30. Osos atacan el panal

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—Hay muchos Departamentos pequeños en Seúl. Sería mejor uno así para no tardar tanto en limpiar. Una semana tú, una semana yo; igual con los platos y tendríamos una hora para hacer tarea, un día para ver películas; sacaremos a Bam por la noche para que se ejercite...

Jimin balancea el brazo, tomada de la mano con Jeonggoo que la mira en silencio y profundamente ilusionada. Jimin le sonríe, Jeonggoo da un suspiro de encantó y aprieta la mano de su novia. La llevo a ver una película y ahora ella le habla sin parar de una vida que suena perfecta en Seúl. A pesar de ser así, suena a algo posible. Departamento pequeño, tener que estudiar mucho, el resto del tiempo sería para dedicarse a lo que hagan para subsistir; dormir juntas; tener un espacio para Bam...

Es difícil. Suena difícil a la vez que encantador.

Jimin da por hecho que Jeonggoo irá con ella. No le ha dicho lo contrario. El viaje es en tres días. Tiene todo listo para irse. Igual que Taehyung y Hosook.

— ¡Oh! ¡Y mis padres me van a regalar una operación para mis ojos! Hacerlos un poquito más grandes. Es lo único que quisiera cambiar. Será un regalo de cumpleaños. Espero para ese momento ya haber sido aceptada en una agencia. —anuncia Jimin sin contener la emoción de eso. Jeonggoo sabe que le molesta tener ojos pequeños y quiere agrandarlos.

Parecido a Hyuna.

Es lindo.

Muy lindo.

Pero...

—Yo... no pue...do irme.

Jimin se detiene e inclina la cabeza. Jeonggoo mantiene el rostro bajo y su gesto asustado llama la atención.

— ¿Por qué no?

—Quizá no lo entiendes, pero Bangtan es mi familia. Busan es Todo lo que conozco y me da miedo irme—Jimin asiente. Es una explicación razonable—. Irme tan pronto... dejarlo todo atrás... me asusta mucho.

—Lo sé. También tengo miedo de dejarlo todo aquí. Estar sin mis padres... será complicado—Acepta la bailarina—, pero es cosa de crecer. Hay que hacer nuestro propio camino en algún momento. Ser lo que queremos y avanzar.

—Es muy pronto.

—No en realidad.

—Para mí lo es.

—Ummm...

— ¿Por qué no esperamos un poco más?

—Nop. Yo no lo haré. Tampoco creo que debas—añade Jimin—. Bangtan te va a succionar por completo y no saldrás.

—Prometo que déjate Bangtan. Solo esperemos un poco más.

Jimin suelta una carcajada y niega con La cabeza. Jeonggoo se aparta algo temblorosa por ese gesto. Aparta el cabello largo y tintado de rubio platinado. Jimin da otra risita, balanceándose en sus talones con su falda amarilla ajustada en su cadera y la camisa roja de Winnie Pooh prensada a su pecho.

—Jeonggoo me mientes demasiado. No seas tan descarada, por favor.

— ¡Es la verdad!

—Si me quedo o te dejo aquí no va a poder funcionar porque Bangtan te importa demasiado. Me daría igual si fuese un grupo de baile, deporte, pintura, ejercicios... es una pandilla—Resalta con gesto sonriente y aparentemente tranquilo—. Dónde vandalizan propiedad privada, roban, se hacen daño. Lo siento, pero no es algo que piense seguir aguantando. Ni siquiera por ti.

Jeonggoo respira profundo. Alterada y constipada. No entiende como Jimin puede hablar así hasta darse cuenta de que aprieta las manos y se jala los dedos, nerviosa y posiblemente, temblando para mantener está actitud. Balbucea antes de poder decir algo coherente.

honey || KookMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora