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Natalia

-Ya esta, ¡tu ganas! -Llevamos dos horas de viaje y queda otra mas. Vic se quedó dormida a la media hora de empezar y estoy jugando con Marck al uno, pero ya me he cansado. -¡Siempre me ganas! Es injusto.

-No, no lo es. Tu eres muy mala y yo soy muy bueno. -Me guiña el ojo y me entran ganas de arrancarle la cabeza. -Es que eres muy cortita y este juego es de pensar. -¡Se esta riendo en mi cara! Admito que tiene gracia, y me uno a el.

-Por lo menos yo no tengo corta otra cosa. -Abre los ojos sorprendido y frunce el ceño.

-¡Te pasaste! ¡Con esas cosas no se juega! Verás cuando se lo diga a Vic. -Se cruza de brazos y se hace el enfadado, pero obviamente no lo está.

-Que miedo. Vic me quiere mas y sabe que llevo razón, así que tu pierdes. -Hablar con Marck es genial. Puedes hablar de lo que quieras y te escuchara, luego te dará su opinión aunque no la quieras oír. Será un buen psicólogo.

-¿Podéis parar de picaros y de pegaros? ¡Me habéis despertado brutos! -Oh no, está de mal humor. Mark y yo compartimos una mirada de miedo. ¡Cuando se le despierta se convierte en un monstruo!

-¡Ha dicho que la tengo corta! ¿A que no? ¡Es una mentirosa! -Vic pone los ojos en blanco y temo lo peor.

-¿Es verdad que le has dicho eso Nat? -Levanta las cejas y me mira amenazante. ¡Enserio da miedo!

-¡No! ¡Yo le dije que la tenia mas grande que una hormiga!

-Me alegra escuchar eso. ¿Espera que? ¡Ya me la estabas intentando meter! -Nos damos cuenta de la estúpida conversación que acabamos de tener y nos empezamos a reír

-Vale, pero como dato. ¡No es corta!

Dejando a un lado la conversación de antes nos pasamos el resto del camino hablando y riendo. Se que en algún momento Vic le ha dicho que no me dejara pensar en lo sucedido hoy, y me alegra que se preocupen por mi.

***

Estamos en una plaza bastante amplia. Tiene bandolines de colores colocados por las farolas, en el centro hay una bandera que supongo que será del campamento ya que es amarilla con dibujos de ratones. Hay bancos por todos lados, al frente de la plaza hay un edificio de madera que supongo que será la cocina y las salas de juegos. Porque por lo que he visto en internet las cabañas están mas alejadas de la plaza.

La verdad, que me esperaba que fuera esta su bandera, pero me parece que la gente no tiene la imaginación suficiente como ponerle nombre a un campamento. ¡Lo único que le falta que es nos llamaran ratones!

Hay mucha gente de todas las edades y eso me agobia porque se, que aquí no voy a poder ser la chica solitaria que suelo ser.

-¡Buenas tardes! ¿Cómo se encuentran mis ratoncitos favoritos? -Todos a coro dicen bien, se escuchan risas, gente hablando y sonrisas en todas las caras. La verdad que este lugar transmite muy buena vibra. -Para la gente nueva que estará un poco sorprendida. ¡No! No os suelo llamar ratones, pero me hace gracia por el nombre del campamento y lo suelo decir en el primer discurso.

-Ahora vamos a pedir un poco de silencio porque vamos a asignar las habitaciones. Y si, las elegimos nosotros, no se harán cambios a no ser que sea de vida o muerte. -Parecía una cuadra, porque solo se escuchaban bufidos. -No sopléis tanto, luego me lo agradeceréis.

La gente a la que asignan se acerca a una mesa con llaves, papeles y cestas y les dicen por donde está su cabaña. De momento no han llamado a ningunos de los tres y espero que nos toque juntos porque si no es así, me muero. Por lo menos que me toque con uno de ellos. Las cabañas son de 8 personas y solo de pensar en que voy a tener que convivir con esa gente tanto tiempo me enferma. Solo espero que me caigan bien.

¿Me gusta el verano?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora