Eran demasiadas sensaciones para un mismo día. Lucas podía no haberme dado un beso en la boca pero los que sí me dio alrededor de mi cuello me dejaron un rastro que aun ardía en mi piel, y no de un modo molesto.
Mientras me duchaba no pude pensar en nada más que no fueran los besos de Luke, entonces tampoco pude evitar imaginarme mil cosas más. Parece que la ducha no fue la mejor opción, así que corté el agua a los pocos segundos.
Cuando salía de la ducha mi pie chocó con la llave del agua porque no levanté mi pierna lo suficiente. Inmediatamente una especie de corriente subió desde mi pie hasta mi pierna y un dolor horrible se hiso presente en mi dedo chico del pie, el que sufrió la peor parte del golpe. Fue tal el dolor que tuve que sentarme sobre la tapa del baño dando pequeños saltitos para llegar ahí.
–Ay, ay, ay, ay –Me fui quejando.
Miré mi dedo, estaba enrojecido y mi diminuta uña se había partido por la mitad. Un puntito casi imperceptible de sangre se veía por debajo de la partidura, seguramente se coagularía y quedaría horrible. Genial. Lo último que me faltaba para terminar el día.
Mientras tanto con mi dolor, pequeñas lágrimas se iban agolpando en mis ojos hasta que ya no pude contenerlas. Creo que aparte del dolor estaba frustrada, principalmente porque estaba esperando terminar el día con más información sobre la vida de Lucas, pero la maldita lluvia pareció reírse en mi cara al cambiar mis planes. Ahora, si Lucas hubiese querido me contaba igual todo, sin sus estúpidas excusas que estaban de más, en vez de hacerme olvidar todo con sus besos y su declaración.
–Todo es tu culpa Lucas.
Y mientras yo seguía sollozando por mis desgracias una imagen se fue aclarando frente a mí como un holograma. No sé cómo sucedió, pero de un segundo a otro Lucas estaba frente a mí, mirándome totalmente sonrojado y con los ojos abiertos como platos. Levanté la vista asustada por verlo aparecerse, yo no lo había llamado. ¿Y por qué estaba tan abrumado?
Entonces lo comprendí. Algo tarde pero lo comprendí al fin y al cabo. Yo estaba desnuda, sentada sobre la tasa del baño en una posición media encorvada que, por suerte, tapaba mis pechos y mis partes de su vista…pero aun así ¡YO ESTABA DESNUDA FRENTE A LUCAS!
–¡¡¡AAAAAAAAAAAAAH!!! –Chillé con todas mis fuerzas mientras intentaba taparme con mis propias manos – ¡DESAPARECE! –. Él, aunque aún estaba en shock, logró disiparse lo más rápido que pudo mientras yo buscaba la toalla y me tapaba inmediatamente.
–Lo siento –Alcancé a escuchar que decía antes de esfumarse.
Yo me sentía tan avergonzada que lo único que atiné a hacer fue seguir llorando. Volví a sentarme sobre la tapa de la tasa del baño mientras tapaba mi rostro con ambas manos. Mientras tiritaba por el frio y lloraba al mismo tiempo decidí que lo mejor sería ponerme mi pijama antes de resfriarme. Por suerte lo había llevado al baño, me puse camiseta y shorts tan pronto como pude.
–Lucas –Le llamé, había un asuntito que no encajaba.
Apareció de espaldas a mí y volvió a disculparse.
– ¿Cómo te apareciste hace un rato? –Pregunté entre sollozos.
–Tú me llamaste.
–No te he llamado, ¿por qué te llamaría justo ahora que estaba…? –No pude terminar, nuevas lágrimas mojaban mis mejillas y solo pude seguir llorando por tal humillación.
–Lo siento, Amy. No lo entiendo… quizás mencionaste mi nombre –Dejé de llorar y me quedé pensando un segundo –. ¿Dijiste mi nombre en voz alta?
–S-sí –Respondí hipando y maldiciendo internamente –. ¿Por qué nunca me dijiste que podías aparecerte si lo hacía?
–Pensé que lo había hecho –Se rascó la nuca, aun de espaldas a mí –. Es como un mecanismo de defensa, apenas dices mi nombre puedo aparecer.

ESTÁS LEYENDO
Un novio de otro mundo #1: Destinados
RomanceAmy es una chica que sufre los maltratos en la escuela junto a su mejor amiga Fanny. Después de clases, ambas se olvidan de su penosa realidad y escriben historias que luego suben a la web, como terapia para olvidarse de los malos ratos. Un día, Am...