¿Me gusta el verano?

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Natalia

Ayer después de cenar María, Alberto y yo decidimos ir a investigar la zona. ¡Adivinar que paso! Nos perdimos, si como lo leen, nos perdimos una hora buscando la cabaña. Lo mas fuerte de todo es que ninguno de los demás se dieron cuenta de que llevábamos bastante tiempo por ahí perdidos.

Cuando llegamos todos se fijaron en nosotros y se empezaron a reír.

-¿Pero vosotros donde estabais? -Pregunta Adrián sorprendido.

-¿Que estábamos donde? ¡Perdidos por el monte! -Digo con un tono entre enfadada y de risa.

-¡Llevamos una hora! ¡Una hora!

-¡Pensaba que íbamos a tener que dormir en un árbol! -Después de escuchar eso último todos se comienzan a reír de nosotros. Y yo como indignada que estaba cogí el primer cojín que vi y le di al primero que vi riéndose, a Alejandro.

-¡Oye! ¡Te vas a cagar! -Y así fue como empezó una guerra de almohadas.

Cuando nos cansamos nos tiramos en los sillones a charlar sobre lo que nos tocaría hacer mañana.

-Es como una yincana, tendremos que competir contra las demás cabañas. -Dice Adrián que parece ser que se ha estado informando.

-¿Y que tendremos que hacer? -Pregunta Pedro.

-Pues nos darán un mapa y tendremos que ir buscando unos símbolos raros, creo que intentan que con esta actividad conozcamos el lugar.

-Bueno pues será mejor que no les demos el mapa a ellos -Dice Alejandro mirándome, quiere que entre en su juego y no lo pienso hacer. Todos se empiezan a reír menos nosotros tres.

Cerca de las tres de la mañana decidimos irnos a dormir ya que nos deberíamos levantar pronto.

-Buenas noches ruidosa. Que sueñes conmigo. 

-Ya te gustaría. Adiós. -Le digo en tono borde, no entiendo, de verdad que no lo entiendo, enserio no lo entiendo. Se me hace conocido, estoy casi segura de que nunca antes lo había visto, pero se me hace familiar.

***

He dormido muy mal, se supone que deberíamos que despertarnos a las nueve, pero yo me he despertado a las siete. Las pesadillas han vuelto, llevaba mucho tiempo sin tenerlas pero como dice mi psicóloga todo vuelve, tarde o temprano vuelve.

He decidido irme a duchar pasa despejarme y ya estar arreglada. Las duchas son comunitarias, eso puede que incomode a otras pero a mi no, estoy acostumbrada. Al fin y al cabo llevo toda mi vida compartiendo todo.

Cuando he llegado son las ocho y media, si que me he demorado en la ducha. Como no sabía que hacer he cogido un libro y me he puesto a leer en el salón. Pensé que era la única despierta pero parece ser que no.

-Hola, ¿soñaste conmigo anoche? -será egocéntrico.

-Ojalá. -Le digo sin levantar la mirada del libro. Noto que se sienta a mi lado y le hecha un vistazo al libro.

-Uy ¿Y eso? ¿Tanto te pongo? -Ahora si que levanto la vista del libro.

-No, pero soñar contigo es mejor que tener pesadillas. -Veo que abre y cierra la boca pensando en que decir.

-Pues si yo soñara contigo tendría pesadillas. -Capullo.

-Sigo pensando que es mejor tener pesadillas contigo. -Va a decir algo pero le cortan Vic, Marck y Alberto.

-¡Buenos días mis niños! ¿Qué tal la noche? -¿Cómo es posible que ya tenga tanta energía? Aunque Alberto se nota que es pura energía.

-Bien -Digo intentando sonar lo mas creíble posible para que Vic no se de cuenta de que algo sucede, no quiero amargarle el verano.