será un chico fuerte como...
–¡Yo!–exclamó Ginny riendo.
Draco rodó los ojos.
Harry solo bufó.
–Espero ser tío pronto...–susurró Draco.
Harry se ruborizó y soltó una carcajada, luego de ahogarse con su bebida.
Ginny tomó al bebe Malfoy y lo llevó a su cuna.
–¡Pufff! Esto es duro.
–¿Y la mansión ya no tiene fantasmas?–preguntó Harry.
Draco soltó una risa.
–¡Ya no más!
Megan soltó una risa.
Harry observó a todos a su alrededor, ninguno sabía que habia mandado ya la aceptación al duelo.
Tenía verlos a todos contentos antes de irse esa misma tarde.
Megan y Ginny sonreían y Luna se unía a ellas.
Draco tenía los ojos puestos en Scorpius en todo momento y besaba a Ginny en la frente.
Tal vez si ellos eran felices, Harry podría llevarse algo consigo para derrotar a Sebastian.
Miró a Megan que jugaba con el bebé Malfoy, si salia vivo de esa, le pediria matrimonio.
Soltó una risa para si mismo de solo pensarlo.–¿Tú eres Harry Potter? ¡Bah! Eres demasiado debilucho.
–¿Que pensabas, que sería alguien grande como Grabbe o Goyle?
Megan arrugó la nariz de una forma muy tierna.
–¡No esperaba eso!–señalo a Harry completo.
–Estas loca.
–Mira, tu eres el que esta loco. No yo. Solo un loco le dice loco a otro.
Harry rodó los ojos. Esa era la niña molesta con la que se sentaría el resto del año. Ni Malfoy era tan desagradable, a ese nivel no llegaba.Harry sonrió.
–¿Qué te pasa?
Harry suspiró.
–Sigo pensando que estas loca.
Megan rodó los ojos.
–No demasiado.
–Al menos ahora lo admites–Harry dejo su bebida y miró al bebe Malfoy.
–Pensé que sería pelirrojo.
Megan sonrió.
–Pues no lo es.
–Ya se rompio el lazo de los pelirrojos–dijo Harry.
Megan rodó los ojos.
–¡Harry querido!–exclamó la señora Weasley–. Que gusto verte, estas muy delgado todavía. Si vienes a mi casa te preparare unos postres...deliciosos, así te pondras en forma.
Harry asintió varias veces.
–Cuando usted diga, señora Weasley.
La mujer sonrió y siguió saludando a todos.
Neville y Luna se acercaron.
–Vaya fiesta, incluso McGonagall vino a ver al bebé.
–¡Es tan lindo!–dijo Luna.
La fiesta continuo sin interrupciones. Harry tenía que irse.
–Tengo que irme–dijo Harry a Malfoy–, iba a tener una reunión.
Draco asintió distraidamente.
–Esta bien Harry, luego nos vemos.
Si vivo, pensó Harry.
Harry se dió la vuelta y Draco gritó:
–¡Hey! Ten cuidado.
Harry asintió.
Buscó a Megan entre la multidud. La encontró hablando con Ginny y Luna, las tres de cabellos muy diferentes y la combinación era graciosa.
Una pelirroja, una de cabello negro y la otra rubia. Eran un trio perfecto.
Harry llego y se llevo a Megan.
–Voy a una reunión–le dijo. Ya lo habia planeado todo, formaría una reunion a la que nunca llegaria–. Nos vemos luego.
–Esta bien, me quedare aqui un rato.
Harry asintió, esperaba que Megan no viera sus nervios y el miedo de que no sabia si la volvería a ver.
La acercó a él y la besó. Megan le correspondió.
–Te amo.
Megan soltó una risa.
–Lo sé.
Harry le dió un beso en la frente y se alejó.Estaba nervioso, no sabía que hacer y sin duda, no quería dejar sin protecion a la gente que amaba.
No miró atrás cuando se fue, solo se transportó al bosque de Dean y esperó a que llegara Sebastian.
Estaba nervioso y no sabía que podía hacer para calmarse.
Sentía que no volvería a ver a sus seres queridos. Había visto morit a Sirius.
Estaba decidido a no morir antes de que Sebastian pagara por sus crímenes.
Mucha gente había sufrido por culpa suya.
Sostuvo su varita con fuerza mientras esperaba. Sentía la adrenalina correr por sus venas. Todo su cuerpo se estaba preparando.
Sabía pelear después de todo, él era un auror. Pero jamás había usado las maldiciones imperdonables y siempre había intentado no usarlas, sin embargo, esta vez, Harry estaba listo para detener a Sebastian.
Ni siquiera con Voldemory se había atrevido a hacer una maldición imperdonable, no podía revajarse al nivel de los magos tenebrosos. Sin embargo, ahora estaba todo en riesgo nuevamente.
Ya había muerto una vez y había vuelto a vivir, la vida le había dado una segunda oportunidad y la despedicio buscando a Hermione por cinco años para que ella fuera la traidora.
Harry estaba decepcionado de sí mismo, debió parar. Pero había hecho una promesa. Pero esta vez, a nadie le dijo que volvería. No lo dijo en verdad.
Sintió qur algo saltaba dentro de él, su corazón dió un brinco enorme. Megan lo mataría cuando se enterara. Draco lo quemaría vivo.
Ambos le habían dicho que no hiciera ninguna tontería, que los tres lo vencerían, pero ahí estaba él, Harry Potter, como siempre; nunca escuchaba a los demás.
–Vaya, vaya–Había sentido la prescencia de Sebastian segundos atrás. Su varita estaba lista.
Hermione estaba a su lado, como Bellatrix junto a Voldemort.
Sebastian se había pintado el pelo y sus ojos estaban oscuros, como si no hubiera dormido en dias.
Hermione se veía como toda una bruja malvada, pero sus ojos estaban neutrales, sin ninguna señal de vida. Hermione lo miró y bajó los ojos, negándose a mirarlo a los ojos.
Sebastian soltó una carcajada.
–No falto a mi palabra–dijo Harry con la varita lista. Era muy probable que Hermione también lo atacaría.
Traidora. Y pensar que te amaba.
–¡Harry Potter!–gritó molesto. Sus ojos se ensombrecieron–. ¡Ahora pagarás por lo que has hecho!
Sebastian alzó la varita y Harry hizo los mismo.
–¡Avada Kedavra!
Harry esquivó el hechizo facilmente. Sus manos sudaban, pero mantenía la varita firme, lanzó su hechizo favorito y Sebastian salio volando.
Rapidamente, hizo que un arbol se convirtiera en finas dagas puntiagudas que iban volando a una rapida velocidad hacia Harry.
–¡Protego!
Las filosas dagas se detuvieron y Harry las envió en contra de Sebastian.
Hermione miraba todo desde una distancia prudente. Rogando para que Harry saliera ileso.
–¡Cruccio!–Harry volvió a esquivar el hechizo de Sebastian, pero salió volando y cayó a unos metros del mismo lago en donde Megan lo había salvado años atrás.
Harry rodo sobre su espalda y se puso detrás de unas rocas. Tomo de nuevo la varita con fuerza y lanzó rayos verdes. Sebastian soltó una maldición imperdonable y el arbol cayó sobre Harry. El muchacho soltó un gritó ahogado, pero tomó su varita y lanzó un expelliarmus.
Estaba molestó, su rostro estaba sangrando, cuando unas rocas le impactaron en la cabeza. Sus lentes estaban rotos y su varita habia salido volando.
Accio varita.
Sintió el peso de su varita en su mano y reparo sus lentes.
Sebastian se acercaba lentamente, Harry esperó a que lo hiciera.
–¡Bombarda maxima!
Sebastian abrió los ojos como platos, el lago colapso sobre él.
Hermione soltó un grito y se cubriónla boca con las manos.
–¡Wingardium Leviosa!–Harry hizo que Sebastian flotara, lo estrelló contra el suelo desde una distancia muy alta y Sebastian se golpeó muy fuerte el rostro.
Harry tomó la varita y buscó algo más para lanzarle.
–¡Accio roca!
La roca le impacto en la espalda a Sebastian en cuanto él quizo levantarse.
Harry caminó lentamente. Sebastian estaba tendido en el piso con el rostro lleno de sangre.
Cuando vió a Harry acercarse, soltó una carcagada y siguió riendo con amargura y dolor.
–¡Levicorpus!
Sebastian se elevó en el aire. Harry miró como el muchacho estaba luchando por volver al suelo.
Harry le concedió su deseo y lo dejo caer. Algo se rompió y Sebastian soltó un grito.
Hermione se ocultaba detrás de un árbol, con la mirada fija en la pelea.
