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— Ah~

Taehyung enterró su rostro en las almohadas y levantó más su trasero, Richard siguió penetrando y tocando la próstata de su novio una y otra vez, con cada estocada que daba hacia que Taehyung estuviera más cerca de su orgasmo.

Ninguno quería ser ruidoso por las dudas de que Aaliyah estuviera por los pasillos y los viera en medio del acto, Richard apretó sus manos en la cintura de su pareja, haciendo que su piel se pusiera un poco roja.

— Rich...— susurró Taehyung y movió un poco su trasero, Richard gruñó y apretó más la cintura del contrario, Taehyung se sentía en el mismísimo cielo en ese momento y odiaba el no poder gritar el nombre de su novio, pedirle más hasta llegar al orgasmo.

Pero no, tenían que ser delicados, silenciosos y no unos brutos sedientos por el sexo.

— Precioso...— gruñó cerca del oído de Taehyung, Richard le pellizcó una nalga y este se mordió el labio inferior. Sonrió al sentir las mordidas y lamidas de Richard en su hombro y espalda.

— Quiero que me des duro, Rich

— No, precioso

— Rich..

— Tae

Papi...

No sé, pero el miembro de Richard se puso más duro dentro de Taehyung, este sabía lo que hacía esa palabra cada vez que salía de su propia boca, sabía el efecto que lograba en Richard.

— No lo hagas más difícil— murmuró Richard y mordió la nuca de Taehyung.

— ¿Por qué?

Richard no dijo nada, salió de Taehyung dejando solo la punta dentro, suspiró y entró en su novio de una estocada, haciendo que Taehyung enterrara su rostro en las almohadas y gritara.

— Porque sabes cómo me pongo.

— Joder, quiero esto. Lo quiero...— habló desesperadamente y Richard sonrió de lado para repetir su movimiento anterior. 

Iba a ser una larga noche para estos dos tortolos.

[ 🥀 ]

— ¡Erick, ven y toca!— chilló Jimin al ver como su novio negaba con la cabeza y se tapaba los ojos con sus manos, el pequeño de estatura se arrodilló en la cama y así comenzó a acercarse a su novio.

— ¡Erick!

— ¡No Jimin, por dios, tu abuelita me mata!

— ¡Erick!

Nunca en su vida, nunca pero nunca habían rechazado tan feo a Jimin. Estaban bien. Estaban en la cama de Jimin, besandose apasionadamente basta que este quiso pasar más allá con sus caricias.

Erick lo había aceptado pero en el momento que Jimin llevó las manos de Erick a su abdomen, el menor se alejo y se negó a dar más besos.

— ¡Erick, solo quiero que toques mi pancita!— abultó sus labios y Erick destapó sus ojos para mirar a Jimin.

— No, Jimin.

— Ash...¡Mal novio!— Jimin se cruzó de brazos y abultó sus labios, los cuales fueron besados por Erick, quien luego lo abrazó y suspiró antes de hablar.

— No quiero hacerlo aquí Jimin, quiero ir a un lugar más privado, más espacioso, ¿Sabes para qué?

— ¿Para qué?

— Para darte tan duro que no podrás caminar por semanas, te verás como un verdadero pollito.

Y esta vez le tocó a Jimin el sonrojarse.

Papá soltero Donde viven las historias. Descúbrelo ahora