15. ¿Y ahora qué?

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Los exámenes llegaron y no había tiempo para pensar en Snape, ni en Sirius, ni siquiera en Voldemort. Que les den. Todos a mi alrededor estaban estresados, y me lo pegaron. Nunca me había tomado tan enserio unos exámenes.
Algunos de los exámenes fueron teóricos y la mayoría prácticos, así que me puso muy nerviosa no saber si lo que había guionizado funcionaría.

McGonagall ¿cómo no? Nos hizo transformar animalitos en objetos, encima estaba más seria que de costumbre, se había tomado muy mal lo que pasó con James y Sirius. Decían que solo los soltaba para dar sus exámenes, el resto del día estaban castigados.

El examen que mejor se me dio fue el de Flitwick, los hechizos venían a mi cabeza nada más pedirme que los hiciera. Además, el profesor se aseguraba de que sus alumnos no se pusieran nerviosos durante la prueba. Al final, si lo habíamos hecho bien, nos daba una paleta de caramelo. ¿Por qué no tengo profesores así en mi realidad actual?

El examen de Slughorn consistía en hacer un filtro de confusión. Snape estaba a mi lado en la mesa, así que me puse nerviosa. Llevé los ingredientes a mi lugar y empecé a prepararla, luego de un rato Snape coge el recipiente donde yo tenía el ligústico y lo cambia por el suyo, sin que Slughorn lo viera hacerlo.

—Trajiste apio —susurró.

El último examen que tuve fue el de Estudios Muggles, fue un examen teórico sobre "los tipos más malos en la historia muggle", como buena friki de la Segunda Guerra Mundial puedo decir que estuvo regalado.

Al salir de Estudios Muggles me dirigí al lago. Tuve la mala suerte de que las amigas de Lily estuvieran allí. Cuando se dieron cuenta de mi presencia empezaron a susurrar, Linda tuvo el cinismo de ponerme mala cara... a mí... ¿Esa chica era tonta o qué? Las ignoré y fui a sentarme bajo un árbol, bloqueando su visión.

Ese mismo día me había "reencontrado" con Evan Rosier, él ya me había visto hace días pero no se dignó en saludarme por andar ocupado presumiendo, dijo que me había perdido la última reunión del año y que me iba a contar lo que pasó. Ni siquiera fingió estar preocupado por mí, solo actuó algo curioso por lo que me había ocurrido.
Aunque su forma de demostrar su "amistad" fue sugerirme que podría maldecir a Sirius, o enviar a alguien a por él; al parecer Rosier no hacía oído sordo a los rumores. Recordé que Sirius me había dicho lo mismo una vez, que podría vengarse por mí si es que alguien me molestaba. Vaya.

—¡Hola! ¿Qué tal diste tu último examen? —era Lily. Apareció de pronto detrás del árbol. Seguida de Snape.

Yo no lo evitaba ni nada parecido, ambos habíamos decidido actuar como si nada hubiese pasado en la enfermería. Al menos yo lo hacía bien.
Snape aparecía de vez en cuando junto a Lily, a veces me hablaba, la mayoría del tiempo no, pero no dejaba de mirarme. Era muy incómodo.

—Estuvo fácil.

Se sentaron conmigo, Snape taladrándome con la mirada.

—Me alegro. ¿Por qué llevas estudios muggles? ¿Planeas trabajar con ellos cuando dejes Hogwarts? —me preguntó Lily.

—Ehm... solo creí que el curso era fácil.

—¿Solo por eso?

—Sí, tal vez me sirva de algo en el futuro —sentía que me ardía un lado de la cara ya.

—¿Estás bien?

—Sí... solo que hace calor.

* * *

Las semanas después de los exámenes eran de puro relajo, algunos profesores ni dictaron sus clases los últimos días. De forma que teníamos varias horas libres.

Realidad no tan deseada (Era de los merodeadores)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora