Michell.
Al salir del despacho, verlo marchar y pretender que yo podría dormir fué en vano no dejaba de pensar en tener su cálido cuerpo sobre el mío se sentía muy bien pero, ¿En que estaba pensando?.
Claramente no estaba pensando, Ian me había dado mucho pero el deseo hace tiempo no estaba en nuestra relación es díficil sentir que ya no provocas a la persona que esta contigo, que ya no te toca con las mismas ganas y que incluso aveces tú debes llevar el inicio a que las cosas pasen a mayores, así me sentía con Ian: Indeseada, Insatisfecha.Al lograr pegar el ojo, lo cúal no fué mucho puesto que el móvil vibró dándome a entender que iba a llegar tarde a clase fuí corriendo directo al baño, tras ducharme fuí hacía mi habitación y ya Ian no estaba todo estaba acomodado supongo que Lorena(la encargada de la cocina) que era cómo una nana para todos había pasado a acomodar así que me vestí rápido me coloqué unos vaqueros celestes, un top negro manga larga y mis botines negros dejé mi cabello húmedo caer sobre mis nalgas, sí amaba mi cabello largo era igual al de mi difunta madre tomé mi bolso, mi célular y baje corriendo hacía la cocina al bajar Lorena me recibió con una cálida sonrísa , unas tostadas y el jugo de naranja.
—Búen día niña Michell.—dijo cortando frutas
—Buenos días nana.—respondí mientras comía lo más rápido posible.
—Niña no te vayas a atragantar, el jóven Ian le dejó dicho qué tuvo que irse temprano por la universidad pero que la llamaría en cuanto tuviera oportunidad.
—Esta bien nana.
Términe de desayunar, y fuí por mi coché un descapotable blanco fué mi regalo por cumplir diesiocho, y pensar que sólo faltaba un mes para mi cumpleaños mis clases empezaban a eso de las 8 de la mañana por lo cúal no me conseguía con nadie más que mi nana y los demás trabajadores...Estando en la cefetería me puse a bailar para distraerme y me puse peor al cruzar miradas con Matthew ni siquiera sabia qué él estudiaba allí; quince minutos después estaba sentada escuchando las mismas tonterías de mis profesores la resaca me estaba pasando factura y un inquietante dolor en mi parte baja me estaba molestando al caminar en ese momento sólo pensé en las palabras de Matthew.
‐Tómate una aspirina y descansa.
‐¿Aspirina?.
-Para el dolor.Así que a este dolor se refería, aunque hubiese deseado olvidar lo que pasó fué imposible me había sentido bien y en su momento no me arrepentía pero no se con que ojos miraría a Ian por dios, no siquiera respete que él estaba bajo el mismo techo para cuando salí de clases una llamada de él hizo vibrar mi móvil y me fuí directa al baño estaba muy molesto y habiamos quedado de vernos en su casa en la noche puesto que en la tarde había quedado con Danielle, mi mejor amiga me crucé con Caleb uno de los hermanos de Ian.
—Cuñadita.—dijo mientras me abrazaba.
—¿Cómo te va?, el primer año suele ser él más fácil.
—Criminología no es nada del otro mundo, me ha gustado desde siempre y se muchas cosas pero si se va a poner cómplicado con el pasar del tiempo.—Me sonrió y no dude en compararlo con su hermano, eran muy parecidos.
—Me alegro que le pongas atención Caleb.
—¿Y a ti, que tal te va psicología?.
—Muy bien para ser sinceros, me apaciona aunque ciertos profesores me quitan las ganas de vivir ya sabes.—ambos soltamos una carcajada.
—Espero no lo digas en serio, Ian se moriría llorando.—dijo ráscandose la nuca
—No lo digo enserio, bueno nos vemos en la noche.
—¿En la noche?.—preguntó confundido.
—He quedado con Ian para después.
—Bueno hasta luego Michell.
Fuí al estacionamiento, y me concentré en conducir hasta la casa de mi mejor amiga toqué el tiembre y esperé a qué la encargada me atendiera, me dijo que estaba en su habitación así que no dude en subir escaleras arriba para encontrarla sentada en la cama mirando a la nada.
—¿Adivina quien llegó?—dije acercándome pero ella apenas me miró.
—Hola.—dijo claramente desanimada.
—¿Pasa algo?.—pregunté confundida, séntandome a su lado.
—Las pesadillas han vuelto Michell.—soltó entonces.
—Sabes que nada de lo que pasó fué tu culpa.
—Lo sé, pero es inevitable no sentir qué en algo colabore.
—Qué el mejor amigo de tu padre, te violará no tiene nada que ver para que te sientas cúlpable apenas tenías trece años Danielle, el casi treina y cinco.
—Aveces siento que estoy mánchada por él, me siento sucia.—mi miró y entonces vi que tenía lunas debajo de sus ojos, no había dormido.
—No lo estas, y te admiro tanto yo no hubiese sido tan valiente cómo tú... hablaste, hiciste todo lo necesario para que escucharan tu voz y ahora él esta detrás de las rejas sin poder abusar de ninguna otra jóven más, por qué eso eras una niña aún sin conocimiento en lo que era bueno o malo.
—Gracias.—dijo colándo su cara en el hueco de mi cuello.
—¿Por qué?.—pregunté sin saber a que se refería.
—Por ser la única que no me abandona, o me mira con indiferencia.
—Yo jamás haría eso contigo y lo sabes Dani, ahora ve a dúcharte vamos a comer helados y pizza y luego descansarás.
—No tengo ánimos Michell.—se lanzó a la cama
—Nada de eso, vine hasta aquí para verte y me merezco que disfrutemos una tarde ese hombre no se merece qué estés desaprovechando tu vida pensando en tu pasado así que muévete.
No protesto más, y se metió en la ducha mi mejor amiga era como la hermana que nunca tuve y verla mal es cómo si me clavarán un puñal a mi misma, así que en él momento que nos volvímos inseparables y al contarnos nuestras historias, fué como si ella hubiese sufrido la pérdida de mi madre y yo su violación fuimos el escudo de cada una y estoy muy orgullosa de él ávance Danielle a diferencia de mi, tiene episodios más frecuentes de ansiedad y por eso sus padres aún le insisten a que vaya una ves al mes a un psicólogo ella término aceptando por qué sabia muy bien que en parte lo necesitaba.
Al salir de la ducha, le robé una de sus pijamas y me la coloqué, luego de tres horas allí estabamos llenas por comernos una pizza sólo las dos y un litro de helado viendo películas de romance y probándonos Oufits cómo si fuerámos de las que van a fiestas todos los fines de semana.
Ambas eramos más de estar la una con la otra, cuando mucho que Ian nos acompañase el hermano mayor de Ian se sentía atraído por Danielle pero sabía por lo qué ella había pasado, la respetaba y mantiene una amistad con ella todos notamos que se gustan pero ella sigue négandose rotúndamente a qué son imaginaciones mías.
Términamos con todo, me cambié por lo que traía antes y me dirigí hacía la casa de Ian necesitaba arreglar todo con él, tal vez si le hacía ver cómo me sentía cambiarían las cosas en algo, o eso esperaba.
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Azúl Cielo.
Teen Fiction-------------------•-------------------- AZÚL CIELO. ¿Si la mayor parte de tu vida te han mentido, debes hacerlo tú también.? Recúerdo que esa era una de mis preguntas favoritas hacía mi psicóloga Estrella Leister. Allí estaba...