Cápitulo 32

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Michell.

Por fin  estábamos de vacaciones, la universidad suele ser un martirio cuando te falta tan poco para graduarte hoy era la fiesta de graduación de Amanda y estoy muy feliz por ella.

Apenas me levanté, bajé a desayunar y no había nadie en casa, me sentí nerviosa de repente como si alguien me estuviese observando ¿era posible?. Quise creer que solo eran ideas de mi imaginación y que nadie estaría dentro o fuera de mi casa.

Luego de desayunar aún nerviosa  subí a mi habitación cerré con seguro y entré al baño para ducharme, la fiesta sería en unas horas Mike creo que irá conmigo pero como no esta en casa supongo que va a adelantar el trabajo antes de salir. El agua tibia empezó a relajar cada uno de mis músculos pero sobre todo a librarme de mis pensamientos,  tomé shampoo y empecé a masajear mi cabello, me depile completa y apliqué crema en mi cuerpo apenas salí del baño al momento de pisar mi habitación nuevamente allí estaba esa sensación. Me sentí observada nuevamente decidí llamar al chófer y decirle que entrara y que debía hablar con él me dijo que me esperaba abajo.

Me sentí más tranquila sabiendo que por lo menos habían dos personas en mi casa, Pablo  seguro estaba en el jardín. Aún con la toalla al rededor de mi cabeza y otra al rededor de mi cuerpo me senté  a maquillarme, luego de media hora tenía una cara, cejas, ojos y labios profesionales, me apliqué pestañas postizas la ocación lo requiere. Pasé a probarme el vestido que compré en la tienda que nos llevó Amanda.

Es de color negro y combina con mi cabello, largo con una abertura en la pierna derecha se pega al cuerpo en la parte de arriba y tiene un escote que deja ver el inicio de mis senos. Es sexy sin ser vulgar.

Una vez lista, llamé a Mike para decirle que me adelantaría cuando baje allí estaba mi querido chófer ahora tambien mi cuidador (insertar risa malvada).

—¿Que necesita Señorita Michell?.—preguntó amablemente

—La verdad necesito que me lleves a una fiesta de graduación que está a media hora, en el camino te explico.

—Cómo usted diga.

Salimos de casa, y un mal presentimiento llego a mi, estaba tan nerviosa que mis manos empezaron a sudar tome aire y intente calmarme, no se que sucedía conmigo.

Luego de media hora estábamos fuera el Castillo Mágico Ellie era un bonito local en forma de castillo donde se hacían todo tipo de eventos, escuchaba mucho de él pero nunca había venido. Se encontraban fotógrafos en la entrada y mientras caminé hacia la puerta me interceptaron y empezaron a lanzar casi mil fotos cuando pensé que no tenía salvación y que moriría por exceso de Flash y Fotos.

Se distrayeron con alguien más seguramente por que me dejaron sola, no podía ver a quien le tomaban fotos hasta que ese alguien llegó frente a mi, y me besó de una manera que hace que las piernas te tiemblen.

—¿Me extrañaste?.—preguntó cerca de mi oído

—Cómo no te imaginas.—sonreí.

Los fotógrafos no pasaron nada desapercibido, Matthew llamaba la atención así tuviera una bolsa de basura encima, y ambos apellidos eran reconocidos supongo que todo eso nos está pasando factura ahora mismo, el por su parte traía un traje negro,  su cadenita y anillos que al parecer le gustaba usar, todo en el gritaba peligro pero cuando lo conoces es la persona más maravillosa.  Luego de tomarnos casi 100 fotos por fin nos dejaron en paz y nos fuimos a sentar donde indicaban los pases del evento.

Azúl Cielo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora