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Dedicado para sairavelez <3

—¡Y corrimos de acá para allá y el profe me felicitó por mi rendimiento!— Christopher sonrió al ver como su hija le contaba feliz a su hermana lo que habían hecho en el entrenamiento.

—¿Y que más?— metió una papafrita a su boca y miró atentamente a su hermana.

—¿En verdad quieres saber más?— Jaz asintió con la cabeza y la sonrisa de Mica se hizo más grande—¡Pues hice una amiga que es muy buena y encima tiene solo un papá como nosotras!

—¿De verdad?— preguntó Jaz y Mica asintió con la cabeza.

Después del entrenamiento, Christopher retiro de la escuela a Jaz y los tres fueron a un puesto de comida rápida para pedir unos panchos con papas fritas para celebrar el primer día de entrenamiento de Mica.

—¿Y como se llama?

—Mi amiga se llama Aaliyah Camacho y su padre de llama Richard Camacho. Dijo que me iba a invitar a su cumpleaños, es en unas semanas.

—¿Y como nunca la conocimos?

—En la escuela no tiene amigos así que vive literalmente en la biblioteca del colegio.

Christopher sonreía al escuchar la conversación de sus hijas, el siempre iba a estar feliz si ellas lo estaban.

Pero las palabras de aquella maestra no salieron de su cabeza, el nunca pensó en juntarse con alguien, siempre quiso estar solo y obvio con sus dos pequeñas pero nunca pensó en tener una relación.

—Niñas...

—¿Si?— las dos lo miraron y Christopher se puso serio.

—¿Ustedes...pensaron en que algún día yo me juntaría con alguien?— mientras preguntaba jugaba con el vaso que tenía su bebida servida.

—Muchas veces— respondió Jaz.

—Tambien lo pensé, ¿Por qué?

—¿Ustedes estarían de acuerdo con que yo tenga pareja?

—¿Acaso tienes a alguien?— preguntó Jaz emocionada, Christopher sonrió levemente y negó con la cabeza—¿Y entonces?

—Nada, tío Zabdiel me dijo que les preguntara qué pensaban sobre si yo tuviera pareja.

Era mentira, porque no le iba a decir que estuvo hablando con cierta maestra y esta no dejó de rondar en su cabeza, y menos sus palabras las cuales tuvieron un gran efecto en él.

(...)

Christopher terminaba de ordenar sus papeles. Luego de comer con las niñas habían vuelto a casa y ellas comenzaron a preparar sus cosas para ir al colegio al otro día.

Era viernes y era su último día de semana para ir a clases, Mica ya podía volver al colegio y ésta estaba feliz ya que podía ver a su nueva amiga y a su maestra.

Zabdiel

Te dije que esa maestra era buena y tú dale que dale con que no, ¿Ahora me harás caso Christopher Vélez?

Christopher sonrió de lado al leer aquel mensaje y negó con la cabeza divertido. Aunque Zabdiel seguiría con su forma de pensar, él no le iba a hacer caso.

El de tez pálida siempre iba a mantener en su cabeza que él no necesitaba tener a alguien para hacer ciertas cosas. Christopher iba a negarse porque él no quería arriesgarse y que nuevamente le rompieran en corazón como la madre de las niñas lo hizo.

Zabdiel

—¡No me claves el visto Christopher Vélez, sabes que tengo razón. Ahora piensa en cómo vas a tener una cita con aquella mujer o voy yo mismo y hablo con ella!

Y eso fue suficiente para que toda la diversión se fuera de su rostro. Sabía que su amigo era capaz de eso y de más, ahora sí que estaba jodido.

Era hablar con aquella mujer o Zabdiel lo haría por él, porque era capaz de hacerle una cena para ellos solo para que Christopher tenga una cita.

Una cita después de diez años.

La cosa era difícil, pero no para Zabdiel de Jesús.

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Papá soltero Donde viven las historias. Descúbrelo ahora