Declarar

323 42 6
                                    

- Ich will sterben/ Quiero morir.

Alemania tenia la cabeza en su escritorio. Sus manos estaban detrás de su nuca. ¿Por qué se encontraba en ese estado? Por lo que hizo en el baile.

El beso entre él y México era el momento mas hermoso y mágico que el europeo tricolor estaba experimentando. Era, hasta que alguien fue al balcón.

-Uy, lo siento.

Fue lo único que dijo el intruso que arruino la magia. Ambos se separaron, con un leve sonrojo en sus mejillas. Pero en ese momento una idea a atravesó la mente de Alemania.

Yo, que hice. Yo, a mi amiga, porque,

-¿Por qué te bese?- dijo esto en voz alta.

El rostro de México se transformó en uno lleno de dolor y tristeza.

-Perdón.

Fue lo último que salió de los labios de la latina antes de salir corriendo.

-Meksika, ¿Qué sucede?- Rusia intento detenerla, pero esta logro esquivarle. El eslavo pudo ver unas lágrimas rodando de sus mejillas. Busco a Alemania por todos lados, para finalmente encontrarle aun sentado en el balcón.

-Hermano, ¿Qué hiciste?

Y ahora se lamentaba. No podía dejar de mirar en su mente el rostro dolido de la latina.

-¿Cómo le veré a la cara ahora?

Al llegar a la sede lo primero que hizo fue buscarla. Le ofrecería una disculpa. Le encontró y le saludo de lejos, solo para que ella desviara la mirada y se fuera en dirección contraria.

-Supiste la nueva- Austria se acerca al tudesco.

-Vete.

-Australia, se conseguirá otra novia. Parece que es latina.

-¿Eh?

-Capte tu atención. Que Australia le pedirá a una latina que sea su novia.

-¿Sabes dónde?

-En el parque, a las 6.

Alemania salio disparado. Sentía una corazonada en su pecho.

Que no sea a México. Que no sea a México.

-¿Han visto a México?

-Am, no. Creo que se fue al parque. Iba a verse con alguien.

-Dass? No, no puede ser posible, gracias.

Comienza a correr, una mano le detiene por la espalda.

-¿A dónde vas?- Rusia le mira de modo frio. El teutón jamás le había visto así.

-Voy, voy a detener a Mexiko.

-¿Para qué?

-Para que no sea la novia de Australia.

-Y eso ¿a ti en que te afecta? ¿No la quieres solo como a una amiga?

-Yo no quiero.

-No quieres ¿Qué?

-Que ella este junto a él, que sea su novia. Porque la quiero.

-Como a una amiga.

-¡No, no como a una amiga! La quiero, la amo como a una mujer. Me aterra el hecho de pensar que ella estará con otro, que besara a otro.

-¿Y por qué no se lo dices?

-Porque soy un idiota, porque tengo miedo que ella no sienta lo mismo. Tengo miedo.

-¿y qué esperas para decírselo? ¿O esperaras que otro lo haga?

-Yo, voy a decírselo. Iré a decírselo. Si me sueltas primero.

- Izvinite, ahora ve, hermano tonto.

-Gracias.

Corre hacia el parque. Ve a la distancia a México frente a Australia. Ella tiene una pequeña sonrisa. Eso le provoca un dolor en su pecho. Corre hacia ellos. Toma a México de la mano, alejándose del australiano.

-¿Qué, que haces Alemania?

Pero el alemán no responde, solo sigue corriendo con ella detrás, agarrándola de la mano.

Después de mucho detienen su carrera.

- das Verzeihung/ Perdón.

-¿Qué?

-Perdón, perdóname, lo lamento.

-¿Qué lamentas?

-Lamento haberte hecho sentir mal la otra noche. No, no era mi intensión. Solo, solo estaba consternado, no, no era eso. Estaba sorprendido.

-Alemania.

-Lamento haberte separado de ese modo de Australia. Yo solo. Solo no, no quería.

-Alemania...

-Solo, solo no quería que él te pidiera ser su novia.

-Alemania eso no...

-No quiero que eso pase porque yo... yo te quiero, me gustas. Te amo. Te amo demasiado. Yo pienso en ti, no como una amiga, sino como, como a una mujer, como a la mujer que quiero que comparta mi vida. Yo solo...

Alemania ve el rostro de México; unas lágrimas bajan por las mejillas de la latina.

Amorometro AlemexDonde viven las historias. Descúbrelo ahora