8. 19 años

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A veces irse, es el mejor acto de amor hacia uno mismo.

Ya me lo habían dicho, yo misma lo había entendido, ahora le tocaba entenderlo a Nick.

Me dolía demasiado, él era un buen amigo, me había ayudado cuando nadie sabía lo que pasaba, sin embargo, me quería y yo a él, pero no con un amor romántico.

Estaba molesta, porque solo éramos amigos y yo no tendría que estar en esa situación, debía solo ser amistad y ya.

—¿Entonces se va a ir?— pregunta Day, anonadada.

Asiento lentamente, ella se cubre su boca y su rostro, pensativa; mismo gesto que imita Diane, ya era mi cumpleaños, tenía 19 años y mis mejores amigas habían llegado hace unas horas, y ahora estaban en mi habitación, procesando la información que les he dado.

—¿Estás segura?— pregunta Day

—Él mismo me lo dijo.

—¿Pero te lo dijo de verdad o estabas lo suficientemente ebria para no entenderlo?

La fulmino con la mirada, la pastilla para el dolor de cabeza post resaca ha funcionado, y asiento nuevamente. Mi gato descansa sobre mis brazos, acaricio su pelaje mientras juega con el cabello negro de Diane, a quien parece divertirle.

—Me embriagué después, mucho después de que me lo dijo.

—Vaya— susurra Diane.

—Pensé que se casarían— agrega la castaña— Y que Nick te embarazaría a los 19.

—¡Oye!

—Lo siento, es que no lo asimilo.— su frente se arruga, en clara concentración— Pensé que él quería algo contigo.

Diane me mira, nerviosa, ella sabe porqué no le he podido corresponder, así que alerta espera por mi respuesta.

—No es bueno mendigar amor, no puedes obligar a alguien a enamorarse de ti.— suelto tras un sonoro suspiro.

-¿Pero por qué mañana?

Su llamada de navidad resonaba otra vez en mi cabeza, la manera tan amarga en la que me dijo que arruinaría mi cumpleaños con su noticia no dejaba de repetirse en mi mente. ¿Se refería a esto? No lo comprendo.

—No tengo idea— suelto encogiéndome de hombros.

—¡Bajen a comer!— la voz de mi mamá suena desde fuera.

—Quiero vomitar todo— me quejo levantándome de mi cama.

—Pues te preparas, mi papá ha organizado una fiesta para nosotras en la sala de eventos del hotel.— salta con emoción Dairy

—¿Y tú mamá?— pregunta Diane.

—Mi mamá y mi papá están en NY, mi papá la llevó para que podamos disfrutar nuestros 19 años tranquilas.

—¿No te puso niñera otra vez?

—¡Quiso mandar a Ethan a que me cuide! ¿Puedes creerlo?— habla indignada, y dramática.

Mis sentidos se alteran, en definitiva no quiero verlo, mucho menos en mi cumpleaños 19.

—¿Y vendrá?— pregunto yo, intentando regular mi voz.

—Obviamente no, está aquí pero le pedí que no vaya a menos de que sea extremadamente necesario.

—¿Y que dijo?

—Que no se aparecerá, que tiene mejores cosas que hacer.

Diane me da una sonrisa calmada, la respuesta de Day me tranquiliza y salgo de mi cama cuando la llamada de mi mamá se escucha otra vez.

Bajo la lluvia (#2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora