Me observo directo en el espejo y sonrío ante lo extrañas que pueden ser mis amigas.
—¿En serio?— intento ocultar mi diversión.
—Solo seremos nosotros— responde Diane— ¿Me ayudas con el corset?
Asiento y voy detrás de ella, el vestido de novia es algo extraño, el vestido es corto y blanco, sin embargo sé pondrá un corset de un rojo intenso, que si bien es raro, le hace ver completamente hermosa.
Las pruebas de embarazo, hechas después que llegamos de comprar, habían salido todas negativas, lo que indicaba que podíamos embriagarnos sin preocupación de alguna bendición en camino. Por lo que la boda simbólica ya no era necesario, sin embargo aún así decidieron celebrarlo.
—¡Dairy!— grito desde mi habitación.
—Dairy de fue a traer una cosas y de paso a Ethan también.— informa la novia.
—¿Qué?— hipo.
—Faltan las alitas.
Asiento riendo mientras observo el vestido que han elegido la pareja.
Diane es amante de Barbie y sus películas, Josh no se queda atrás y han decidido de disfrazarnos a Dairy y a mí de hadas. Ambas luciriamos como personajes de fairytopia y ahora la castaña estaba buscando las alas que usaríamos.
—Yo quería que traigas a Kiwi— Diane hace un puchero y la miro interrogante sin entender el motivo— Queríamos vestirlo de bibble
—Mi gato solo se deja disfrazar de girasol— murmuro para mí, pero ella lo escucha.
—¿Que?
—¿Qué?
—¿Haz disfrazado a tu gato que se llama Kiwi de girasol?
Como ella lo dice, suena ridículo.
—A él le gusta.— me defiendo.
Ella reprime una sonrisa, la puerta de mi cuarto suena y entra Dairy con unas cajas blancas de tamaño pequeño y una sonrisa aterradora.
—Mi hermano no quiere usar las alas.— avisa Day.
Suelto una carcajada al escucharlo, y miro a Diane pidiendo una explicación.
—Idea de Josh, él también los usará.— comenta entre risas.
Dairy saca las alas de las cajas, junto con la falda que acompañará el corset que ya traigo puesto y mi diversión se esfuma también.
—No me las pondré— protesto.
—¿Por qué?— preguntan al unisono.
Observo con detalle la falda, los colores de al pie son rosas y los de encima son de una tela blanca media transparente, hasta ahí no hay problema, el problema viene cuando observo el tamaño. ¡La falda es diminuta y las alas no! Debería ser al revés.
—En la foto la falda se veía más grande.— recuerdo.
—Ah, es la mía— Dairy pone los ojos en blanco y saca su falda— Yo soy mucho más alta que tú, Mer, si me pongo la tuya probablemente se me vea hasta el hígado que ya vomité.
—Pero...
—Pero nada, ahora cámbiate.
Las fulmino con la mirada, ellas hablan cosas que no escucho y me empiezo a quitar el delgado short que traía puesto mientras me coloco la falda.
—Me veo ridícula— me quejo.
—Así se debe sentir tu gato al notar como tiene nombre de fruta y disfraz de planta— su burla Diane.
ESTÁS LEYENDO
Bajo la lluvia (#2)
RomanceSegunda parte de "Mientras no sea tarde". ¿Que se le dice a alguien que te deja tan desordenado el corazón? América Bax e Ethan Loom, para él, el prototipo de pareja dispareja; para ella, la descripción perfecta de un desamor de adolescencia. Con má...