Cápitulo 20.

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Matthew:

Mi madre subió para avisarnos a Lyla y a mi, qué los Rous habían llegado así que baje las escaleras y los conseguí salúdando a mi padre mis ojos fuerón en busca de Michell y cómo si fuese hechicería ella estaba mirándome, a mi y a Lyla, ya que ambos bajámos juntos saludé a sus hermanos, y me dirigí hacía donde estaban sus amigas y ella en compañía de mi hermana.

Todas desaparecieron dejándonos sólos, al parecer entendierón mi indirecta la recorrí rápidamente con la mirada estaba tan sexy en ese vestido blanco, mis padres me habían organizado una pequeña reunión en casa y luego saldría con mis amigos a una discoteca.

—Feliz cumpleaños Matt.—me sonrío y me sentí tan feliz.

—Gracias Michell.

—Espero te guste.—sonrío nuevamente mientras me tendía una bolsa de regalo

La abrí y al leer lo que decía el suetér sonreí a carcajadas, varios voltearón a mirarme y no me importó la tóme de la cara y cuando estaba a punto de besarla ella se alejó demasiado rápido.

—Lo siento, me emocioné.—solté entonces

—Cálma, cálma.—me dio un pequeño abrazo y su aroma innundo mi fosas nasales.

El timbré sonó y miré extrañado a todos por encima, estabámos todos a menos qué fuese.

—¡BUENAS NOCHES FAMILIAAAA!.—Gritó Nick desde la puerta.

Mis piernas corrierón a su dirección nos abrazamos, y lánzamos puñetazos falsamente sonreímos y el decidió volver a hablar.

—¡Hermanooo miráte, todo un viejo!.—volvió a gritar y todos rebentarón en risas

—No puedo creer que estés aquí Nick.—dije pálmeandole la espalda.

Le presenté a los que no conocía y sus ojos se fuerón hacia una sola persona: Michell.

—Dios no soy de enamorarme a la primera pero ¿esta belleza es?.—preguntó besando los nudillos de la mano de Michell

—Mi novia.—solté sin pensar.

El inmediatamente soltó su mano, y se puso derechito a mi lado, Michell y sus amigas quedarón en silencio y yo, no me arrepentía de lo que había dicho.

—¿Podemos hablar un segundo antes de irnos a la discoteca?.—preguntó Michell.

Señalé y ambos subímos las escaleras hacía mi habitación mi madre me miró extraña al igual que mi padre e incluso Lyla pero los ignoré, cúando no podían vernos la pegué contra la pared y la besé sin más.

—Oye.—dijo alejándose un poco pero pude ver que sonreía.

—Necesito, necesito besarte.—dije besándola nuevamente

No me dijo que no, y correspondió mi beso la llevé hasta mi habitación y cerré la puerta no me importó mi cumpleaños, me importó la mujer que tenía en frente quitándose el vestido para mi, dejándome ver una lencería perfecta de color blanco no llevaba sujetador y casi me vuelvo loco al saberlo.

Sonrió un poco tímida, pero se acercó y dejó que la tocara cómo yo sabia hacerlo nos besámos, tócamos y términamos juntos suspiramos de plácer a la misma vez.

—Mi mejor regalo es este.—dije sin más.

—¿Follarte a las hijas de los amigos de tu padre?.—me lanzó una almohada la cúal quité de mi cara y me lancé sobre ella

—Estar contigo.—iba a responder pero la besé de prisa y luego la puerta fué tocada dos veces.

—Matt.—dijo nerviosa levántandose y empezándose a vestir.

Azúl Cielo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora