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Era día sábado. Raptor volvía de su trabajo de medio tiempo en un ciber-café. Se dirigía al pequeño edificio en donde alquilaba un departamento, realmente prefería pasar el tiempo en algún parque o paseando por ahí, pero tenia que ir a su departamento a limpiarlo ya que no lo hacia hace dos semanas y se podría decir que era un chiquero, no literalmente.

Caminaba cerca de un callejón, de pronto, escuchó un maullido. Curioso, se acercó a ver de qué se trataba y cuando lo descubrió se escuchó un tierno:

-Aww~ Un gatito...

Así es, un gato, de color negro y blanco, con ojos azul brillante. Tomó al adorable y pequeño animal de la caja con mantas en donde estaba y revisó su vientre, en busca del género del gato.

-Oh, perdona.-Aclaró su voz.-Aww~ Una gatita...-Corrigió, cuando se dio cuenta de que en realidad se trataba de una gata y no de un gato.-¿Te abandonaron?-Le preguntó a la gata. Ésta pareció responderle al hacer que sus ojos brillasen, o como se conoce normalmente, ojitos tiernos.

A nuestro protagonista le pareció muy tierno y sintió lástima por la gata y su anterior estado. Tomó rápidamente una decisión, llevar a la gata al departamento que alquilaba. A pesar de que los animales estuvieran prohibidos en el edificio, podría ocultar a la gata del portero y de las cámaras de seguridad de los pasillos, y de sólo eso tendría que preocuparse, pues no había cámaras en los departamentos.

🐈💜...💜🐈

Caminando por los pasillos del edificio. Raptor caminaba con algo de dificultad, pues llevaba a la gata que encontró en aquel callejón, en sus brazos, dentro de su suéter. La gata quería salir de ese espacio tan cerrado, pero no podía, aún, todavía Raptor no llegaba a su departamento, donde no había cámaras y la pequeña gata podría andar libremente, después de bañarla e ir al veterinario, claro.

Ahí es donde entra nuestro otro protagonista, quien bajaba las escaleras para salir del edificio. Sparta. Y Sparta no es tonto, ni ciego, como para no ver que su vecino traía algo debajo de su sudadera, así que se acercó hacía Raptor para averiguarlo, ¿porqué? Ya le traía ganas a Raptor, osea de hablarle y ver que pedo con su vida, no se imaginen otra cosa, ¡cochinos >:v!

-¡Hey, Raptor! Hace tiempo quería hablar contigo, pero no me daba el tiempo. ¿Te parece si vamos a tu departamento para hablar?

Raptor lo miró confundido, después de todo, eran simples vecinos que se hablaban para dar los buenos días y poco más. Antes de preguntar el por qué de sus tan repentinas ganas de hablar con él, el de ojos cafés lo atrapó en un abrazo y dijo en un susurro.

-Se ve el animal debajo de tu sudadera, imbécil.

Raptor tragó en seco, miró hacia abajo, donde estaba su estómago, y vio que la gata se movía mucho, pegando su pequeña cabeza a la sudadera y haciéndola resaltar. Espera... No había necesidad de usar el insulto.

-Ahh... Claro, vamos.

-Es el número 12, ¿Verdad?-Se separó del heterocromático.

-Es el número 13, de hecho.

-Entonces, vamos.

Y se dirigieron al departamento del mayor, osea el heterocromático. No hace falta decirlo, pero por si acaso :v.

🐈💜...💜🐈

-¿Por que tienes tan sucio el departamento? Osea no me quiero meter en tus asuntos pero, tío, uff.

-Perdón el desorden, siéntate.

El menor de cabello ondulado se sentó en el pequeño sofá color mezclilla de la sala del pelirrojo y se acomodó, después el dueño del sofá hizo la misma acción.

-¿Por qué metes a un animal al edificio, si están prohibidos?-Habló el menor.

-Bueno... Me dio lástima, y a veces hay que arriesgar para ganar, ¿sabes? Estoy muy solo. Supongo que vi una oportunidad y la usé.

-Ok, pero que mierda, tío. Haberte buscado un amigo o... ¿yo qué sé? Si te descubren te echan.

-Lo sé...

Ambos se quedaron pensando en qué hacer, miraban a la pequeña gata jugando con las cortinas que tapaban las ventanas, porque claro, no podían regresar a la pequeña gata al callejón donde Raptor la encontró, no eran malas personas como para ilusionar a una pequeña gata sin hogar y luego tirarla a la calle, de nuevo. Pero la gata debía tener sus cuidados en el veterinario y salir a pasear de vez en cuando.

-Y sí... ¿Te ayudo a esconder a la gatita...?-Dijo Sparta con algo de duda en si cubrir al pelirrojo o no.

-Me ayudarías, ¿en serio?

Sparta asintió con la cabeza.

-Tengo todos los días libres, excepto los fines de semana.

Raptor sonrió de lado y abrazó a Sparta.-Gracias.

Correspondió el abrazo.-No hay de qué, para eso están los amigos.-También sonrió.

-Pero...-Se separó de Sparta y lo miró.-¿Cómo vamos a cubrir a la gata?

-Bueno...

🐈❤💙Continuará💙❤🐈

🐈Doos🐈[Spartor]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora