Un brusco cambio de vida

3K 107 55
                                    

(Aviso a navegantes: Es imprescindible leer la sinopsis. Este es un fanfic con alto contenido en lemon de tipo futanari y escenas que pueden herir la sensibilidad del lector. No me hago responsable de perturbaciones ajenas, ya somos mayorcitos para saber qué podemos y/o queremos leer. Disfruten de la obra y de la evolución de los personajes.)

<<Los alfas tienen el control absoluto sobre sus betas

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

<<Los alfas tienen el control absoluto sobre sus betas. Ningún beta puede imponer su voz ante su alfa o el alfa de otro linaje. Por su parte, los alfas tienen la libertad de poseer todos los betas que puedan mantener con su patrimonio, por lo que es común encontrar casas grandes donde cohabitan todos los betas para un mismo alfa. El alfa no tiene obligación de mantener económicamente a la familia de su beta, pero sí es altamente recomendable para mejorar su fama y su reconocimiento en la jerarquía.>>



La madre de Historia había decidido aquello sin preguntar y sin pedir permiso. La situación en la que su casa se había visto envuelta los últimos años había ido de mal en peor. Alma había sido despedida, su marido estaba gravemente enfermo y postrado en cama desde hacía un año. sus cinco hermanos, todos ellos humildes trabajadores de muy mal carácter, sin holgura económica para independizarse. Alma la vio clara: la única hija que era hermosa era Historia, la más joven. A Historia le gustaba escribir y era muy amorosa, tenía una ternura que no tenían sus otros hijos, por no hablar de que entre sus amigos, muchos le habían echado el ojo. No deseaba que ninguno de esos pobres muchachos, sin capacidad para sacarles del hoyo, le pusieran la mano encima. Así que sin previo aviso, la añadió a la famosa candidatura que se había publicitado por televisión: Ymir Fritzel elegiría a una nueva beta para formar parte de su casa. ¡Era perfecto! Aquella imponente mujer de piel dorada se había ganado el respeto del resto de alfas. Entre toda la montaña de alfas pudientes que existía, ella estaba en la cumbre. Igual que la famosa Hange Zoe, era una alfa con pene. Y no habían muchas así. Generalmente aquello era señal de un carácter mucho más tempestuoso y un poderoso apetito sexual. Ymir había dado una polémica el año anterior al no escoger a ninguna de las cien seleccionadas para su casa, se fue con las manos vacías. Pero este año Alma tenía una corazonada: Historia no podía quedarse fuera. Era demasiado tierna. Y muy distinta físicamente a Ymir, seguro que eso le gustaba. No podía dejar pasar aquella oportunidad.

Pero la realidad era que todos temían a Ymir. El último año se había dispersado el rumor de que sintiéndose traicionada por una de sus beta, la había molido a golpes hasta que por un supuesto accidente y tratando de escapar de ella, la muchacha embarazada había caído por el arco del puente más elevado que había sobre el lago. Para las chicas betas, que deseaban parir a otra alfa fuerte, estaban deseosas de ser escogidas y por supuesto, debía ser una lealtad a nivel físico y emocional. Ninguna beta podía yacer con otra mujer u hombre. En el momento de su elección, pasaban a ser propiedad de las alfas.

Viviendo con un monstruoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora