16. Encuentros, bodas y embarazos. (Parte 1)

247 24 17
                                    

Habían pasado unos meses de mi visita a Nueva York, y a pesar de todo lo había pasado bien. También fue la última vez que ví a mis amigas en persona, aunque aún permaneciamos en contacto.

La tarde se estaba tornando cálida y mi hora de almuerzo había finalizado, lo que indicaba que tenía que continuar con mis responsabilidades en mi trabajo.

Saludo a las enfermeras que se encuentra en la recepción y colocándome el uniforme del hospital, que consiste en una bata blanca, subo las escaleras hasta el segundo piso en dónde mi pequeño consultorio se encuentra.

La oficina la había obtenido tras regresar de mi viaje, el jefe del hospital estaba contento con mis estudios y mis prácticas, y tras haber estado de asistente, al fin tenía un buen puesto tras mi graduación y mi titulación como psicóloga oficial.

Frunzo mi ceño al ver la puerta blanca de oficina entreabierta, y protesto en voz baja lamentándome de que tal vez en mi descuido la haya dejado así.

Adentro, todo se encuentra en un perfecto orden, pero mi cuerpo da un pequeño salto ante la figura masculina que se encuentra frente mío.

—La belleza es subjetiva— inicia hablando mientras me mira de pies a cabeza— Y supongo que es algo que ya lo sabes.

—¿Qué haces aquí?— pregunto.

—Cada persona tiene un tipo distinto.

Retrocedo unos pasos cuando se pone de pie y da un paso hacia mí con lentitud.

—En Japón hay un estándar de belleza definido, al igual que en Egipto y en cada lugar del mundo. Pero sin completamente distintos

Mi respiración se acelera y es momento de calmar mis nervios para poder controlar la situación.

—Pero estoy seguro, Mer, que superas cualquier estándar de belleza que hay en el universo.

Su sonrisa torcida me dan náuseas.

—¿Sabes por qué?

En su rostro se dibuja una sonrisa retorcida mezclada con una de adoración y anhelo.

—¿Entiendes por qué? Porque eres hermosa, Mer, y he esperado por mucho este momento, el momento en el que te vuelvo a ver.

¿Cuando fue la última vez que lo ví? Cuando cumplí 17, creo. Hace más de 4 años.

Y aunque me había parecido muy guapo al inicio, ahora solo me causaba repudio. Y su mirada también me causa miedo.

Me recompongo en mi 1.60 de estatura y le doy una mirada retadora, y soltando un suspiro exagerado y aburrido, ruedo los ojos en su dirección.

—¿Qué haces aquí, Tate?

Su nombre saliendo de mi boca también me causa asco. Tate, el tipo que me besó a la fuerza y después peleó con... con Ethan estaba frente mío ahora mismo.

—El mundo es muy pequeño. ¿No?— ignora mi pregunta y da un paso hacia mí, esta vez no me alejo hasta que corta la cercanía— Estás tan hermosa como la última vez que te ví— susurra, sus ojos analizan cada parte de mi rostro y cuando está a punto de tocarme me alejo por completo.

—Y tú no sabes respetar límites aún, ¿No?— espeto manteniendo distancia, para luego darle una sonrisa superficial.— Te preguntaré una última vez más, y por tu bien, te conviene responder. ¿Que quieres, Tate?

Antes de que pueda responder, la puerta de mi consultorio se abre de golpe con un ruido seco, dirijo mi vista hacía ahí y mi cuerpo se relaja al ver al hombre que se encuentra ahí.

Bajo la lluvia (#2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora