Los dedos enormes del Nephilim se escurrieron de mi cuello. Abrí un ojo con miedo, entonces vi la más hermosa de las visiones.
Lucas estaba peleando con aquel enorme Nephilim de un modo que nunca antes había visto. A pesar de su fuerza y destreza supe que le costaba enfrentarse a este Nephil, pues recibía uno que otro golpe aunque él le propinaba más. Las diferencias de porte eran abismales aunque él ya era alto. Lucas saltó y pegó una patada directo en el pecho del Nephilim, que fue a parar casi a la calle, rompiendo el cerco de madera que protegía el patio.
Tan solo esperaba que mamá estuviese lo suficientemente dormida para no escuchar todo el alboroto, igual que los vecinos. Bastante había pasado ya como para ahora ver una pelea entre su ex yerno y un gigante de aspecto turbador.
Mientras ellos seguían batallando comenzó a nevar. Varios copos de nieve se atascaron en mi pelo pero yo estaba tan pendiente de la pelea y, ante todo, de la seguridad de Lucas, que no sentía mi cuerpo. De hecho, justamente no lo sentía por el frio pero no lograba preocuparme por aquello.
El Nephilim soltó un golpe hacia Lucas pero lo esquivó haciéndose para atrás. De vuelta, se agachó y le mandó una patada en el estomago, mandándolo directo al asfalto de la calle. Entonces Luke pegó un salto y cayó pegando un puñete directo al cuello del Nephil que se partió al instante. Él se irguió. La pelea había terminado.
Podía ver a Lucas de espaldas a mí, moviendo sus hombros de arriba hacia abajo a causa de la respiración acelerada. Poco a poco se fue girando hasta que nuestros ojos al fin se encontraron. Luego de tanta espera por fin volvía a ver sus ojos morados.
Se acercó a grandes zancadas hasta donde yo estaba. Por un segundo pensé que él me besaría y alzaría en brazos al momento del reencuentro, pero la realidad fue muy distinta. Pasó de largo y se dirigió al cuerpo de Chris, que yacía al otro extremo del patio. Giré mi cabeza pero realmente no quería ver su cuerpo.
Comencé a llorar, lagrimas que se fueron congelando por el frio. Lloré por el ataque de mi hermano, porque los Nephilim no nos dejarían nunca tranquilos, por la muerte de Chris y por la indiferencia de Lucas. Él, indudablemente, me estaba evitando. Quizás eso era lo mejor.
Quise acercarme pero él levantó su mano, señalándome que me detuviera.
–No querrás verlo así.
–¿Qué voy a hacer? Van a pensar que fui yo o mamá, ¿cómo explicarles que fue esa cosa? –Apunté al cuerpo muerto del Nephilim.
–De eso nos encargaremos nosotros.
–¿Nosotros quiénes?
–Yo y mi hermano. Borraremos las huellas y dejaremos tu casa intacta, nos llevaremos los cuerpos.
–No… no puedes hacer que todo mundo piense que Chris desapareció, se merece un entierro digno.
Lucas me observó gravemente. Supe que estaba celoso pero mis palabras no eran en ese sentido amoroso que él imaginaba.
–Era el hermano que Dave nunca tuvo, era el mejor amigo que nunca tuve –Agregué, sollozando.
–Tendremos que dejarlo en algún callejón, que parezca que lo asaltaron o algo así.
Hipando tuve que asentir en silencio. No era una muerte digna de recordar para los demás, pero yo sabía que al menos no había sufrido y ahora seguramente él sabía toda la verdad. Esperaba que lo encontraran pronto para que su familia y la mía le dieran una despedida como él se merecía.
–Entra a tu casa o te resfriarás –Me ordenó.
La verdad es que en otro momento le hubiese dicho que ni loca pero ahora no tenia ánimos de pelear, mas sabiendo que él me estaba rechazando tan abiertamente. Entré a la cocina e inmediatamente sentí el agradable calor de mi casa. Me abracé mientras preparaba la cafetera pues necesitaba beber algo caliente con urgencia.
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Un novio de otro mundo #1: Destinados
RomanceAmy es una chica que sufre los maltratos en la escuela junto a su mejor amiga Fanny. Después de clases, ambas se olvidan de su penosa realidad y escriben historias que luego suben a la web, como terapia para olvidarse de los malos ratos. Un día, Am...