Bajo la lluvia (#2)

4. Solo una copa.

No me gusta usar chaquetas enormes, a pesar que aquí son necesarias por las constantes lluvias. Así que opto por un suéter y una camiseta debajo de este.

—¿Vas a salir?— pregunta mi madre desde el umbral.

—Iré a llevarle algo para la sobrina de Nick.

Hace unos días había visto un hermoso vestido blanco, con lindos bordes azules, lo amé al instante y no dudé en comprarle para la bebé.

—No llegues tarde, tienes que hacer tus maletas, o puedes quedarte más días si quieres.

Niego decidida, no quería quedarme más tiempo, extrañaba a mi gato y la tranquilidad que San Francisco me ofrecía. Aún estaba molesta con Nick, aunque nos habíamos visto dos veces desde lo ocurrido hace una semana, no le hablaba aún, pero a Tyler sí, y aunque me habían invitado a una pequeña reunión por la primera semana de vida de su sobrina solo iría a dejarle el obsequio a la bebé.

Me observo una última vez en el espejo, un pantalón rosa, converse blancas y un suéter blanco, no quería llevar más, no estaría fuera de mi casa por mucho tiempo así que sintiéndome conforme salgo en busca de un taxi. 

—Hola— respondo a la llamada de Day.

—Meer— alarga ella— ¿Ya vienes?

—Estoy en camino, pero no puedo quedarme mucho tiempo.

—¿Por qué?

—Mañana me voy de regreso a Portland y mis maletas aún no están listas— miento con lo primero y parte de lo segundo.

—¿No te puedes quedar unos días más?

—Tengo una entrevista con el director de Psicología— le recuerdo.

—Oh, cierto, entonces no tardes.

Ella cuelga y guardo mi teléfono ignorando los distintos mensajes de Nick en la bandeja, y a los poco minutos, ya estoy fuera de su casa.

Al bajarme, veo a Nick con su teléfono en la puerta, él me ve y lo guarda al instante para acercarse trotando hacia mí.

—Mer— saluda

—Hola— le respondo sin saber que hacer.

Era extraño está situación, nunca antes desde que lo conocía nos habíamos enojado, pero descubrir como era molesto no era algo lindo de ver.

—¿Puedo pasar?— pregunto cuando no dice nada— Quiero darle esto a tu hermana— le muestro la bolsa con los regalos

—Oh, sí, estaba por llamarte

Lo ignoro, sabiendo que tampoco soy una persona fácil de tratar. Mis amigas ya se encuentran ahí, ambas habían formado una bonita relación con Clarise y el resto de la familia de Nick, más ahora que Tyler y Day eran novios.

Saludo a sus hermanos, ellos se encuentran viendo embelesados a la pequeña Leia, quién duerme sobre los brazos de su madre. La bebé era hermosa, tenía el cabello rojizo, como de Clarise, con partes morenas como el de su padre.

—Le he traído esto— le alcanzo la bolsa de regalo cuando dejó de mirar a la niña embobada.

—Muchas gracias, Mer.

La pareja saca el vestido de la bolsa mientras el esposo de Clarise suelta un extraño chillido.

—¡Es hermoso!— exclama la pelirroja.

El hermano mayor y su esposa traen snacks a la sala de estar, en dónde todos nos encontramos, y hablan sobre diversas cosas a las que no le presto atención.