07. Las reacciones naturales

388 93 18
                                    

— No hablas mucho ¿Uh? Lo lamento, seguro Jimin te ha mareado mucho.

—Mamá.

—No exagero al decir que eres alérgica al silencio a menos que estés leyendo o viendo un drama. Hablas mucho tesoro. —dice la madre de Jimin con deje bromista y Jeonggoo puede ver de dónde viene la personalidad tan social y suelta.

No sabría qué decir del Sr. Park. El claramente lejos de ser tímido, es precavido. Con lo confiada que es su hija no es de sorprender. Jeonggoo se siente intimidada por él. De por sí no tiene ganas de hablar y con él de analista a cada movimiento que haga menos se atreve. Jimin hace un puchero antes de dirigirse hacia Jeonggoo. El gesto enfurruñado destaca en su enorme capacidad de hacerla ver cómo una bebé muy grande.

— ¿Te molesta que hable mucho?

— ¡No! Para nada. Me gusta oírte hablar. —Suelta Jeonggoo nerviosa. Hubiera preferido no hacerlo. Sonó extraño y lo sabe por la forma en que ambos padres se dan un vistazo entre sí.

— ¿Hace cuánto se conocen? Jimin nunca nos habló de ti.

—No tenía tiempo para presentárselas. —excusa Jimin.

—Nos conocemos hace... ¿Cinco meses? Más o menos. Estoy en el mismo salón que Tae. Hicimos un trabajo en grupo y nos conocimos ahí. Se ofreció a ayudarme a subir mis calificaciones en inglés, matemáticas y física.

Lleva, sin exagerar, cincuenta minutos con esa explicación en la cabeza. Jeonggoo se formuló un diálogo mental y en el, esta pregunta era de las primeras. En su mente esto es prueba de fuego. Se nota que Jimin está muy preocupada por la opinión de sus padres. Si consigue caerles bien, la cercanía aumentará y Jimin no va a rechazarla como hizo hace un rato.

—Ah, eso explica por qué estaba tan empeñada en estudiar hasta tarde. —dice la Sra. Park. Jimin asiente llevándose comida a la boca.

Jeonggoo trata de concentrarse, ver sus labios rojos por la salsa picante, como se los relame, el brillo y como se presionan con los palillos o comida se lo impide. Esto es el peor combate al que se ha metido.

—Sobre las artes marciales—Inicia el Sr. Park—. Es un deporte poco usual. Veo a muy pocas mujeres en eso.

—A mí me gusta hacer ejercicio. Es divertido para mí y me gusta cómo queda mi cuerpo—sonríe ilusionada y emocionada de hablarlo. A pesar de estar en interrogatorio, él suena bastante cortés y no burlesco o despectivo—. Antes era muy pequeño y débil. Ahora en el gimnasio no hay quien me gane. —Asegura alzando el brazo. El Sr. Park silba impresionado. Jimin se deja ir por la curiosidad y lo aprieta un poco.

—Eso es impresionante. Jimin es bailarina desde muy pequeña... Daba unas patadas.

—Mi mandíbula aún lo resiente.

—Y anda descalza en todos lados.

— ¡Así es mejor! Se siente más el suelo.

Jeonggoo los deja hablar largo y tendido. Indudablemente, Jimin es la versión pequeña y tierna de sus padres combinados.

. . .

— Puedes quedarte a cenar otro día.

—Cuida tus manos. Nada hay mejor que una persona con manos cuidadas.

—Te hablo después.

Jimin se despide tímida por recordar el beso. Jeonggoo asiente, se despide y se marcha a paso feliz. Una sonrisa se ensancha en su rostro antes de echar a correr en pleno festejo ¡Les agradó! ¡Sí se pudo! Se siente tan triunfadora últimamente. Ahora quiere decirle a Namkyung y a Jin las nuevas buenas noticias.

honey || KookMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora