Abrazar

321 43 11
                                    

La siguiente vez que se encontraron...

-Alemania, lo siento.

México se encontraba de reverenciada en frente de Alemania. Tenía los ojos cerrados.

-Mexiko, no tienes que disculparte.

-Pero, en verdad lo siento. Fue muy grosero de mi parte quitarte la mermelada de la mejilla.

-Está bien, no te preocupes.

México sonríe.

-Muy bien, todos sentados.- ONU entra.

-Les informo se está organizando un viaje de campamento, para favorecer la convivencia. Compartirán cabaña, a sus teléfonos llegaran el nombre de su compañero.

Los teléfonos empiezan a sonar.

México mira el nombre: Alemania.

Mirando de manera indiferente ella sale del salón.

Alemania ve la reacción de la latina.

Tal vez no le emocione mucho la idea.

Pero en su casa...

-Gracias dioses, gracias...

Después de instalarse y la cena en el comedor común ONU hace un anuncio.

-Hay probabilidad de tormenta. No salgan.

¿Dijo tormenta? Piensa México.

-Mexiko, ¿pasa algo?

-Nooo, nada. Me voy yendo.

-ok. –Alemania ve irse a México apresurada.

Ella busca en su maleta.

-No están, no están...

Mierda, olvide mis audífonos.

-Mexiko.- siente una mano en su hombro.

-Hii, Alemania. Me asuste.

-Lo siento. ¿estas...

Un trueno causa un estruendo.México se paraliza, pero el alemán, no lo nota.

-Voy a revisar las ventanas.-empieza a recorrer el lugar.

Al regresar la habitación se encuentra vacía.

-Mexiko, Mexiko.

¿Salió con la tormenta?

Otro trueno.

-Ugh.

El tudesco escucha un pequeño quejido.

-¿Mexiko?

Abre el ropero. Dentro la latina está hecha bolita. Se tapa sus oídos con las manos.

-Mexiko, ¿Qué...

Un trueno más, ve como ella se estremece.Por fin comprende. Ella le tiene pavor a los truenos.

-Ven aquí.

Le saca del mueble. Pega la cabeza a su pecho. La estrecha entre sus brazos. Ella escucha el latir del corazón del alemán. Cierra sus ojos.

Tararea la melodía de una canción. Ella le observa por un momento.

- Verzeihung/ perdona. Mi padre solía cantarme esto, pero no recuerdo la letra. Si quieres me calló.

-No, por favor, sigue.

Prosigue el tarareo. Ella refuerza el abrazo.

Y así se quedaron hasta la mañana.

Amorometro AlemexDonde viven las historias. Descúbrelo ahora