Cápitulo 11.

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Michell.

¿Qué si me sentía bien?, no, él tenía razón no dejo de pensar en lo que pasó, e incluso me imagino sintíendo de nuevo el batallón de emociones o sensaciones Matthew Ross, entraba en tu cerebro cómo el peor virus y yo se lo había permitido, Ian estaba bastante distante desde la última discución qué tuvimos por célular me había invitado a su casa y luego me canceló así qué yo también me aleje hoy ya habían pasado 4 días desde que nos vimos por última vez en casa y me dolía en parte pero había sido sincera al decirle que no me sentía bien.

—HOLAAAAA.—La voz de Danielle me llegó a la mente y allí estaba frente a mi con un gran bolso encima.

—Hola y ¿ese bolso?.—pregunté confundida.

—Tengo una, amiga prima que quiere conocerte y me he tomado el atrevimiento de venirnos a dormir a tu casa unos días, ya sabes, noches de chicas, creo que hace mucho sólo somos las dos.

—Aún no hemos tenido problemas siendo sólo las dos.—sonreí sin ganas—pero, si con una Danielle soy feliz ¿imáginate con dos?

—En realidad mi prima es mi copia, a diferencia de qué es virgen aún con casi 20.

—Normal.—reí a carcajadas, Danielle estaba algo loca

—Eso es todo, menos normal.—sonrió también

—¿Y donde esta tu prima?.—pregunté

—Hola.—dijo una chica entrando en mi habitación.—quería hacer una entrada espacial, especial ya sabes.

Reí y Danielle también, me tomé un tiempo para analizar a su prima no se parecían en nada, Danielle era bajita y su prima claramente alta, tenia unas piernas largas y muy bonitas su cabello castaño era semi-ondulado y le caía por la espalda, sus dientes eran blancos y perfectos sus ojos eran color café en verdad era muy simpática pero cada que hablaba me sacaba sonrísas con sus disparates.

—Entonces así mis padres me colocarón Amanda.—dijo finalmente luego de contar una pequeña historia sobre su nombre.

—Es bastante bonito.—dije

—No cómo Danielle ya saben.—mi mejor amiga sonrío

—Si, no tanto cómo Danielle, me declaro oficialmente loca por Harry Stiles y los libros, amo leer.

—Bonitos gustos.—solté mirando la pantalla de mi célular no se que esperaba...¿un mensaje de Matthew diciendo que si nos podiamos ver?, o uno de mi novio diciendo Te voy a complácer por nuestra relación.

—¿Me estas escuchándo?.—dijo Danielle junto a mi claramente cabreada.

—Lo siento, es que estoy muy distraída.

—Nos dimos cuenta.—dijo Amanda

—¿Hay algo que quieras contarnos?, me contaste que habías peleado con Ian pero siento que la historia no me llegó completa.—soltó Danielle entonces

—Luego de discutir, me emborraché y términe llamándo a alguien.—al ver que ningúna interrumpía seguí hablándo—ese alguien, es hijo de un amigo de mi padre que desde que nos conocímos no ha dejado de insinuar que algún día que iba a fóllar, y pasó, entre todo el alcóhol terminé llamándolo y pídiendole que viniera a verme.

—¿Hiciste qué?.—pregunto Danielle sin evitar su cara de impácto

—Estuvimos, y me sentí satísfecha.

—¿Estabas tómada y el acepto estar contigo?.—soltó amanda integrándose al tema

—Literalmente no estaba tan borracha si yo misma le marqué, rogué y rogué por que me lo hiciera.—solté entonces—ese hombre tiene una especie de magnétismo, aunque yo quiera alejarme me atrae lo supe desde que un simple rocé me puso nerviosa, o me sonrojo, pero esos ojos azúl son una perdición.

Azúl Cielo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora