Alemania ya tenía su disfraz. No fue difícil: un esmoquin, una media mascara en el rostro y era el fantasma de la ópera. Camina por la calle y algo en un aparador llama su atención.
Llama a México. Habían acordado decirle su atuendo para ir de parejas. Pero no contesta.
-¿Alemania? Hermano, ¿Qué haces aquí?
Rusia se le acerca.
-Vine a comprar mi disfraz. Llamo a México pero no me contesta.
-Debe de estar en el salón. ONU le puso a arreglarlo como castigo por lo del vitral de la otra vez.
-¿Ella sola?
-Creo que sí.
Alemania sale corriendo.
-Ey. No alcanzaras a arreglarte. –Rusia se encoge de hombros. Se detiene.
-¿Ella dijo que si iría con él?
El Tudesco llega al lugar donde será el baile. Abre la gran puerta. Ve a México volando de un lado al otro.
-Ok, esto por acá, y esto por allá. Carajo ONU, esta vez te pasaste. –cuelga unas guirnaldas de luces.
-¿Te puedo ayudar?
-Waa. Alemania, no me asustes así. ¿Qué haces aquí?
- es tut mir leid/ Lo lamento. No quería asustarte. Me entere que estas encargada de arreglar esto.
-Sí, pero ya verás cómo ahorita acabo. (Ahorita en unas 8 horas)
-¿Dónde va esto?-Alemania toma una gran caja.
-No es necesario, en serio.
-Vamos, tómalo a cuenta de la ocasión en la que me apoyaste con los documentos.
-Pero si no hice nada aquella vez.
-Anda.
-Está bien. Esa va por allá. Y acá unas sillas.
Ambos se movían a todos los lados del salón. Ella colgando y terminando de decorar. Mientras él acomodaba el mobiliario. Después de horas sus esfuerzos rindieron frutos, el salón estaba hermoso.
-Haa, terminamos.
México miro la hora. Ya todas las tiendas estarían cerradas, y ella aun no había comprado su atuendo. Es más ni siquiera sabía de qué iría Alemania.
OH, jode.
Alemania miro el rostro decaído.
-¿Qué sucede?
-No es nada. Solo que no podre acompañarte. Lo lamento, pero no compre nada para ponerme.
-Bueno, tal vez esto sirva.
Le entrega una caja.
-Alemania, no puedo aceptarlo.
-Me lo ofrecieron en paquete con el traje. Y a mí no me queda. Jajá.
-En eso tienes razón. Bueno, en ese caso, gracias. Deja me voy yendo volveré tarde.
-Nos vemos aquí.
Al llegar a casa ella saca el vestido.
-Alemania, es hermoso. ¿Por qué haces que me enamore más de ti?
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Amorometro Alemex
De TodoPorque el amor también se puede medir. Una mexicana que frutas vendia, a perense asi no era. México, la latina mas alegre de América, se enamora de Alemania. Y dice: Lo quiero pa'mi.