Yo era la única nerviosa de los dos. Lucas se lo había tomado muy bien, demasiado para mí gusto. De hecho, estaba ansioso y daba vueltas en mi cuarto con una sonrisa pegada en la cara. Como no se quedaba quieto me ponía aun más nerviosa. Y no sé porqué me sentía así, después de todo Lucas jamás podría causar una mala impresión, es cosa de verlo.
Como necesitaba apoyo moral le pedí a Fanny que viniera para hacerme compañía, pero justo iba a casa de sus abuelos con sus padres y se quedarían ahí hasta el domingo. Así que yo estaba sola y desprotegida. Lo peor de todo es que mamá me llevó al centro comercial y me compró ropa que ni siquiera era de mi gusto, me obligó a ponérmela para que “estuviera linda para mi novio”. Digo, si Lucas ya es mi novio ¿no debería haberle gustado por mi ropa de siempre? Se lo dije a mamá pero movió la cabeza y me dijo que yo no sabía nada.
Así que ahora estaba parada mirando mi reflejo en el espejo, uno que ni yo lograba precisar. Esa no era yo. Mamá me compró unos jeans bien ajustados, esos si me gustaron porque eran negros y quedarían bien con mi ropa de siempre; pero esa blusa transparente de color crema era lo opuesto a lo que yo usaba siempre, es decir, camisetas holgadas de algún grupo de rock y camisas cuadrillé al estilo grunge. Por suerte no me compró unas sandalias altas que le encantaron, logré convencerla de lo contrario pero igual me compró unas ballerinas negras con la punta de charol. Estaban lindos pero no para mi, seguro Fanny los amaría.
Aun así podía sentir la mirada de Lucas de vez en cuando, cuando pasaba cerca mío en sus incontables vueltas. De cierta manera agradecí a mi madre en mi interior, porque me sentía bonita por primera vez. Aunque podía ser efecto de esa blusa transparente que dejaba ver el corpiño nuevo del mismo tono crema que mamá también me regaló. Lo peor de todo es que me dejó muy en claro que debía usar esa ropa, o sea, no solo para esta ocasión.
– ¿Amy? –Lucas me llamó y me giré, estaba con las manos en los bolsillos y me miraba ansioso.
–Dime.
– ¿Por qué te miras tanto? –Quiso saber, era imposible no responderle porque ponía una carita tan tierna que tuve que sonreírle.
–Porque siento que no parezco yo. Estoy disfrazada con esta ropa –Apunté mi blusa y miré mis zapatos nuevos. Usualmente yo usaba Converse o bototos Dr. Martens.
Lucas se acercó a mí, puso un dedo bajo mi mentón y me obligó a levantar la vista hacia sus ojos. Mis mejillas se sonrojaron y los nervios me volvieron a embriagar, pero esta vez era distinto. Eran por causa de Luke.
–No…te ves preciosa –Aseguró con una emocionante sonrisa.
–Ya, pero eres mi… -Callé, no sentía que era su novia, más bien parecía obligada a serlo.
–Tu novio –Terminó él con la misma sonrisa apacible de siempre. No parecía estar nervioso, no como yo. A lo mejor Lucas estaba más acostumbrado al noviazgo a diferencia de mí.
–Lucas… ¿tuviste novia en…allá? –Apunté al techo.
–Sí, tuve una.
– ¿Y qué pasó?
–Pasó que se fue la química y no nos gustamos más.
–Ya veo… ¿Cómo te diste cuenta de eso?
– ¿Nunca te ha gustado alguien?
–No hagas preguntas si sabes la respuesta –Me quejé, porque él sabía toda mi vida como un libro memorizado.
–Bueno, por ejemplo: Chris te gustó cuando llegó a tu escuela, pero cuando se volvió como los demás chicos te dejó de gustar. Así se pierde el amor… -Luego me miró fijamente, tanto que mis piernas flaquearon cuando sentí su respiración sobre mi frente – al menos el amor que es pasajero.
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Un novio de otro mundo #1: Destinados
RomanceAmy es una chica que sufre los maltratos en la escuela junto a su mejor amiga Fanny. Después de clases, ambas se olvidan de su penosa realidad y escriben historias que luego suben a la web, como terapia para olvidarse de los malos ratos. Un día, Am...