Realidad no tan deseada (Era de los merodeadores)

17. No entiendo nada pero hagamos como que si

Lily se sentó al lado mío y Snape al frente nuestro. Creo que nunca antes estuve en una situación tan incómoda en mi vida.

—Tardamos bastante en encontrarte. ¿Qué haces en el vagón de primero? —me preguntó Lily.

—No sabía que era el vagón de primero...

—Bueno, no oficialmente, pero por lo general se lo dejan a ellos.

Al ver que nadie decía nada más, Lily siguió hablando.

—¿Qué tal tus vacaciones?

—Extrañas.

—¿Extrañas?

—Sería una forma de definirlas...

—Yo me quedé en casa..., pero aún así Sev y yo no pudimos quedar tanto.

—¿Suelen hacerlo? —le pregunté a Lily.

—Vivimos cerca —respondió él.

Intentaba evitar mirarlo, pero giré por instinto, aparté la vista rápidamente.

—Sev no volvió a mi casa desde que Petunia, mi hermana, me chantajeó.

—¿Y eso? —le pregunté.

—El año pasado, Sev se quedó una noche a dormir conmigo...

—No cuentes ese tipo de cosas —la cortó Snape.

—No es nada malo —dijo Lily, pero se calló de todas formas.

—¿Por qué se quedó en tu casa? —pregunté.

—No es tu problema —me respondió Snape, molesto con la conversación.

Lily no volvió a sacar el tema y yo no volví a decir nada el resto del viaje.

Al no conseguir socializar, Lily se aburrió y se quedó dormida en mi hombro. Yo estaba incómoda intentando no moverme para no despertarla. Me fijé en Snape y lo vi mirándola; normal, estaba más bonita aún.

Se había cortado el cabello hasta los hombros, la hacía parecer un poco mayor; y en lo demás, se notaba que también se había hecho mayor por el tamaño de todo. Pude confirmarlo directamente, ya que podía ver por el escote de su camiseta en primer plano. Seguramente a Snape le hubiera gustado estar en mi lugar.

Nos subimos los tres al mismo carruaje que nos llevaría a Hogwarts. Al llegar, y por fin separarnos para ir a nuestras mesas, me alejé rápidamente de Snape y me senté al lado de Avery, quien me saludó como si fuéramos viejos amigos y no nos hubiéramos visto en años, era un tipo muy raro.

Luego de comer, Dumbledore empezó con su discurso y soltó que el profesor Batt había muerto peleando contra unos mortífagos hace unos pocos días...

¿Cómo debía reaccionar? El tipo no me caía bien, y estaba segura que yo a él tampoco. Pero no me esperaba que muriera, así tan repentinamente.

Dumbledore anunció que había logrado conseguir a tiempo una profesora que lo reemplazara, pero que no debíamos olvidar porque causa murió peleando Batt.

—Lo mató mi papá —me dijo Avery en voz baja—. Me hizo un gran favor. Batt casi me desaprueba, estaba seguro que este año si lo conseguiría. —Y se rió, como si me hubiera contado una anécdota de vacaciones.

A eso me refería con raro, Avery era como un alegre niño pequeño incapaz de comprender la gravedad de lo que sucedía a su alrededor e incluso las consecuencias de sus propias acciones. Era capaz de reírse al ver una masacre, en la que seguramente hubiera participado.

Le sonreí de vuelta, tenía que actuar como su futura colega de asesinatos.

Al terminar la bienvenida se fue con su amigo, el matón de Mulciber. Él nunca me hablaba, juraba que incluso me odiaba, y estaba segura que quería vengarse de mí, pero algo lo detenía por el momento.