1

8.6K 356 39
                                    

—¡por un carajo Sara!, es la última vez que llegas en ese maldito estado, ¿me escuchaste?

La peliazul no podía asentir, estaba demasiado ebria para hacerlo, escuchaba la voz lejana de su padre, pero ninguna palabra entró en su cabeza.
El hombre terminó cargando a su hija y llevándola a su recamara, esto tendría graves consecuencias.

En cuanto la madre de Sara llegó a casa, su esposo se quejo, la señora había estado un par de semanas fuera de la ciudad por trabajo, así que le rogó a su hija que se portara bien, debió adivinar que no iba a obedecer

—llegó a las tres de la mañana ebria, cariño, no se que mas debemos de hacer

—yo si. — habló la castaña y sacó un folleto —hay un internado llamado "Redentor" es católico, estuve investigando un poco, la directora del lugar me dijo que en realidad se imparte muy poco el catecismo y ese tipo de cosas, es un lugar disciplinario

Su esposo frunció el ceño y reviso la información de aquel triptico

—suena interesante

—Es interesante, he pagado por adelantado, así que podemos llevarla en el momento que sea. Y creo que ahora es el momento, empaca sus cosas mientras ella sigue dormida, debe de darse cuenta que no puede hacer lo que se le plazca

Su esposo abrió los ojos asombrado, aquella mujer si que tenía ovarios

—¿la iremos a dejar hoy?. — habló confundido

—si, no puede hacer lo que se le dé la gana siempre, hemos sido muy comprensivos, pero la consentimos mucho y eso ya la daño

—tienes razón, iré empacando. — suspiro, beso a su esposa y fue a la recamara de su hija a empacar

Sara parecía estar medio muerta, escuchaba el abrir y cerrar de las puertas y los cajones de su closet, pero no abrió los ojos y tampoco puso atención, solo siguió durmiendo, la resaca era horrible.

En cuanto el padre de aquella joven terminó de empacar sus cosas, bajo hacía la sala y encontró a su esposa en una llamada, el hizo un gesto para preguntar con quien hablaba y ella le dijo que con la directora de "Redentor". Aquel hombre se sentía mal, una parte de él no quería alejarse de su hija, pero la otra parte sabia que era lo correcto, ese tipo de comportamientos no debían de seguir así.

—ya esta. — habló la castaña mientras se aseguraba de haber terminado bien la llamada

—¿que dijeron?

—qué podemos llevarla el día de hoy, me dijeron que no le darán clases hasta el lunes, pero que puede ir conociendo las instalaciones y ver que actividades extracurriculares quiere

—suena bien

La mujer suspiro, sabía que de alguna manera, aquella decisión le estaba afectando a su esposo

—sólo serán dos año, cielo, además podemos visitarla cada fin de semana o si nosotros queremos, ella puede pasarlo en aquí en casa

—vale

El padre de Sara comenzó a llevar las maletas al auto, la joven aún no se despertaba, así que en cuanto aquel hombre subió todo, fue por su hija, la cargo y la metió al coche, si esperaba a que su hija despertará o se fuera por su propio pie para llevarla a aquel internado, sabía que habrían problemas, asi que hizo lo que creía que era correcto.

Sara estaba en el quinto sueño, ni si quiera sintió el agarre fuerte de su padre al intentar cargarla y ni hablar de cuando el auto arrancó, no estaba en condiciones de poder vivir si quiera.

ENTRE PAREDES Donde viven las historias. Descúbrelo ahora