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Christopher vistió a sus dos pequeñas con un gorrito rosa de pompón, los cuales le hacían ver muy tiernas a sus bebés, y luego les puso un conjunto blanco con una pequeña nube gris en su pancita que las hacia ver aún más tiernas.

Las acomodó en el carrito de bebés, las tapó con su mantita de flores y las acomodó bien, también agarró su bolso dónde tenía todo lo necesario para ellas.

Lo colgó en el manubrio del coche. Se puso un abrigo junto a su bufanda y su gorro gris para luego agarrar su mochila y colgársela por los hombros para después salir de la casa.

Empujó el carrito y comenzó a caminar por su barrio, camino hasta la empresa "Kim Comporation's" empresa dedicada solo a la compra y venta. Les iba muy bien en su trabajo y contaba con socios de confiar.

Después de unos minutos llegó a la empresa y entró saludando a todos. Algunas secretarias de acercaban para saludar a las pequeñas y estas se ganaban uno que otros besitos por parte de las secretarias.

Christopher hizo una reverencia y camino hacia el ascensor para entrar con el carrito dónde seguían sus pequeñas durmiendo. Apretó el botón del último piso y esperó hasta llegar a este.

Salió de aquella caja mecánica y camino hasta la oficina de su mejor amiga para entrar con confianza.

-¡Christopher!- Zabdiel corrio hacia donde estaba el carrito con las bebés.

-Shh...que están durmiendo.

Él hizo una seña con las manos y las bebés quedaron con él mientras que Christopher caminaba hacia el escritorio de su mejor amiga.

-hola Keyla

-Hola Chris, ¿Ya está todo?

-Como mandaste- dejó caer su mochila en el suelo y se sentó en la silla al otro lado frente el escritorio, cerró sus ojos unos segundos y cuando los abrió su mejor amiga ya no se encontraba en la silla.

-Pero cómo están las niñas...

Miró hacia atrás de él y vio que Zabdiel y Keyla le hablaban a las pequeñas con la típica vocecita con la que todo mundo le habla a los bebés.

Keyla tenía en sus brazos a Jaz y Zabdiel a la pequeña Mica, los dos le hacían caras graciosas a las niñas y ellas reían a carcajadas al ver a los dos mayores.

-Ojalá rieran todo el día. No saben cómo está Jaz, cada noche llora aún más- habló Christopher y Keyla lo miró triste.

-¿Por qué no nos dejas cuidarlas una semana al menos?- preguntó Zabdiel.

-Ya dije, son mis hijas y yo las voy a cuidar.

-Es mucho para ti Christopher.

-Son mis hijas Keyla, y puedo hacerlo como pude antes...ahora también puedo.

-Eso es bueno, es bueno que pienses así- sonrió Keyla mientras acomodaba a la pequeña Jaz en sus brazos.

(...)

-y Jaz duerme más a mi lado que Mica...

-¿Por qué será?- Keyla dió un sorbo a su lata de Coca-Cola y miro a su amigo confundida.

-no se, pero la verdad es que me está asustando porque siento que se aleja cada vez...

-pues...es una mini Christopher, la cuál odia a la gente

-yo no soy así- frunció su ceño.

-oh no, claro que no - respondió sarcásticamente.

-ya Keyla- la frenó su esposo- quizá Mika saque tu carácter y Jaz el de ella...

Christopher sonrió de lado y miró a sus bebés las cuales dormían en el sillón grande donde él estaba sentado. Sonrío al pensar que Mica podría ser como él y Jaz como Lía.

-la verdad que sí, me imagino ver una pequeña Lía en Jaz- sonrió enternecido Zabdiel.

-Bueno Chris- Keyla de puso de pie y y agarró de la mesita del medio unas fotocopias- tienes que firmar todo esto y rellenar algunas cosas para los nuevos ingresos, y también para el nuevo socio - se sentó en el sillón individual y le tendió las fotocopias a Christopher.

-¿Algo más?- Keyla negó con la cabeza- está bien...

-¿Estás seguro en no dejarlas con nosotros?- se animó a preguntar Zabdiel.

-Estoy bien, gracias por preocuparse.

-Cualquier cosa nos avisas, ¿Okey?

-Si, si

Zabdiel se puso de pie y se acercó a Christopher para abrazarlo fuertemente, el de tez pálida le correspondió el abrazo de igual manera. Necesitaba un abrazo.

-Sabes que puedes contar con nosotros.

-Lo se y gracias

-Ay Zabdiel, pareces un embarazado, estás muy sentimental - bromeó Keyla.

-Y si no usas condones también vas a estar como yo Keyla - dijo y sonrió divertido al ver la cara de ella.

-Deja de decir tonterías.

-Ya le dije a Keyla de intentarlo pero ella y dale que dale con que ambos somos muy jóvenes- abultó sus labios y se sentó al lado de Christopher.

-Solo quiero estar segura de que mis hijos van a tener todo lo que ellos quieran, por eso trato de trabajar más.

-ajá, ¿O le tienes miedo a los bebés? - elevó una ceja.

-Nada de eso. Si fuera así no sería tan cariñosa y apegada a Jaz y Mica

-Porque no son tus hijos- contraatacó Zabdiel.

-Tiene razón.

-¿Ahora están en mi contra?

Christopher y Zabdiel comenzaron a reír por la actitud que Keyla había tomado.

Papá soltero Donde viven las historias. Descúbrelo ahora