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Christopher dejó su celular de lado y mientras hablaba con la abuela esperaban que llegara Lia, la abuelita lo inundó con preguntas y este tuvo que contarse todo.

— ¿Pero no se cuidaron?

— Al parecer no— entró la doctora con una sonrisa de lado.

— Claro que si— Christopher no miró a Lia en ningún momento—. Use el maldito condón en todo momento, además tuve los cuidados que decía en la caja, ¿Que pudo salir mal?

— Pues, pudo ser que estaban vencidos.

Christopher hizo cuentas y joder, esa si era una de sus opciones. Tenía esa caja hace un año maso menos, la tenía porque fue regalo de mal gusto de parte de Zabdiel, y, todo por confiar en él, ahora _____ estaba embarazada.

Genial.

— ¿Hace cuánto tenías la caja o el condón?

— Un año.

— Entonces seguramente si estaban vencidos, tienes que cambiar los condones con frecuencia o fijarte en la fecha en la caja, ¿Okay?

— Entonces, ¿Mi nieta está embarazada?

— Si, hace...— comenzó a leer la hoja y sonrió hacia la anciana—. Un mes y medio exactamente.

Joder.

— ¿Puedo ver a mi novia?— preguntó Christopher serio y Lia asintió con la cabeza.

— Claro, segunda habitación.

— Gracias.— se puso de pie, salió del consultorio y caminó por el pasillo hacia la segunda habitación tratando de procesar todo. Iba a ser papá por segunda vez.

Eso era tanto bueno como malo a la vez.

Una, porque el bebé lo conectaba a ____.
Y malo porque arruinaba el tema de trabajo de ____, porque él no podría saber si la chica estaba lista para dar este gran lado y porque ya estaba imaginando cosas que podrían repetirse como en el pasado.

Entró en silencio a la habitación y vio a su novia acostada mirando el techo. Escuchó la puerta cerrarse y vio a su novio.

— Hola— susurró Christopher acercándose ala camilla.

— Hola...

— ¿Cómo te sientes?

— Mejor, ya no tengo náuseas. ¿Cuando me podré ir?

— Aún no lo sé— acercó su rostro y dejó un pequeño beso en la frente dela chica.

— ¿Que tengo?

— Un gajito de naranja— sonrió de lado y ella lo miró confundida —. Lo siento.

— ¿Eh?

— Estás embarazada...

— ¿Qué.

— De un mes y medio.

— Christopher.

— Lo siento.

— ¿Por qué?—_____ se sentó en la cama y lo abrazo, Christopher escondió su rostro en su cuello y correspondió el abrazo—. Lo hicimos los dos, ¿Okay? Nos cuidamos pero no funcionó, está todo bien. No reacciones así, siento como si no lo quieres.

— Claro que lo quiero, pero no sé si tú estás listo o si querías esto.

— No importa lo que quiero, no importa si estoy lista. Pasó y voy a aceptar lo que pase desde ahora, ¿Está bien? Dije que voy a estar siempre contigo y quiero que tú también lo digas, ¿Vas a estar siempre conmigo?— preguntó y se separó un poco para poder chocar con aquellos ojos que la volvían loca.

— Claro que sí, siempre voy a estar contigo cariño— dejó un beso en los labios de la chica, _____ se separó del chico y sonrió felizmente. Christopher mordió su propio labio inferior y llevó su mano al estómago plano de la chica.

— Te enseñaré como cuidar un bebé...

— Ay, ya viene en experto.

— Claro que si— bromeó él.

— ¿Cobra mucho por sus clases señor Vélez?

— Claro que no. Solo unos besos y ya.

— Eso es fácil y barato— bromeó _____ y dejó un pequeño beso en los labios del chico.

Pareciera que todo iba bien...

Papá soltero Donde viven las historias. Descúbrelo ahora