ENCUENTRO FORZADO....FUTURO INESPERADO

UN GESTO QUE CURA LAS HERIDAS

La brisa nocturna le meneaba su alborotado y enredado cabello verde, gracias a la hermosa luna es que podía apreciar esa nocturna caminata de regreso a casa, dónde las luciérnagas se lucian al mostrar su bello brillar por todo el camino.

Izuku miro todo con fascinación antes de empezar a tararear con una voz de lo más suave y melodiosa, dónde a los segundos el sonido de los grillos acompañaron su hermosa voz.

Las luciérnagas empezaron a reunirse cerca de Izuku y empezar a titilar, dándole al elfo un toque mágico y hermoso mientras cantaba, el aire también hacia de las suyas al alzar los pétalos de las flores alrededor del elfo.

La misma naturaleza se mostraba feliz al reconocer la magia pura que desprendía el elfo ante el canto hacia la luna, una que brillaba intensamente y bañaba a ese ser de luz en muestra de aquel lindo espectáculo.

Cualquier criatura que viera la escena dónde Izuku era el protagonista, se hubieran quedado con la boca abierta mientras intentaban creer que todo lo que veían no era más que un simple pero maravilloso sueño, dónde el protagonista era un ser simplemente perfecto.

Pero todo ese encantó y magia reunida gracias al poder elfico de Izuku se rompió cuando se escuchó el quebrar de una rama. Izuku detuvo su canto antes de girar la cabeza con rapidez en un intento de saber que fue lo que pasó.

Hasta que vio una melena rubia alborotada salir de entre la oscuridad de la maleza y árboles.

—Lo siento, yo solo quería escuchar más de cerca tu voz — confesó Bakugou al ver que aquella luz y canto mágico que rodeaba a Izuku había desaparecido por su imprudencia.

Izuku nego con la cabeza levemente en un intento de eliminar la timidez que estaba sintiendo. Mientras soltaba un suave, "no pasa nada".

—¿Podrías cantar un poco más? — la pregunta que soltó el rubio dejo a Izuku sorprendido ya que a decir verdad él jamás pero jamás había cantado delante de alguien, más que nada porque sabía que no podía hacerlo hasta que se enlazará con su esposo en espíritu.

— Yo, bueno es que — antes de siquiera decir algo coherente, se fijó que Katsuki estaba con algunos moretones en el rostro y brazos, así como el intenso aroma a sangre y sudor que desprendía. —¿Estás bien?...¿Que te paso? — pregunto alarmado al acercarse al rubio y comprobar si este seguía sangrando por alguna herida.

— No deberías preocuparte por mi — señaló el rubio al ver que Izuku estaba igual que él en mugre y sangre seca. Dónde el elfo recordó su aspecto y se avergonzó.

— Regresemos a casa para curar las heridas — pidió Izuku al ver que ninguno de los dos estaba bien, algo en lo que Katsuki estuvo de acuerdo.

Ambos caminaron despacio y en silencio con dirección a su pequeño hogar, dónde Izuku solo miraba al frente y Katsuki no decía nada pero al ver de reojo al elfo así de manchado y lleno de sangre seca se sintió fatal, ya que él recordaba al hermoso elfo que conoció en la casa matrimonial. Pero ahora quizás por su culpa se la estaba pasando fatal.

—¿Que hiciste hoy? —. Pregunto Katsuki en un intento de romper el incómodo silencio, dónde Izuku lo vio antes de regresar de nuevo su mirada al camino.

—Estoy en un grupo con otras dos reinas, Todoroki y Kirishima creo se apellidan —. Katsuki al escuchar aquellos apellidos se detuvo de golpe y miro fijamente al elfo. Quien sin darse cuenta de nada, siguió hablando de lo que hizo en clases.

—¿Te cuento algo deku? — el elfo al ver que su esposo se detuvo, él también lo hizo y asintió con la cabeza.

Katsuki estaba por decir todo lo que sabía sobre Shoto y Momo pero al ver que estaban aún fuera de su hogar, prefirió callarse ya que no sabía quién podía oírlos.