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Ahi estaba el chico, en una perfumería buscando un perfume suave y que le gustara a su novia. En la noche, tuvo que bañarse y ponerse una pijama que nunca en su vida había usado ya que había Sido un regalo de su hermano menor y la pijama era algo sexy ya que era sedosa, rosa y se pegaba mucho al cuerpo haciendo que marcara cierto bulto, pero eso no le importó ya que pudo abrazar a su novia y esta se dejó gustosa.

— Gracias— sonrió y salió con unas tres bolsitas que tenían perfumes, había aprovechado para comprarle uno a su madre y a sus hijas.

Subió a su auto y manejó hasta su casa donde por fin podría decir que las únicas tres mujeres de su vida lo esperaban en su casa, bueno, cuatro contando a su madre.

Media hora después llegó a su casa y notó que estaba vacía, dejó la bolsita y la llave del auto en la mesita del medio de la sala de estar.

Pasó por la cocina y nadie, subió las escaleras y pasó por las habitaciones y nada. Estaba por bajar las escaleras pero su celular sonó, lo sacó de su bolsillo trasero y contestó enseguida.

— ¿Hola?— dijo bajando las escaleras

— Christopher.

— ¿Mamá?— preguntó confundido y se sentó en el sillón.

— Necesito que vengas al hospital del centro, _____ acaba de desmayarse. Erick ya me avisó a su familia.

— ¿Qué?— pero no pudo preguntar más ya que su madre le había cortado.

Joder.

Ahora sí todo estaba mal, o eso pensaban.

[ 🥀 ]

Christopher entró corriendo al hospital sin importarle las quejas de las enfermeras. Se acercó a su mamá que estaba con la abuelita y los demás jóvenes.

— ¿Qué pasó?— preguntó, Mica y Jaz corrieron hasta él y lo abrazaron.

— Estábamos haciendo un pastel y de la nada se desmayó, no sabía que hacer y enseguida con Erick la trajimos.

— ¿Ya les dijieron algo?

— Solo que esperemos, le van a hacer unos chequeos. Nada más.

— Está bien.

Christopher se sentó en una de las sillas, con Mica a un lado y Jaz del otro. Las dos estaban muy abrazadas a su padre y fue en ese momento que él notó que estaban llorando.

La abuelita estaba consolando a Jimin, mientras que Erick estaba junto a su madre. Taemin y Taehyung caminaban de un lado a otro mientras se susurraban cosas entre sí.

— Va a estar bien, ¿No?

— Claro que sí— Christopher le sonrió a Jaz y esta paso su manos por sus ojos para desaparecer cualquier rastro de lágrimas. Él dejó un beso en la cabellera de sus niñas y estas sonrieron.

El chico trato de estar calmado para poder consolar a sus hijos y estar listo para ver a su novia.
Ante todo tenía que estar cansado por si empezaba a gritar y a romper todo lo que estaba en su lado, no quería que lo echaran y prohibieran la entrada a aquel hospital.

Por eso suspiró, cerró sus ojos unos segundos y comenzó a esperar alguna novedad de su novia. Quería pensar que todo estaba bien, siempre positivo.

Papá soltero Donde viven las historias. Descúbrelo ahora