Cápitulo 28.

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Matthew.

Nada, llegamos a su departamento y nada, estaba todo con olor a cerrado, nadie ha venido en mucho tiempo entonces ,¿donde estaba?, ¿Donde esta Michell?, me empecé a frustrar al igual qué el resto hasta que el sonido de mi móvil hizo qué todos se giraran hacía mi, era un texto de un número desconocido.

—Donde la mágia de una primera vez empezó, la misma se la llevó.

Tardé cinco minutos en comprender, lo que quería decir, nuestra primera vez fué en un hotel y alquilamos un departamento pequeño pero bonito esa tarde, salí corriendo hacía mi camioneta y Mike y Maikol me siguierón.

—Se donde esta, vayamos.—conducí a una velocidad alarmante y salí disparado al llegar  en dicho lugar.

—¿Seguro qué es aqui?.—preguntó Mike.

Maikol se había quedado atrás explicandole a la recepcionista lo qué estaba pasando poco despues se nos unió Manuel y la policia.

—Señores, la habitación fué rentada por esta jovén.—nos tendió una foto

Donde estaba Michell, era imposible qué ella misma hubiese alquilado este lugar, no se que diablos hizo Alison pero todo era muy extraño.

—La llave.—exigí

—Señor, no tenemos esa autorización nadie ha salido de allí y...

La única respuesta que obtuvo fué la patada qué hizo volar la puerta, todos me mirarón boquiabiertos pero enseguida empezarón a revisar el departamento.

—Señores.—interrumpió uno de los oficionales de polícia—Debemos ir con caútela, podrían estar armados, y la pueden matar si hacemos algo.

—Oficial no sea tan ignorante, si estuvieran aquí, no me hubiesen mandado la dirección sabiendo qué los estamos búscando.—lo deje con la respuesta en la boca e inmediatamente abrí la habitación en la qué había empezado todo.

Mi corazón debió detenerse un momento por qué sentí qué no respiraba la imágen de Michell sentada con la cabeza abajo, atada y golpeada en su rostro y cuerpo me partió el alma desesperado creyendo qué no estaba viva corrí y solté lo qué la ataba, cayó a mis brazos y estaba un poco fría pero sentí su respiración débil, lágrimas empezarón a caer, e inmediatamente un oficial entró y llamó a una ambulancia.

La abracé, y sentí qué la vida se me iba a mi también de algúna manera, estaba tan débil en mis brazos, en ese instante supe, qué estaba jodido, me había enamorado.

Su padre y hermanos entrarón y llorarón entre sí, me ayudarón a vestirla con una simple sudadera y en bragas, la cargué y la ambulancia estaba abajo, inmediatamente la acostarón y le pasarón un algodón por la nariz, la necesitaban despierta luego de unos minutos que parecieron eternos abrió los ojos, y ese color Jade se contrastaron con mis ojos celestes llenos de lágrimas, una lágrima salió de ella , lo próximo que pronunció me dierón en el alma.

—Te odio.—sus ojos se cerrarón pero ella estaba despierta

—Hijo vete a descansar, luego hablaremos, gracias por todo.—Manuel palmeó mi hombro

—Bueno, por lo menos todo salió bien en lo que cabe. Hasta luego pasaré por el hospital en la tarde.—Mencionó Ian.

Estaba tan absorbido en mis pensamientos qué no se en que momento llamé a Nick para que me llavara a mi casa, estaba sentado en una banca al lado de mi camioneta, todos se habían ido pero yo seguía mirando a la nada, Nick se bajó de un taxi y no dijo nada, sólo entro en el puesto del chófer y yo le seguí.

Azúl Cielo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora