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-¡Christopher! ¡¿Por qué las vistes iguales?!- preguntó su madre cuando vio a sus nietas bajar torpemente con su padre.

-Porque a ellas les gusta y además Zabdiel me mata si las ve diferente.

-Ellas tienen personalidades diferentes, por ende, seguro ya tienen su propia forma de vestir- se cruzó de brazos.

-Ya mamá, vámonos mejor.

-Esta bien, pero vas a tener que aprender que aunque sean gemelas no se tienen que vestir iguales ¿Okay?

- Como sea.

Christopher agarró las pequeñas mochilas con forma de unicornios y se las entregó a las niñas. Erick bajo un rato después bien arreglado.

-¿Vamos?

-Vamos.

Erick agarró de la mano a la pequeña Mica y caminaron juntos hacia la salida, Jaz, la cuál odiaba ensuciarse y sobre todo caminar; iba en brazos de su padre.

-¡Y me tiré un pedito!- la niña comenzó a reír mientras Erick reía a todo pulmón al escuchar a su sobrina.

-¡Que isci!- Jaz se tapó su rostro con sus pequeñas manos y Christopher rió también.

-Vamos Jaz, como si tú nunca tú hubieras tirado un pedito- Le dijo su abuela y ella la miró.

-shi, pero no lo digo- se cruzó de brazos.

-¡Pero es gracioso!- opinó la pequeña Mica y Erick rio más.

(...)

-¡Tío diel!- la pequeña Mica corrió torpemente a los brazos de Zabdiel. Este la agarro en sus brazos y la abrazó mientras dejaba besos en los cachetes de la niña.

-Hola Key.

-Hola Chris.

Todos se saludaron y fueron a sentarse a una mesa para poder almorzar, la señora Vélez comenzó a discutir sobre las vestimentas de las niñas con Zabdiel, ya que él era el que iba de compras con las niñas debido a que Christopher odiaba el tema de las compras teniendo gemelas. Él aprovechaba que quedaban a cargo de Zabdiel e iba a la empresa a ayudar a Keyla.

-Señora Vélez, ya le dije que así se ven más tiernas.

-Pero las niñas tienen sus personalidades y gustos diferente, ¿O acaso a ti te gusta tener la misma ropa que tu esposa?

-Tendría, pero a Keyla no le gusta- hizo un pequeño puchero.

-Recuerda las pijamas- sonrió Keyla dejando un beso en los abultados labios de su esposo.

-¡Oh sí! Tenemos las mismas pijamas- chilló feliz y la señora Vélez negó con la cabeza divertida- ya señora Vélez, cuando las niñas comiencen a quejarse sobre su vestimenta, pues lo cambiamos todo, ¿Okay?

-Está bien...

- ¿Y para cuando los hijos?- se animó a preguntar Erick, el cual minutos atrás jugaba con Mica sentada en sus piernas.

- Estamos pensando en adoptar- sonrió Keyla y siguió dándole el biberón a una casi dormida Jaz.

-Estaría bueno, así estos terremotos tienen con quién jugar.

-Le dije a Keyla que adoptemos mellizos.

-¡No!- gritó Christopher haciendo que medio restaurant lo mire. Avergonzado se calmó y miró a su amigo- mejor uno ¿Okay? Dos como que ya son muchos.

-Tu no los vas a cuidar así que te callas- Zabdiel lo miró mal.

-A mi me gustaría que tengan mellizos, es fácil cuidarlos- opinó Erick.

-Tu porque solo vienes los fines de semana.

-Como sea- se encogió de hombros y siguió dibujando con los crayones que Mica le pasaba.

(...)

Christopher acostó a la pequeña Jaz en la cama, la tapó con las sábanas y esta abrazo más fuerte su peluche de unicornio. Miró a Mica la cuál dormía con su peluche de kumamon. Sonrío de lado al ver que Mica tenía los mismos gustos que él, al contrario de Jaz que cada día se parecía más a su madre. Aún no podía creer que tenía una pequeña versión de Lía y otra versión de él pero niña.

-Descansen- susurró.

Dejó prendida la luz para que alumbre un poco ya que Jaz aún le temía a la oscuridad, la puerta abierta y camino hasta su habitación que quedaba al lado del de ellas.

Se cambió de ropa por su pijama, se lavo los dientes y se acostó en su cama. Apagó la luz y cuando estuvo a punto de dormirse, siente la puerta abrirse.

Observa de reojo y ve dos pequeñas siluetas, pudo ver muy bien como Mica le hace señas a su hermana en forma de silencio, Jaz abraza más su peluche a su pecho y asiente en silencio. Mica camina y Jaz la sigue, las dos niñas se acercaban lentamente hasta la cama de su padre. Christopher se hace el dormido y siente un dedito picar su rostro.

-¿Se murió?- preguntó Jaz al ver que su padre no reaccionaba.

-No, papá...papi- la pequeña Mica comenzó a picar más fuerte el rostro de su padre.

-¡Bu!- gritó Christopher y abrió sus ojos haciendo que las dos niñas gritaran del susto, Jaz tiró su peluche debido al susto y Mica comenzó a reír junto a su padre.

-¿Que hacen aquí?

-Jaz no podía dormir...

-Esta bien- se sentó en la cama y ayudo a Mica subir la cama, la pequeña Jaz agarró otra vez su peluche y subió con ayuda de su papá a la cama.

-¿Quieren dormir ya?- christopher se acostó entre medio de sus hijas y estas apoyaron sus cabecitas en su pecho sin dejar de abrazar sus peluches.

-Mejor cántanos.

-Okay.

Mientras Christopher cantaba una Nana de dormir acariciaba los cabellos de ambas. Sonrió de lado al ver como estas caían rendidas. Nunca se iba a cansar de estos momentos.

Nunca se iba a cansar de tenerlas a su lado.

Maratón 2/5, mientras más comenten y voten, más rápido tienen los capítulos :)

Papá soltero Donde viven las historias. Descúbrelo ahora