Cápitulo 2.

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¿Destino o casualidad?

                     Michell:
Había un chico junto al coché de la otra familia, que me miraba desde lejos ¿tal vez me conoce? no creo, ignoro su mirada y me sacó la ropa para ir a sumergirme en el arrollo tenía que mándarle fotos de todo a mi Mejor Amiga Danielle si no se pone histérica debajo tenía puesto un bonito traje de baño de dos piezas color rojo, y mi cabello estaba trenzado por dos trezas áfricanas que no dejaban ni un mechón suelto.

—Hermanita preciosa.

—¿Qué quieres Mike?.

—No le hables así a tu hermano.—hace puchero.

—Te conozco, y cada que me tratas bien quieres algo.

—Michell me voy a enojar, pero ignoraré lo que acabas de decir por que quiero que te hagas amiga de aquella rubia hermosa.—Sonríe con picardía y señala.

Junto a la familia que acaba de llegar y se acómodan en la sombra de unos árboles junto al arrollo, no estan muy lejos de nosotros así que me permito observar a la rubia de la que mi hermano habla, nunca he sido tímida para hacer amistades si me pudiera definir a mi misma diría que soy extrovertida me costó. Pero ahora hago amistades fácilmente así que luego de términar de sacar unas cervezas de una cajita de hielo, la destapó y le reparto a mis hermanos y mi papá.

—Sólo unas dos Michell.

—Papá tengo 18.

—Podrás tener 50, pero soy tu padre.—pone los ojos en blanco.

—La bebé de papi.—dice Mike entre risas.

—¿Tú de que te ries?, sólo te tomarás tres y tu hermano cuatro uno de los dos va a condúcir por qué yo me voy a emborrachar.

—Papá no estarás hablando enserio.

—¿Por qué no mi querido Maikol? los tres saben conducir, bueno Michell no tanto así que depende de ustedes dos que lleguemos a casa a salvo... Yo me voy a emborrachar.

—Déjenlo se lo merece.—digo sonríendo.

—Ok Michell, cúando empiece a vómitar y no se quiera dormir lo cuidas tú.

—Yo lo cuido, es mi papá.

—Dejen de hablar pendejadas y vayan a darse un chapusón para eso vinimos.

—Deberíamos invitar a los de al lado digo, hay suficientes cervezas para todos.

—Cállate Mike, todos sabemos que quieres enamorar a la pobre rubia que esta allí.

—¿Es una broma hijo?.

—Si papá, no se de que hablan este par de locos... a Michell le afectó no haber traído a Ian para pasarse babas entre sí, y a Maikol se le esta dañando el cerebro no tener sexo con Brenda.

—Bueno ya. Vayan a buscar a los vecinos para invitarlos a tomar algo.—dice papá entre risas.

—Yo voy.—Las palabras salen antes de que las pensara.

Camine hasta donde se encontraban, es una bonita familia de cuatro integrantes, el resivimiento me lo dió una chancla voladora, la rubia que le atrae a mi hermano estaba corriendo y le lanzó una de sus sandalías a su hermano él no parecía importarle en absóluto y cuando la esquivó me recibió a mi directamente en el cachete.

—¡Dios mío! Kaia qué has hecho vén, cariño.—exclamó la mamá de ambos supongo.

—Que mala puntería.—dice una voz detrás de mi no pude volterme por qué me ardía y seguramente tengo un cachete marcado y rojo por el golpe.

—Bueno niños ya, discúlpa a mis hijos ellos no crecen ¿podemos ayudarte en algo?—Dice un hombre de 40 y tantos, mientras le pasaba una bolsa de hielo a su esposa.

—Tranquilos, parece que crecer con dos varones de juegos pesados no es suficiente para esquivar chanclas voladoras... en realidad venía por que mi papá quiere que se les unan y tomemos algo mientras plátican pero si no quieren esta bien.—Sonrío amablemente.

—Claro que sí, no tenemos mucho que hacer Kaia no suelta su celúlar, y Matthew siempre esta en su mundo.

—¿Cómo te llamas?.—Dice la misma voz detrás de mi.

—Mucho gusto a todos, soy Michell Rous.

—¿Eres la hija de Manúel Rous?.

—Yo soy Rhett Ross y mi Esposa Mariana, ella es...

—Kaia mucho gusto Michell.

—Matthew.

—Bueno Michell, ya los acompañamos danos 5 minutos.

—Nos vemos.

Me encaminé hacía donde estaba papá, mis hermanos ya estaban nadando y tómandose selfies como locos el ambiente aquí es tan agradable podría vivir justo aquí.

—¿Qué te paso en el cachete pequeña?.

—Le voy a cobrar a Mike 120$ por esto.

—No seas drámatica hija colócate hielo.

—Ya la Sr Mariana me colóco.

—Bueno colócate de nuevo.

Luego de ponerme hielo, en mi cachete hinchado llegó la Familia Ross y se sentarón junto a papá tómando cerveza menos Matthew creó que así se llama el hijo mayor del Sr Rhett, ya mi cachete estaba bien me apliqué bronceador y me recosté sobre una toalla boca abajo me estaba quédando dormida y lo próximo que sentí fué cómo me lanzarón al agua.

—¡YO NO ME IBA A LANZAR AÚN ¿QUÉ TE PASAAA?.—me detuve en seco al ver qué quien me había lanzado era Matthew y no mis hermanos.

—Bueno, primero cálmate no es para tanto y segundo tus hermanos y tu padre me dierón permiso de lánzarte.

—Serás estúpido.

—¿Andas por la vida tratándo mal aún recién conocido?.

—No, pero me encantaría que tu fueras el primero imbecíl.

—Si mi mejor amiga estuviera aquí te daría una cachetada por tratarme así.

—Déjame.

—Adelante Miss insoportable.

Nadee, hacía la esquina del arrolló justo donde unas piedras estaban en forma de U dejando que la corriente del agua llegará, pero no qué se llevará nada a su paso respire profundo y mire al cielo.

—Cuanta falta me haces mamá.—la vista amenazaba con nublarse.

Así era mi estabilidad, inestable a la hora de recórdar a mi madre, crecer rodeada de hombres no es fácil pero mi padre hizo tal papel a la perfección, aún recúerdo su cara de trauma cuando le dije que estaba enamorada de Ian, al principió le saco contras por todos lados y hoy en día lo adora mis hermanos se acoplarón a vivir con su recúerdo pero yo la siento aquí conmigo.

Almaurys Suarez, segundo capitulo para ti ♡

Azúl Cielo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora