Michell:
Llegué a mi casa con una sonrísa de oreja a oreja, teniendo todo menos sueño mis amigas seguro estaban dormidas, entre en silencio y me metí a la ducha tenia arena por todos lados, me lavé el cabello lo sequé con la toalla y luego el secador, dormir con el cabello húmedo me daba dolor de cabeza, cúando por fin sentí la mínima pizca de sueño me arropé y me dejé vencer por el sueño pero mi último pensamiento fuerón sus bonitos ojos azules, y su oyuelo.
Me levanté bastante cansada, desverlarme no era lo mío, no dormir una noche me costaba dos noches más de un profundo sueño pero hace varios días no duermó lo suficiente así que luego de desayunar, me puse al día con las tareas pendientes para el lunes y me tumbé en la cama, claro qué eso no sería posible si mis dos mejores amigas estaban en mi casa.
—Oye Danielle, creo qué alguien se olvidó de contarnos ciertas cositas.—gritó Amanda en el pasillo
—¡Oh si, es tannn mala amigaaa!.—respondió la siguiente.
—Estoy aquiii, ¡vengan.!—grite entre risas, les hice un resúmen, bueno les conté todo, eso de resúmenes no funciona con ellas y luego me dormí casi 4 horas más así que bajé a almorzar y me sorprendió encontrarme con mis hermanos en la mesa.
—¿Y el trabajo?.—pregunté confundida.
—¿Te molesta tenernos en casa?.—preguntó Mike haciendo puchero.
—Por supuesto qué no, pero es extraño.—dije rodando los ojos
—Es el cumpleaños 23 de Matthew, estamos invitados así que regresamos temprano para comprarle algo y todo eso.—dijo entonces Maikol.
—Lo olvidé.—dije cómiendo de pronto con más prisa
—¿Iras supongo?.—preguntó Mike sin quitarme la mirada de encima.
—Por supuesto, soy su amiga.
—Y nosotros sus amigos.—soltó una risa sarcástica y sentí que me ocúltaba algo.
—Si quieres esperámos para que vayamos juntos a comprar algo.—dijo Maikol interviniendo nuevamente
—Claro.
Apenas términe de cómer, subí a dúcharme y colocarme un vestidito color lila ajustado en la parte de arriba pero suelto en la de abajo era bastante cómodo, unos tenis blancos, mi cabello estaba suelto y sólo apliqué labial, dentro de poco ya estaba lista, bajé y mis hermanos estaban esperando pellizcando un pastel desde la barra de la cocina.
—Danielle y Amanda estaban háciendole un pástel a Matthew y estamos probándolo.—dijo Mike.
—Esta muy bueno, pasaremos por Brenda.—sonrío Maikol
Brenda era la prometida de mi hermano mayor Maikol, era también cómo una gran amiga para mi, la conocía desde hace mucho tiempo y eramos cuñadas la adoraba y me parecía la mujer perfecta para Mai, nos despedimos de las chicas y salímos al centro cómercial cúando estabámos aparcando en el estacionamiento me hice una muy buena pregunta a mi misma.
¿Qué coño le iba a regalar si no sabia que le gusta?.
—Michell baja o ¿te vas a quedar allí?.—soltó Maikol abriendome la puerta
—Caballero cómo siempre.— le sonreí
Nos dividimos y cada uno entro en tiendas distintas, luego de un buen rato casi empezaba a oscurecer y al encontrarnos en el coché todos hablamos casi al mismo tiempo.
—Le compré un suéter muy bonito que dice "Soy un maldito capullo".—dije.
—Le compré un reloj de oro con su inicial.—dijo mike
—Le compré un vino que tiene casi 23 años de antigüedad.— dijo Maikol
—Si que damos regalos raros.—sonreí
Llegamos a casa, con canciones raras y risas por los chistes malos de Mike claro que cúando entramos por la puerta y vimos la cara de mi padre supe que algo andaba mal.
—¿Estas bien?.—logré preguntar
—Claro cariño, ve a arreglarte tus amigas estan en tu habitación.
—Bueno.—le di un abrazo y subí a mi habitación.
Me encontré con mis dos amigas casi ahogadas en vestidos, faldas, vaqueros, y todo aquello que se llamara ropa, casi me desmayó por el desorden pero se que ya Lorena les tenía la suficiente confianza cómo para decirles que recogieran esto ellas mismas o las echaría de casa apenas me vieron sonríeron.
—Te estabamos esperando, hicimos dos pasteles casi gigantes con un cartel con el número 23, nuestro cuñado nos va a amar.—soltó Danielle métiendose un pantalón corto qué le quedaba de muerte por sus piernas largas
—¿Cuñado?.—pregunté perpleja.
—Así dijo que lo llamaramos.—dijo Amanda concentrada en sus uñas
—¿Lo vierón?.—pregunté confundida.
—Cuantas preguntas Michell, vino a verte y tuvimos que esconder todo le dijimos que habías salido con tus hermanos y no sabíamos a donde así que vístete.
Me apresuré a sacarme el vestido para colocarme uno color blanco ajustado era de seda, tenía unos tiros bastante delgados, era corto y la parte de la espalda era descubierta me pusé unos tacones negros no muy altos pero sí muy bonitos,peiné mi cabello y deje que Danielle me maquillara.
Me delinéo los ojos, dejándolos aún más achinados, los labios rojos y un poco de carmín en mis mejillas, me coloqué mis anillos y una pulsera muy bonita estaba muy linda para ser sincera.
—Lo vas a matar con esto.—soltó Amanda.
Esta al contrario de mi, llevaba una falda corta negra, botas y un top color violeta, su cabello estaba alisado y un maquillaje suave, se veía muy llamativa y sus gafas no le quitaban la sensualidad.
Danielle no se quedaba atrás, cuando estuvimos listas bajámos y allí estaba mi cuñada le presenté a Amanda, ya Danielle era más que conocida aquí, durante el camino nos tómamos sélfies, cantamos y fastidiamos a Maikol ya que Mike nos fastidiaba a todos.
Se me hizo raro que papá no asistiera, después de todo es amigo del padre de Matthew pero Maikol insistió en que estaba cansado, era la primera vez que visitaba la casa de Matthew estaba un poco nerviosa.
Solo esperaba qué esta noche no tuviera sorpresas para mi.
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Azúl Cielo.
Teen Fiction-------------------•-------------------- AZÚL CIELO. ¿Si la mayor parte de tu vida te han mentido, debes hacerlo tú también.? Recúerdo que esa era una de mis preguntas favoritas hacía mi psicóloga Estrella Leister. Allí estaba...