México sentía palpitar su corazón. Lleva una venda en los ojos. Alemania apareció en la puerta de su casa luego de la junta. Y con un la frase: "¿Confías en mí?" le saco de esta. Le cubrió los ojos en cuanto subió al vehículo.
-Alemania, ¿voy a regresar a mi casa en una pieza, cierto?
-¿Por quién me tomas?
-Es broma. Pero ya dime. Sabes que soy curiosa y literalmente estoy muriendo.
-No mueras. Aguanta un poco más, gatita.
Gatita, ah, como se le ocurren cosas tan tiernas.
-llegamos. No te quites la venda aun.
-Alemania, me estas matando.
-Solo un poco más.
Le guía tomándola por las manos. Él camina por delante.
-Listo, puedes quitarte la venda.
Ante la latina aparece un kiosco bellamente decorado. Una mesa romántica para dos está en medio de este.
-Alemania. Que hermoso. Pero, ¿Por qué? No es nuestro aniversario. Porque no es nuestro aniversario, ¿cierto?
-No, no es nuestro aniversario. Ven, siéntate.- el alemán recorre una silla.
-Que galán.
La cena fue una de las comidas más deliciosas que ella hubiera probado. Se preguntaba si el tudesco cocino todo o pago por ello. Trae el postre en una bandeja tapada. Alemania se pone de pie. Desde un escondite saca un ramo de rosas inmenso.
-Pero, wow. Alemania son...son demasiadas, ha de haber cómo mil rosas ahí.
-En realidad son 100. ¿Sabes qué significa?
-Pues la verdad no.
-Significa: Me entrego por completo a ti, por toda la eternidad.
-Alemania, eso es demasiado hermoso.
Le entrega el ramo. Toma la bandeja y se arrodilla.
Ahí, no manches.
-Desde que te vi por primera vez tú le has dado tanto color a mi mundo gris. Y no quiero perder jamás esos colores. Quiero seguirlos observando con cada gesto, sonrisa, mirada y beso tuyos. Dime Mexiko. ¿Te gustaría compartir vida conmigo?-Destapa la bandeja, enseñando una cajita pequeña con un anillo en su interior. El anillo tiene tres piedras: verde, blanca y roja.
México tiene los ojos abiertos como platos. No hay sonrisa en su mirada. Está en shock.
-Si no quieres comprenderé...
-Si quiero.- murmura México.
-¿Si quieres? Y ¿Por qué respondes de ese modo?
-Es...es que ya he tenido este sueño antes. Y en el momento en que te beso siempre me despierto.
Los labios del teutón de unen a los de la latina. Después de algunos minutos se aleja.
-¿Aun crees que estas soñando?
-Ay wey no estoy soñando. ¡SI, SI QUIERO CASARME CONTIGO, ALEMANIA!- se arroja a los brazos de Alemania. Como aun esta arrodillado pierde el equilibrio y cae al pasto.
-¿Te golpeaste?
-No, gracias por aceptar.
-Gracias por proponérmelo.
-Así que, ¿Qué más sueñas?
México se pone color escarlata.
-Co...cosas buenas, cosas buenas.
-Dime tus sueños, que yo me encargare de cumplirlos.
-Alemania, ¿Por qué haces que me enamore más de ti?
-Porque tú también lo haces.
-¿Cuándo?
Ante la cara de duda de la mexicana Alemania solo sonríe.
- ich liebe dich/ Te amo.
-También te amo.
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Amorometro Alemex
RandomPorque el amor también se puede medir. Una mexicana que frutas vendia, a perense asi no era. México, la latina mas alegre de América, se enamora de Alemania. Y dice: Lo quiero pa'mi.