honey || KookMin

21. Juntas y pleitos

— Esto le gustará.

Jimin sonríe por lo que encontró: una esfera de nieve con Jack Skellington dentro. Un lado navideño, el otro Halloween ¡Es perfecta! Lleva tres horas buscando qué regalarle a su novia por navidad. No quería nada deportivo. Para eso está el día a día o los aniversarios. Además, Jeonggoo tiene otros intereses. Jimin compró dos cajas de marcadores acuarela. La escuchó quererlo y quejarse de lo caros que son. Toma una foto y envía a Taehyung. Él le mostró ayer el regalo que tiene para Hosook: un set de tres plantas pequeñas con macetas que pintó a su particular manera.

Se le hizo adorable. A su Soulmate le compró un bolso Gucci en oferta, él quería, pero no llego a tiempo para comprar. Jimin lo hizo online y en secreto. Sus padres van a regañarla por gastar tanto dinero. Lo presiente. Mira la hora y se pregunta si pedir que la vengan a buscar o ir en autobús.

— ¡Eh! ¡Jimin!

—Hola Señor Jeon. —saluda. Se sintió observada, pero no pensó que alguien de verdad la miraba. El hombre viste casi elegante. Pantalón de vestir, abrigo marrón, camisa negra cuello de tortuga. Sabe que tiene cuarenta y tantos años y le sabe un mal, pero es ¿Atractivo? Asume que parte del encanto de Jeonggoo viene de él.

—Dime Kangdae. No seas tímida—dice con sonrisa galante—. ¿Estás sola? Tenía esperanza de que estuvieras con Jeonggoo.

—No. Lo siento. Le he dicho que regrese, pero ella es terca. —miente Jimin. Claro que la ha visto por montón, obviamente no le diría.

—Sí. Es todo un caso—exhala sonriente—. ¿Quieres un café? Me gustaría saber más de las amistades de mi hija.

Jimin medita que... Su papá le dijo que no se acerca a Kangdae. Jamás. Nunca. Sin embargo, está incomoda. Él se acerca mucho y la presión que provoca vergüenza de estar en público la lleva a decir que sí. Él le compra un café, una rebanada de red velvet y unas galletas. Jimin habla de Jeonggoo omitiendo a Bangtan y su noviazgo. Lo hace a menudo con sus padres, sale natural. Kangdae la mira fijamente. Dura un rato.

—Ah, es tarde. Tengo que-

—Te llevo a casa. No podría dejarte ir sola.

—N-no hace falta.

—Claro que sí.

—Nono, de verdad, estoy bien. Puedo-

— ¿Vestida así? Van a atacarte.

Jimin se mira un instante. Los hombros descubiertos, también parte del abdomen; pantalón alto y botines amarrillos. Kangdae la llega a acariciar en la mejilla.

—Yo te llevo.

El viaje es... incómodo. Él habla mucho, a veces Jimin responde. Debido al tráfico Jimin se impacienta.

— ¿Por qué tan nerviosa?

—Mis padres van a regañarme.

—No pareces alguien que se preocupa por cosas así. Luces más madura de lo que dicta tu edad.

—No en realidad. Aún me gusta Winnie Pooh.

—Vaya—ríe Kangdae—. A lo que quiero llegar es que no te angusties—Pone una mano en el muslo de Jimin—. Estaremos ahí pronto. —Le da un apretón y Jimin sufre un escalofrío. Afortunadamente, no pasó nada más. Apenas la despedida con un beso en la mejilla y caricias en el cabello. Se sintió inusualmente coqueteada.

~ * * * ~

— ¿Puedes venir? Pensé que sería una fecha linda para pasarla juntas.