Mansión de Ymir
Nikolo trajo gentilmente té para todos. Con el transcurso de la conversación que mantenían en el salón, Historia acabó enterándose de que Ariadna y los otros tres chicos que estaban sentados a su lado eran, efectivamente y muy a su pesar, primos directos de Ymir. Su padre y el padre de Ariadna eran gemelos, por lo tanto, sus rostros y cuerpos eran muy similares. Igual ocurría con los chicos: dos de ellos eran terroríficamente parecidos a Ymir, pero en sus miradas se respiraba algo mucho más siniestro y oscuro. Se llamaban Bastian y Harold.
El tercer hermano carecía de pecas, era el más bajito y tenía una mirada dulce y apaciguada, además, era el único que no parecía querer estar allí. Era el joven Bernard. Se pasó toda la reunión entretenido con el móvil.
—La decisión la tomé hace unos cuantos meses. De todos modos, en las escrituras de la villa no venía una cláusula correspondiente a la jerarquía. La casa siempre será mía, igual que siempre fue de mi padre.
—Pero ahora es nuestro padre el que ha fallecido, y antes de leer el testamento, sospechamos que había una última voluntad escrita de mano de abogado. La décima parte de los cultivares son de él, sólo queremos reclamarlos y pedirte un precio por la mitad del cultivar que tú regentas.
—Prefiero comprar tu parte y extirparos a los cuatro del contrato, si puede ser.
—Eso no puede ser. Son muchas hectáreas contenidas en ese 10%, Ymir. Qué más te da.
—Que no quiero tenerte cerca.
Ariadna puso los ojos en blanco y sus pupilas fueron a parar a Historia. La rubia había estado en silencio toda la comitiva, sentada al lado de Ymir.
—No la mires —dijo Ymir en un tono seco. Ariadna se humedeció los labios y volvió la vista a ella.
—Intentaba comprender cómo un ser humano tan insignificante y poca cosa como esa esclava ha podido hacer que te conviertas en el lastre que eres ahora.
Ymir apretó los dientes, pero no le dio tiempo a responder. Uno de los hermanos la miró con rudeza y habló antes.
—El espacio que nos corresponde seguirá siendo nuestro igualmente, así que no nos iremos de aquí. Pero el camino hasta esta villa es bastante largo. Si construimos una casa cerca del cultivar, no es mala idea empezar ya las obras de otra mansión. Podremos dirigir los negocios de droga desde aquí mismo.
Historia casi se atraganta con el té al escuchar aquello.
—¿Có... cómo.. ha dicho... droga...?
Ariadna puso una expresión de desagrado al oírla hablar.
—Es incómodo que escuche estas cosas. Deberías sacarla de aquí. No sabe nada de nuestra familia, Ymir.
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Viviendo con un monstruo
FanfictionLa jerarquía de alfas conforma la estructura social más ruin y depravada en el mundo. Manejan todo el dinero de los países, gobiernan sobre cualquier estructura social, tienen inmunidad diplomática y se sabe que están involucrados en el tráfico de d...