Bajo la lluvia (#2)

14. ¿América? (Parte I)

El día de cumplir con el trato en el que estaba por mi torpeza había llegado, y eso me ponía nerviosa, principalmente el salir con un extraño.

—Dormiré unos minutos antes de ir a la universidad— anuncia Josh cuando termina de comer.

El ama de llaves de aquí había preparado comida, que habíamos olvidado apagar y se había quemado, por lo que habíamos optado por pedir una deliciosa pizza.

Él besa a Diane y tras un ligero movimiento de mano se despide de Dairy y de mí.

Mi celular vibra anunciando la entrada de un nuevo mensaje. Al ver quién es me quejo, sobre todo al leer lo que dice?

Dalton: ¿Alguna vez le has hecho un amarre a alguien?

Mer: ¿Ahora que quieres?

Dalton: Para la noche ve con un vestido.

Mer: ¿Y si no me gustan los vestidos?

Dalton: Pues tienes dos opciones, ir con vestido... O ir desnuda, tu eliges :)

Mer: No tengo ningún vestido aquí.

Dalton: Supongo que un vestido te saldrá más barato que 3600 dólares.

Mer: En realidad, no.

Dalton: Genial, entonces me avisas que color de vestido usarás para usar una corbata a juego.

Dalton: Y si vas desnuda me avisas para no llevar corbata.

Mer: O tal vez no vaya.

Dalton: Perfecto. ¿Sabías que mi mejor amigo es abogado? Podrá ayudarme con la denuncia por estafa.

Dalton: Y por secuestro.

Mer: ¿Secuestro?

Dalton: Secuestraste una de las pelusas de mi camisa.

Mer: Usa solo una corbata negra o blanca, da igual.

Dalton: Que color de vestido vas a usar.

Mer: Uno en cualquier color pastel.

Dalton: ¿Que tipo de pastel?

Dalton: Okey, no dije nada, pásame tu dirección para enviar al chófer a qué te recoja.

Con un suspiro, y aún irritada, le envío la ubicación del edificio, él me indica la hora en la que pasaran por mí y lo dejo en visto.

—Tengo que hacer un trabajo— se queja Day revisando la hora en su celular— Y luego tengo clases.

—Yo ya tuve toda la mañana— comenta Diane— ¿Dormirás aquí hoy?

—No lo creo, debo ir con Logan a ver a sus padres.

Parece que nuevamente están bien, ya que lo dice sonriente y sin rastros de nerviosismo.

—Me voy o me haré tarde— la castaña sale disparada tras dejar un beso en nuestras mejillas.

—Mis padres están aquí y saldré en la noche con ellos. ¿Vienes conmigo?— propone Diane.

—Tengo que acompañar a un viejo amigo a una reunión— me quejo haciendo un puchero.

—¿Viejo amigo, eh?

—Sí, nada más— oculto que no conozco al tipo y ella asiente sonriente.