–Expelliarmus–Harry le arrebatónla varita–. Accio.
Sebastian soltó risas dolorosas.
–...Vas a morir Potter....lo que le hare a tu mejor amigo...a ese bebé que acaba de nacer....yo lo criaré con Hermione. Seremos sus padres–ríe Sebastian.
Harry empuñó las manos.
–¡Aguamenti!–un charco de agua se formó en la cabeza de Sebastian, Harry hizo que sus brazos estuvieran inmoviles con un imperio y Sebastian no podia moverse, se estaba ahogando.
Cuando dejó que el hombre siguiera, Sebastian sonrió.
–Morirás Harry–dijo él–....también cuidaré de tu noviecita. Luego la torturaré...la volveré loca y la mataré...y voy a dusfrutar....
–¡Cruccio!
Sebastian empezó a gritar. Sus gritos se escuchaban por todo el bosque y Harry dirigía su ira hacia el y eso impulsaba aún más el hechizo.
No le tocarás ni un solo cabello....si le haces algo, no me importa que pase conmigo....te mataré. No puedo dejarte vivir si harás daño...
Harry detuvo el hechizo, miro a Sebastian con odio y este se retorció de dolor.
Hermione se tapó los oídos.
–Tu le tocas un solo cabello a Megan y te mató–dijo Harry–. Jamás permitire que vivas.
Sebastian soltó una carcajada.
–Seguro que todos ya te estab buscando y ¿que crees?....Hermione mandó un pequeño recado de donde estabas. Quien lo encuentre primero, gana–Sebastian solto una carcajada.
–¡Cruccio!
Sebastian volvió a gritar.
–¡Basta Harry!–grito Hermione–. ¡Basta! Este no eres tu...
Harry dirigió su varita a Hermione.
–Tú eres una traidora.
–Los magos no protegieron a mis padres ¡quiero destruirlos Harry! Por todo lo que hicieron–exclamó Hermione, sus ojos fríos y calculadores, pero llororsos.
Harry no dejó de apuntar la varita a Sebastian.
–¡AAAAAAAAAHHHHHHHHH!
–¡Harry!
Harry dejó de hechizar a Sebastian de nuevo.
Pero este siguió riendo.
–Dame mi varita...hagámos un duelo a...muerte....
–¡Expelliarmus!–Hermione mandó a la varita de Harry por los cielos.
Harry la miró con odio. Ella se puso delante de Sebastian y él, con una sonrisa irritante, llamo a su varita.
Harry hizo lo mismo, pero Hermione lo tenía acorralado.
–Lo...sien...to–dijo ella con una mueca–. Me reuniré contigo pronto.
Accio Varita.
La varita de Harry aterrizo en su mano, justo en el momento en el que Hermione lanzaba el hechizo.
–¡Avada...!
–¡Espelliarmus!–Hermione salió volando y se golpeó contra un árbol.
Harry miró de donde venía el hechizo. Rodó los ojos y vió a Sebastian con una sonrisa en los ojos.
–¡La ganadora es tu...!
–¡Cruccio!–Sebastian volvió al suelo.
Hermione se había puesto de pie y miró a Megan con odio.
–¡Maldita serpiente!
–Lo mismo digo.
Harry lanzó a Sebastian lejos. Cuando este pudo levantarse, Harry estaba listo para recibir sus hechizos.
Megan salió corriendo en dirección contraria a Harry mientras Hermione corría detrás de ella lanzando hechizos.
Los árboles caían y Megan los esquivaba agilmente.
–Espero que solo quede tu novia al final...¿quieres elegir el metodo de tortura?–ríe Sebastian.
Harry empuñó las manos y se preparó. Sebastian comenzó a lanzar hechizos que explotaban y hacían temblar al suelo.–¡Megan!–Hermione gritó–. No te escondas.
Una enorme rama le impactó la cabeza y Hermione se tambaleo. Cuando recupero la compostura, dirigió su varita a Megan. La otra detuvi el hechizo y lanzó chispas rojas hacia Hermione. Las chispas traspasaron su ropa, haciendo que se quemara.
–¡Incendio!
–¡Expelliarmus!
–¡AHHHHH!
Hermione pegó un grito.
–¿Qué, es todo lo que te sabes? ¿De que te sirvió ser la rata de biblioteca?–Megan se burló.
Hermione empuñó las manos. Su mirada era asesina.
–Disfrutare mucho matarte.
Megan soltó una carcagada. Escuchó una terrible explosión y esperó que Harry estuviera bien. El muy idiota se había ido a pelear contra dos lunaticos y Megan había tenido que ir a buscarlo por todo Londres, hasta que encontró la nota en su escritorio y sabía que Harry sí había mentido como ella sospechaba. Ahora tenía que enfrentarse a la loca de Hermione y eso no estaba en su plan de vacaciones.
–¡Megan, maldita....!
Hermione salió volando, luego soltó in gritó de odio.
Otra explosión.
–¡Me quitaste a Harry! ¡HARRY ES MIO!
Megan rodó los ojso, intentando mantener la coordura para lo estrangular a Hermione.
Lanzó otra hechizo y Megan se tambaleo, tomó su varita con fuerza y escuchó un grito a lo lejos.
No parecía ser Harry.
Megan sostuvo su varita. Observó a su alrededor y había una enorme roca.
–!Levicorpus!–la lanzó en direccion a la pierna de Hermione y cuando esta se impactó en la chica, esta cayp al suelo, gritando de dolor. Megan no podia quedarse y que Hermione pudiera levantarse de nuevo.
Se tenía que asegurar de que no caminara de nuevo.
Con una enorme rama le golpeó la cabeza y la chica cayó inconciente al suelo.
–¡Incarserus!
La ató a un arbol con cadénas mágicas y se llevó su varita.
Corrió en direción a las explosiones esperando que Harry estuviera bien.Harry se levantó, la sangre corría por su rostro, estaba manchando su camisa y sus manos.
Sebastian habia obtado por pelear de manera muggle. Lo estrangulaba y Harry lo había golpeado con una roca fuerte en la cabeza.
Sus varitas habían rodado por la colina y Harry le daba mas importancia a quitarse a Sebastian de encima.
Lo estaba estrangulando, el aire se iba de sus pulmones.
Le pegó en el estómago y Sebastian soltó su cuello.
Pegó un grito al ver que Harry se levanto y que lo comenzó a golpear en la cabeza con fuerza.
Accio varita.
Su varita llegó de inmediato, Sebastian se levantó y empujó a Harry.
Estaba molestó, muy molesto, seguro estaba muy adolorido también, pero a Harry no le importaban los sentimientos de Sebastian.
–Ahora...tendré que matar a tu novia frebte a ti....para que la veas gritar tu nombre y que no la salves....
Harry apretó los dientes y alzó la varita.
–¡Incendio!
Sebastian ardió en llamas.
Harry lo golpeó y Sebastian rodó la colina para apagar el fuego.
Harry lo hizo. La ropa olía a quemado y Harry de lanzó de nuevo sobre él.
Abrió los ojos, sorprendido. Sebastían había usado una de las dagas filosas de madera para encagarsela a Harry en el estomago.
Sintió que la sangre caliente salía de su cuerpo a gran velocidad.
Harry se tambaleó. Su golpe quedo el aire y se agarró en estomago con fuerza.
Buscó su varita, pero no la encontró.
Sebastian se levantó, cojeando, tomó su varita.
Soltó una carcajada y dijo:
–Ahora sí, haré que Megan te olvide. Ella será mía. Matare a Draco y a esa estupida de Ginny, me quedaré con su bebe....pero más importante. Tendré loq ue tu jamás...verás. Luego, matare a Megan lentamente como tú hiciste con Cho. Un simple "obliviate" y Megan no recordará nada–Sebastian sonrió, Harry gruñó de dolor, no podia hablar como quisiera para decirle que eso no pasaría–, sera mía. A quien amará seré yo. Además, me tocó buena suerte, no es fea. Me gusta, de hecho.
Harry empuñó las manos, buscando su varita. Intentó levantarse, pero el dolor lo hizo caer.
Sebastian levantó la varita:
–Tal vez incluso me nombre "El heroe del Mundo Magico"–soltó una carcajada–. Hasta nunca Potter.
Alzó la varita y lanzó el hechizo.

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Encontrarte
FanfictionHarry no ha parado de buscar a Hermione en cinco años y no parara de hacerlo. Ella podría estar en grave peligro. Harry tenía que salvarla. La guerra había terminado, Harry, ahora un auror del ministerio y no cualquiera, sino el jefe; se ha puesto...