ENCUENTRO FORZADO....FUTURO INESPERADO

UNIDOS POR EL DESTINO

La verdad Izuku estaba un tanto inseguro de que su príncipe fuera a cumplir su palabra sobre ser gentil al momento de tener intimidad, y menos cuando se decía que los dragones eran seres demasiado territoriales y posesivos.

Pero aquellos besos sobre su cuello, pequeños apretones en sus nalgas y las embestidas lentas pero profundas lo hacían jadear de placer, además de babear un poco por no poder cerrar bien la boca. En definitiva su señor de los dragones estaba siendo demasiado gentil con él, dónde cada beso y caricia lo dejaban con ganas de un poco más.

Katsuki tampoco estaba muy bien que digamos, ya que al ser virgen eso de la resistencia y experiencia no se le daba. Solo hacia lo que su deseo le decía, además de tocar dónde a él le encantaría ser tocado.

Pero no se iba a indagar en ese tema, al menos no por ahora. Ya que solo había una misión y eso era desposar al elfo y seguir con el ritual ceremonial.

Al ser ambos inexpertos y falta de experiencia, los hizo culminar rápido en un potente y primer orgasmo.

Izuku arqueo levemente la espalda mientras se corría con fuerza sobre su abdomen y sobre el de su marido.

Katsuki en cambio se corrió en el interior de su ahora esposa con fuerza, dónde al sentir que su pene se ponía un poco flácido, lo saco mientras un poco de su semen y sangre salía de aquella entrada ya desvirginada. Lo que demostró que su elfo era totalmente virgen y puro, y que la unión se podría efectuar bien.

Por lo que al descansar un poco de su primera vez, ambos se levantaron de la cama y se empezaron a vestir con la ropa que estaba regada por doquier.

Al salir ambos de la habitación, caminaron hasta su madrina. Quien estaba sentada en el lugar donde se hizo la presentación, mientras tenía dos tapones para oído y miraba unos archivos.

Pero su atención se desvío al ver que los ahora esposos estaban frente a ella. Se levantó con elegancia mientras se quitaba las cosas que se había puesto para evitar escuchar los ruidos de consumación.

Extendió su mano y fue ahí cuando Katsuki le dió la sábana blanca de seda que fue testigo de su encuentro carnal con su elfo.

La madrina vio que en la tela había semen quizás de ambos, una mancha de sangre, prueba que el elfo era puro y bastante sudor quizás también de ambos al consumir su matrimonio.

Lo siguiente que pasó fue que la madrina envolvió a Katsuki y a Izuku con la sabana, para hacer un nudo frente a ellos. Quedando los dos abrazados por la tela que tenía los fluidos corporales de ambos.

La madrina cerro los ojos y empezó a recitar en rimas varias palabras de unión y para sorpresa de Katsuki eh Izuku, la sábana empezó a arder en un fuego verde y naranja que empezó a elevarse y mezclarse entre si. Las llamas no quemaban y el olor que desprendían sorprendentemente era un dulce aroma.

Cuando la tela se consumió por completó,  un tatuaje con líneas negras empezó a aparecer en el brazo izquierdo de Katsuki, además de tener una letra en medio. Todo paso sin sentir dolor alguno, pero cuando vio al elfo se sorprendió bastante.

Ya que a Izuku en el brazo derecho le salieron marcas como si fueran quemaduras en forma de garras, miro a Katsuki y este sonrió al ver que su elfo tenía una marca dragoniana en todo el brazo. Muestra de que fueron marcados por los símbolos de unión del clan contrarió.

La madrina en ningún momento perdió detalle de nada. Incluso dibujaba los signos que le habían salido al dragón y al elfo después de que la sábana se quemó por completo.

— Con esto terminamos la unión ceremonial, por favor miren sus meñiques — el elfo y Katsuki lo hicieron, sorprendiendose de ver qué en el meñique había un hilo delgado que los conectaba a ambos. — El hilo que a aparecido en sus dedos es prueba de que están enlazados, se estira, se enreda pero jamás se rompe y solo ustedes pueden verlo. El destino lo hizo así para que cuando mueran en este inicio de vida, en sus próximas reencarnaciones ustedes se puedan encontrarse siempre —.

Fue el momento en el que Katsuki saco de la bolsa de su pantalón una cajita de terciopelo color naranja, para mostrar dos argollas de oro. Izuku al mirarlas se sonrojo para luego desviar un poco la mirada.

— Bienvenida mi reina de los dragones — al decir eso Katsuki le coloco la argolla más pequeña a Izuku en el dedo anular, para luego el elfo agarrar la otra argolla y ponerla en el dedo de su ahora esposo.

— Se que el destino nos unió, pero espero que con el tiempo sea su corazón quien me elija mi señor de los elfos —. Expresó Izuku al sentir como su esposo le dió un beso en la mano.

— La presentación, cambio de reliquias, consumación y marcas familiares ha sido todo para terminar esta unión ceremonial, una que fue bendecida y unida por el destino. Futura reina de los dragones, Izuku de Bakugou. Futuro rey de los Elfos, Katsuki Midoriya, felicidades —. De inmediato 13 hizo una reverencia a los nuevos esposos.

El elfo y el dragón respondieron la reverencia a su madrina, quien le extendió de inmediato al rubio una carpeta de color café.

— Ahí se encuentra la llave de su nuevo hogar, los horarios de ambos, que clases van a tomar juntos y por separado. Nos estaremos viendo, buena suerte —.

Un suave gracias fue lo que dijo Izuku antes de sentir como su esposo lo jalaba de la mano para salir de una vez de ese lugar.

Cuando la madrina quedó sola en la habitación, miro la carpeta que tenía los datos del elfo y Katsuki, además de la nueva información que habla recopilado en la ceremonia.

— Jamás en todos mis años de vida me eh enterado que un elfo se case con un dragón, pero ahora, ¿Saldrá todo bien?  — susurro un poco seria al no saber que estaba por suceder con ese joven matrimonio que ella debía guíar.
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