Capítulo 12: El mundo al revés

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Hace ya dos semanas había tenido el primer encuentro con un ser extraterrestre hostil. Desde aquel incidente todo marchaba igual, con el pequeño gran detalle de que Lucas estaba menos tiempo conmigo y no podía darme detalles de los porqués. Escuetamente me comunicó hace una semana que debía organizar planes con “los mayores” por si el esperado enfrentamiento con los Nephilim se hacía presente, así como también los pasos a seguir para mi salvación.

Estar en medio de todo y recibir tan pocas respuestas me ponía de los nervios, aunque al mismo tiempo ya quisiera no estar tan implicada. Por lo mismo entendía la ausencia de Lucas, aunque debía admitir que lo extrañaba enormemente.

Pasaba mucho tiempo con Fanny, como era antes que apareciera Luke. Todos los días después de clases nos juntábamos a escribir en su casa ya que Chris estaba pasando más tiempo de lo normal en la mía. Podía intuir a qué se debía pero yo, por mientras, trataba de esquivarlo.

Ese día, sin embargo, mis planes no salieron como yo pensaba. Generalmente, al llegar a casa, Dave y él se iban a practicar o Chris simplemente se iba a su casa.

Cuando llegué a eso de las ocho él todavía estaba ahí. Lo encontré con mi hermano en el salón viendo un partido de básquetbol. Me quedé plantada en la entrada, contemplando la escena y queriendo salir corriendo. Chris me pilló observándolo e inmediatamente encontró la razón perfecta para entablar una conversación.

– ¡Amy!, ¿nos quieres acompañar? –Me preguntó con su mejor sonrisa.

–No me gustan los deportes.

Dave soltó una risita, sin despegar los ojos de la televisión. Yo, por mi parte, decidí que era momento de mover los pies. Llegué a la cocina esperando encontrar a mamá, pero no estaba ahí.

– ¿Dónde está mamá? –Asomé la cabeza por la puerta de la cocina, hacia el salón.

–Salió con unas amigas, dijo que llegará tarde –Respondió Dave monótonamente.

Ante eso agarré mi mochila y subí rápidamente a mi habitación. Me dediqué a terminar mi tarea de filosofía, materia que me gustaba. Al cabo de treinta minutos estaba libre, pero yo no quería tener tiempo de sobra pues no sabía qué hacer. Podía llamar a Lucas pero seguramente no iba a aparecer, estaba demasiado ocupado.

Lamentaba aquello porque justo cuando estaba decidida a comportarme como una mujer y no una niñita asustadiza él pasaba menos tiempo conmigo. Vaya suerte la mía.

Concluí entonces que lo mejor que podía hacer en ese momento era tomar una larga ducha aprovechando que mamá no estaba. Ella siempre me regañaba si me pasaba de los diez minutos en el baño. Así que tomé una ducha de veinte.

Iba saliendo del baño con la toalla alrededor de mi cuerpo cuando me encontré con un par de picaros ojos azules. Chris estaba al borde de la escalera y me observaba de arriba abajo, una y otra vez.

¡¿Qué acaso tenía un imán para los chicos justo cuando estaba en paños menores?!

–Qué vida la mía –. Maldije en voz baja.

– ¿Cómo dices? –Chris seguía sonriendo como estúpido.

–Nada.

–Por dios, estas mas buena de lo que pensaba. Deberías ir así a la escuela, serías más popular que Kirsten y Gibby juntas –. Caminó con las manos en los bolsillos, acercándose a mí. Cuando estuvo a mi altura posó un brazo en la pared, junto a mi cabeza. Pero su pose no me parecía nada de seductora, yo estaba pendiente de la imbecilidad que decía.

–No pretendo ser popular para llenarme de amigos falsos. Ahí está la diferencia entre tú y yo.

–Touché.

Un novio de otro mundo #1: DestinadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora