Dolor y oscuridad mezclándose con sueños que se transformaban en pesadillas y terminaban siempre en muerte. Gritos, gente aterrada corriendo, una cueva de escondite de la que nunca salía. Me tendría que quedar por siempre oculta en el dolor, prisionera en la oscuridad. El olvido era como una segunda piel adherida a mi cuerpo.
De vez en cuando sentía manos cálidas a mí alrededor, voces conocidas susurrando calma, un relajo momentáneo ante tanta angustia.
Pero el dolor siempre regresaba, provocando un espiral en el que caía irremediablemente. ¿Este era el infierno? Me sentía totalmente perdida, ya no recordaba quién era, cuál era mi nombre… nada. Lo único conocido para mí era esa sensación que me mortificaba a cada momento. ¿Cuánto tiempo había pasado en este calvario?
Sentía que una parte de mi vida había sido un sueño muy bonito pero que ahora me encontraba atrapada en uno completamente distinto. No recordaba nada del pasado pero este lo sentía tan vivo como si fuera la única existencia conocida para mí.
Las manos suaves volvieron a acariciar mi piel, no supe en qué parte exactamente. Me sentía de trapo, completamente inanimada. También sentí un beso. Me agarré a esa exquisita sensación. Sentí paz al fin. Sentí que todo estaría bien y que el sufrimiento por fin iba a parar.
Pero fue peor. Perdí la conciencia y no recordé nada más. Ni la paz ni el sufrimiento.
–¿Amy?
Me removí, inquieta. ¿A quién estaban llamando? ¿De quién era esa voz?
–Vamos, Amy. Despierta.
Abrí los ojos pero me encontré con una luz demasiado fuerte. Cerré los ojos con fuerza al mismo tiempo que levantaba una mano para hacerme sombra. Volví a intentarlo, entonces me encontré con el rostro de una chica.
¿Dónde la había visto antes? Se me hacia conocida pero ni idea de dónde. La observé curiosa y parece que ella adivinó mi pensamiento.
–Soy yo, Simone.
–¿Simone? –repetí. Nunca había conocido a alguien con ese nombre.
–La hermana de Lucas –respondió con una dulce sonrisa.
En mi mente se repetía ese nombre, haciendo eco. ¿Quién era él?
–Hmmm. –susurré. Miré hacia la colcha que me cubría. Estaba en mi cama. Levanté la vista y comprobé que también estaba en mi habitación.
–Amy, ¿recuerdas quién es Lucas? –su rostro era preocupante.
–¿Debería saberlo?
–Oh, no.
La chica se levantó y se llevó una mano a la boca. Se paseó por mi habitación, pensando. Sus ojos de vez en cuando encontraban los míos, entonces sonreía tímidamente.
–¿Por qué estas en mi habitación?
La chica se detuvo. Se giró lentamente y regresó a mi lado. Llevó una de sus manos a mi cabello y lo acarició hacia atrás. Me tensé al instante por su tacto. ¿Quién era ella para mimarme con tanta confianza?
–Dime que puedes recordarlo, dime que recuerdas a Lucas… a Luke –sus ojos parecían llorosos.
La miré extrañada pero asentí en silencio. Me concentré y cerré los ojos, como si eso pudiera ayudarme a recordar algo. Me llevé una mano a la sien y sentí un dolor punzante.
–Au –me quejé.
–Tuviste… un accidente. Te pegaste en la cabeza y tenías más contusiones en el cuerpo pero ya estas mejor, ya estas curada.
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Un novio de otro mundo #1: Destinados
Storie d'amoreAmy es una chica que sufre los maltratos en la escuela junto a su mejor amiga Fanny. Después de clases, ambas se olvidan de su penosa realidad y escriben historias que luego suben a la web, como terapia para olvidarse de los malos ratos. Un día, Am...