HEART (KOOKVMIN-KOOKMIN)

VIII

Los días pasaron rápidamente, en un abrir y cerrar de ojos una semana había pasado dando inicio al fin de semana, era nuevamente viernes y Jungkook miraba su celular por enecima vez tratando de llamar con el pensamiento al rubio, hasta que por fin sucedió.

"Hola cariño, no e sabido de ti en una semana y te extraño, que harás hoy en la noche?... Puedo ir a recogerte e invitarte a cenar?... Jimin"

Alzó sus cejas sorprendido cogiendo su celular, leyendo una y otra vez el mensaje, no podía creer que semejante hombre estuviera invitándolo a salir.

"Hola Jimin... Me encantaría.. Te espero a eso de las 8?"

"Bueno cariño, pasaré por ti a las 8, besos ❤️"

Jungkook miró la hora en su celular, le tomaba alrededor de media hora llegar a su casa, 20 minutos en el tren y diez minutos caminando, y ya iban a ser las 6!

"Mierda! En que momento se me fue el día!" - Pensó mientras comenzaba a caminar a gran velocidad rumbo a la salida de la universidad.

-¡¿Jungkook??!

Freno en seco al escuchar su nombre ser gritado desde un hermoso hyundai genesys color negro.

-¿Taehyung? - Preguntó el peli negro acercándose a la ventana del auto.

-Hola precioso ¿Cómo estás?

-Bi... Bien y tú? - Habló un poco indeciso pensando de más en sus crecientes pensamientos por Jimin.

-Bien... ¿Vas a algún lado? ¿Te llevó?

-Voy hacia mi casa, pero es un poco lejos y no quiero molestar.

-No eres una molestia, ven sube te llevo.

Se subió rápidamente en el asiento del copiloto, mirando alrededor.

-Es un hermoso auto.

-Gracias, fue un regalo de Jimin para mi último cumpleaños.

-Ohh... - Jungkook no sabía porque de pronto sintió un apretón en su pecho, Jimin y el no tenían nada.

-¿Te pasa algo?

-... No, solo me sorprendió, es raro que entre amigos se regalen autos de lujo.

-Es verdad aunque se puede decir que este auto fue más por una apuesta que porque Minnie me lo quisiera regalar - Una larga sonrisa cuadrada se extendió por el rostro del mayor.

-¿A qué te refieres? - Preguntó el pelinegro tratando de ocultar su ansiedad.

-Apostamos que no seríamos capaces de tirarnos en paracaídas... y pues evidentemente gané yo, Jimin le tiene miedo a las alturas, además, todo ocurrió en mi cumpleaños así que digo que fue un regalo de cumpleaños - Contó el castaño tranquilamente sin deshacer la gran sonrisa en sus labios mientras miraba hacía la carretera.

-Ya veo, se llevan bastante bien.

-Es inevitable, nos conocemos desde que nacimos, nuestros padres son parientes lejanos, así que prácticamente crecimos juntos.